Después de unas semanas de estar buscando a Deoksu, al fin habían encontrado los restos de su vehículo y lo que suponían eran sus restos calcinados.
Hoseok asistió al funeral acompañando todo el tiempo a Jungkook.
La gente lo observaba y juzgaba, sabía que sospechaban de él, pero sin pruebas nadie podía hacer nada más.
La gente le dio el pésame a Jungkook, y poco a poco el lugar se fue quedando solo con los de la élite y los ex convictos.
Todo se sentía muy tenso y empeoró cuando tres policías llegaron al lugar.
Hoseok, Namjoon y Yoongi se miraron entre ellos sabiendo lo que se venía y se rieron con ironía, pero lo que no esperaban es que solo se llevaran a uno de ellos.
Los policías arrestaron a Hoseok, lo esposaron y se lo llevaron en una patrulla, Namjoon y Yoongi iban a seguirlos, pero Jungkook los detuvo.
— No se metan, yo lo arreglo.
Taehyung agarró su brazo con fuerza.
— Es ilógico que vayas a arreglar algo justo en el funeral de tu padre, así que déjame arreglarlo a mi. — sonrió altivo.
— Tu cuida a tu prometido. — se soltó del agarre. — Y déjame a mi encargarme de mi novio. — le dio la espalda y se fue.
— Les dije que ese mocoso nos iba a matar, les dije que teníamos que matarlo. — gritó desquiciada valiéndole si los otros dos escuchaban.
Namjoon y Yoongi estaban más preocupados por Hoseok que por otra cosa, pero al salir no pudieron alcanzarlo, así que se fueron para verlo en la comisaría.
Yoongi volvió a entrar, agarró la mano de Seokjin y lo sacó de ahí.
Ahora que ya no tenían a Beomgyu, el único abogado que conocían era Seokjin, y bueno o malo lo necesitaban, además vivía bajo el techo de Hoseok con las mismas comodidades que los demás, así que se los debía.
Se fueron los tres a sacar a Hoseok.
Taehyung escuchaba la desesperación de las tres personas ahí, que aseguraban que Hoseok los iba a matar, y aunque sabía que era verdad, le desesperaba tener que estar ahí escuchándolos, necesitaba ir a ver a Hoseok.
Algo no estaba bien, tenía un mal presentimiento.
Namjoon, Yoongi y Seokjin llegaron a la comisaría, preguntaron por Hoseok, pero nadie sabía de él y tampoco habían mandado a nadie arrestarlo.
Hoseok iba en la patrulla, observó por la ventana y supo que se habían desviado por otro camino.
Conocía muy bien el camino a la comisaría, y este definitivamente no era el camino correcto.
— ¿A dónde carajos me llevan?
— Guarda silencio, todavía falta mucho para que lleguemos.
Hoseok pateó el asiento de enfrente.
El policía que conducía se enfrenó de repente haciendo que se golpeara con el asiento de enfrente.
— Estamos siendo amables, así que no hagas que eso cambie.
Hoseok resopló y miró por la ventana, sabía que debía encontrar una forma de escapar.
Cada vez se alejaban más y más de la ciudad, ahora estaban en terrenos baldíos. Llegaron a una bodega, se estacionaron y bajaron a Hoseok a la fuerza, casi arrastrándolo mientras se resistía.
Lo aventaron dentro de la bodega y cerraron la puerta con seguro.
Hoseok se movió con desesperación.
— ¡¡Sáquenme de aquí!! — gritó y escuchó unos pasos acercándose a él. — ¿Quién está ahí?
— Vine a buscar respuestas. — se agachó y lo levantó del piso.
Hoseok se removió tratando de zafarse.
Lo sentó en una silla, le quitó las esposas y le dio un golpe en la cabeza para mantenerlo atontado.
— Mírame, quiero que me veas a los ojos cuando respondas mis preguntas. — agarró su cabello y lo jaló levantando su cabeza para que lo viera.
Hoseok veía borroso por el golpe y sintió punzadas en su cabeza, conocía muy bien esa voz, pero necesitaba asegurarse que de verdad era quien creía.
— ¡¡Maldita sea, despierta!! — le echó agua en la cara.
Hoseok abrió grandes los ojos al sentir el agua fría.
— Hola mi amor. — sonrió con malicia y besó sus labios.
Hoseok trató de alejarse y lo pateó.
— Esta bien, dejemos los cariños para después. — se alejó de él. — ¿Por qué mataste a mi padre? Creí que éramos una pareja enamorada.
Hoseok se rió.
— ¿Enserio me estas preguntando eso? Pensé que eras más inteligente, amorcito. — limpió la sangre de su boca. — Tu sabes muy bien la razón por la que lo hice.
— ¿Recuerdas lo que yo y los demás te hicimos o lo olvidaste? Hablo de la época de la escuela.
— ¿Crees que me olvidaría de ustedes tan fácilmente? Nunca podría olvidarme de las personas que me hacían bullying e hicieron que cayera en las garras de Kim Taehyung. — se rió con ironía.
— Hicimos lo que teníamos que hacer, no fue nuestra culpa que fueras tan ingenuo como para caer a la primera puta muestra de amor. — se burló.
— Tu padre me rogó y se arrastró para que lo dejara vivir. — dijo con burla. — Fue demasiado patético.
Jungkook se acercó más a él.
— Deseo poder verte rogarme por tu vida. — susurró en su oído y golpeó su estómago con fuerza. — No voy a matarte, pero te haré pasar una pesadilla de nuevo.
— Hazlo — susurró con una sonrisa.
Jungkook lo levantó y lo tiró al piso con toda su fuerza.
Hoseok se quejó sintiendo como el aire se le iba de sus pulmones.
Jungkook lo pateó y pisó su mano con fuerza escuchando como sus huesos crujían.
Hoseok mordió su labio con fuerza evitando gritar del dolor.
Jungkook lo puso bocabajo, agarró sus manos con fuerza sin importarle su mano lastimada, bajó el pantalón junto con el bóxer.
Hoseok luchó, no quería volver a pasar por lo mismo de nuevo.
Jungkook desabrochó su pantalón, sacó su miembro y lo introdujo con fuerza y de una sola embestida.
Hoseok cerró los ojos con fuerza y sintió el ardor en su entrada en cada movimiento brusco.
No quería llorar, no quería volver a sentirse como en la primera vez que esto sucedió, pero esta vez dolía más en lo físico como en su ego, se había creído invencible y fuerte, pero estar en esta situación lo hacía sentirse estúpido e ingenuo de nuevo.
Otra vez tan vulnerable como la primera vez.
Jungkook lo embestía de forma cruel y profunda, parecía como si no quisiera que Hoseok olvidara este momento nunca.
Hoseok dejó de luchar y se relajó tratando que el dolor fuera menos hasta que ese infierno terminara.
Jungkook se corrió dando una última embestida, se quedó encima de él unos minutos para recobrar el aliento.
— Esto es para que nunca se te olvide que no importa cuanto tiempo pase, siempre seguirás siendo ese niño que tuvo la mala suerte de conocernos. — susurró jalando su cabello hacia atrás.
Hoseok se quedó callado.
Jungkook salió de el, se limpió y volvió a vestirse de la parte de abajo, le dio la espalda acomodando su ropa.
Hoseok se levantó como pudo, todo su cuerpo punzaba del dolor, subió su pantalón y bóxer, agarró con cuidado un tubo de metal y lo golpeó en la cabeza con toda su fuerza.
No dejó que ninguna queja saliera de su boca, pues no paró de golpearlo ni un solo segundo y mientras más se movía más se ensañaba con el.
Hoseok escuchaba los huesos romperse en cada golpe y solo se detuvo cuando su propio cuerpo no soportó más el dolor que sentía en cada esfuerzo.
Jungkook escupió sangre y con su último aliento dijo las palabras que atormentarían a Hoseok.
— Tu padre sigue vivo, solo fingió su muerte.
Hoseok abrió grandes sus ojos y lo miró, tomó fuerza de donde pudo y lo agarró de la camisa.
— Repite lo que dijiste. — lo movió con fuerza buscando respuestas y asegurarse de que había escuchado bien, pero Jungkook estaba muerto.
Hoseok azotó el cuerpo en el piso y le dio una última patada, su cuerpo ya no podía moverse. Necesitaba descansar y sus heridas rogaban por ser curadas.
Escuchó el ruido de la puerta ser abierta con violencia, trató de buscar algo para defenderse, pero se desmayó sin saber quien era la persona que había entrado.
En cuanto Jungkook había salido del funeral de su papá, Taehyung hizo que sus hombres lo buscaran a él y a Hoseok, y cuando tuvo noticias no dudó en ir a ver que pasaba.
La escena con la que se encontró era asquerosa, había sangre por todos lados, algo que parecía ser un cuerpo y al otro lado se encontraba Hoseok que estaba bastante golpeado.
Taehyung se acercó y lo llamó por su nombre varias veces, pero Hoseok ya estaba desmayado, así que lo sacó de ahí y pidió a su gente deshacerse de todo ese desastre.
— Creo que siempre seré yo quien te rescate. — lo miró mientras seguía inconsciente.
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𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.
FanfictionSe prometió ese día nunca volver a creerle, porque sabe que no le conviene. Hoseok era consciente de lo estúpido que fue por creerle todas esas promesas vacías, y maldijo el día en el que él apareció en su vida a destruirla más de lo que ya estaba. ...