𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.

Capítulo treinta y siete

Hoseok no había querido decirles sobre lo que Jungkook le dijo, no quería decirlo sin saber si era verdad.

Por el momento no debía preocuparse por la muerte de Jungkook, pues Dongseok y Sangwoo se habían encargado de eso.

Un día Dongseok llegó buscando a Seokjin, pero Hoseok no permitió que se lo llevaran.

— Él vive aquí, así que si el no quiere irse nadie lo obligará a hacerlo. — dijo serio.

— ¿Quién te crees para decirme que hacer o no con mi hijo?

— Esta es mi casa y él está aquí por voluntad propia. Nadie lo obliga a estar aquí.

Seokjin oía la voz de su padre y el temblor de su cuerpo fue involuntario.

Yoongi lo miró y se sentó a su lado.

— Nadie te sacará de aquí si tu no quieres.

Seokjin lo miró y suspiró.

— ¿Cuánto van a soportar tenerme aquí? Debo casarme con Taehyung, además no puedo esconderme para siempre.

— ¿Debes o quieres?

— Debo, pero ojalá pudiera hacer lo que quiero. — bajó la mirada. — Todo sería diferente.

— Si hablas de lo que creo, ni se te ocurra. — dijo serio con el ceño fruncido.

— Nunca le había importado a alguien antes, y se me hace extraño que justo seas tu quien se preocupe y me cuide. — susurró.

— No deberías de esperar a que alguien se preocupe por ti, tu deberías de cuidarte sin necesidad de alguien más.

— Yo siempre he sido muy cobarde, por eso necesito de otros para que me cuiden.

— No digas eso.

Seokjin suspiró y recargó su cabeza en el hombro del más bajo.

— Soy consciente de que si no me matas tu, lo hará Hoseok o mi padre, pero realmente espero que lo hagas tú. 

Yoongi se quedó en silencio.

— Mereces poder vengar a tu padre.

— Deja de decir tonterías. — rozó sus nudillos con la mano de Seokjin.

Seokjin asintió.

Hoseok pidió a su gente que sacaran a Dongseok de ahí.

— Solo dile a Seokjin que pronto será su boda con Taehyung, que se prepare. — se fue de ahí molesto.

Hoseok lo vio irse y la idea de visitarlo en la noche vino a su mente.

Necesitaba saber si Seung seguía vivo.

Taehyung  no había vuelto a la mansión, así como Hoseok se lo había pedido, aunque deseaba verlo y saber que estaba bien.

— Escuchamos que Hoseok quiere deshacerse de Dongseok.

— ¿Debería de ahorrarle el trabajo? Vayamos a visitar a Kim hoy.

Jimin llegó con Namjoon.

— ¿Ya tienes mi respuesta?

— No quiero  morir. — susurró.

Namjoon lo observó y sonrió de lado.

— Bien, esa era la respuesta que quería. — se acercó y lo besó con pasión.

Jimin correspondió el beso y rodeó con sus brazos el cuello del más alto.

Namjoon se separó del beso.

— No hagas nada, deja que yo me encargue de todo. — susurró.

Jimin asintió, sabía que esta podía ser la peor decisión de su vida, pero algo dentro de él se sentía correcto.

Namjoon se tomó el día libre para pasar el día con Jimin, al menos hoy quería pasarla bien con el, ya mañana podría preocuparse de lo demás.

Seokjin se quedó dormido en el pecho de Yoongi mientras este lo abrazaba.

Hoseok los observaba y entró a la habitación.

— Por lo visto ya domaron a la fiera.

— Cállate, cualquiera haría esto.

— Si, menos tu. — se rió. — Cuando despierte dile que su boda será pronto.

Yoongi rodó los ojos con molestia.

— No quiere casarse, así que dile a esos imbéciles que dejen de molestarlo. — lo abrazó cubriendo sus orejas para no despertarlo.

— Solo díselo, ya el decidirá si se casa o no. 

Yoongi asintió y lo vio irse.

Taehyung estaba cenando con su madre que no paraba de hablar sobre Hoseok, la boda y una forma de deshacerse del único heredero de los Jung.

—  Cállate, por favor, solo cállate. — dijo cansado.

— ¿Perdón? ¿Por qué estás siendo tan mal educado? — lo miró.

— Estoy cansado de todo esto, simplemente quiero largarme de aquí y hacer mi vida lejos de toda esta mierda.

— ¿Es una broma, no? Te recuerdo que todo esta mierda te ha dado de comer todo este tiempo y te ha dado todos los lujos que has querido.

— Lujos que yo no pedí y que tampoco quería.  — dijo molesto. — Me alejaste del lado de mi papá solo para usarme con tu estúpido amante y que ustedes se beneficiaran, todo por su tonta ambición.

— No seas un ingrato. Salvé tu miserable vida del hoyo en el que te tenia el pendejo de tu padre.

— ¡¡Mierda, yo era feliz así!! Entiende de una vez que yo era feliz en ese hoyo con mi padre. — dijo pasando sus manos por su cara y cabello. — Nunca debiste volver.

Byeol se acercó y le dio una cachetada.

— Cabrón, tu y yo estamos hechos de la misma mierda, así que no vengas a darte golpes de pecho ahora. — lo señaló con su dedo en el pecho. — Eres igual de miserable que yo, aunque fingieras que te afectaba y te doliera no volver a ver a tu padre, nunca hiciste nada por buscarlo.

— ¿Para qué? Siempre ibas a encontrar la forma de arruinarlo y mantenerme aquí. — se rió con tristeza. — Para mi papá era mejor tenerme lejos, porque tenerme cerca sería tenerte a ti buscándonos.

Byeol se rió.

— Alejarme de él fue mi forma de protegerlo de ti y de Seung.

— ¿A qué viene todo esto, eh? Ya tenías años sin reclamarme.

— Hoy me recordaron la clase de basura que soy.

— Creí que a este punto ya no tendrías conciencia.

— Pues para tu desgracia aun la tengo, y no hay día en el que no me atormente por todo en lo que me he metido por tu culpa. — suspiró y salió azotando la puerta.

Taehyung no siempre había vivido con su mamá, hubo una parte de su vida en la que vivía feliz con su padre sin lujos ni mansiones, simplemente ellos dos en un departamento viviendo al día, y con eso era feliz.

La desgracia llegó cuando su madre volvió y a la fuerza prometiendo una mejor vida, lujos y buenos estudios, se lo llevó dejando a un hombre destrozado y llevándose a un niño de 12 años confundido.

Antes de ese día Taehyung nunca había visto a su madre más que por fotos, hubiera deseado que así siguiera, pues nunca volvió a ver o a saber de su padre después de ese día.

Posiblemente siempre había sido esta mierda de persona que era ahora, pero antes de ese día creyó que era igual de bueno que su padre, y hubiera preferido seguir creyendo que era como el.