Capítulo treinta y ocho

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¿En qué momento habían llegado a esta situación? Hoseok y Taehyung se escondían detrás de una pared tratando de esquivar las balas de los hombres que trabajaban para Dongseok.

— Todo esto es tu culpa. — refunfuñó.

— ¿Mi culpa? Tu llegaste tirando amenazas y rompiendo puertas. — lo miró. — Nosotros estábamos hablando tranquilos y tu pusiste el desorden.

— No se suponía que estuvieras aquí. — dijo molesto.

— Vine a evitarte la molestia de ensuciarte las manos. — sonrió de lado guiñándole el ojo.

Hoseok puso los ojos en blanco y le dio un codazo en las costillas.

— Nadie pidió tu ayuda, maldito chismoso entrometido. — dijo entre dientes.

Taehyung había ido a platicar con Dongseok de la boda y de Seokjin viviendo con Hoseok, todo iba bien hasta que Hoseok llegó con varios hombres con armas rompiendo puertas, cuadros y floreros.

Haciendo que tanto los hombres de Taehyung como los de Dongseok se pusieran alerta disparando y comenzando una pelea de balas.

Taehyung no lo pensó dos veces y jaló a Hoseok escondiéndolo y cubriéndolo de las balas. 

— ¡¡No me toques!! — lo empujó molesto.

— Vas a hacer que te lastimen, así que tranquilízate.

— Te dije que no me toques. — le dio una patada en la entrepierna.

— Carajo, Hoseok, déjate ayudar por una vez.

— No, y mucho menos si eres tu el que me ofrece ayuda. — sacó su arma, se asomó por la pared y disparó en dirección a Dongseok que se estaba escondiendo.

Dongseok esquivo la bala, dirigió su vista a Hoseok y disparó, pero Taehyung lo jaló evitando que la bala lo lastimara.

Taehyung lo agarró de las mejillas y lo miró.

— Déjame matarlos por ti, no ensucies más tus manos de sangre, yo los mataré en tu lugar y después podrás matarme a mi. — susurró.

Hoseok lo miró fijamente a los ojos.

— No, no vas a quitarme el placer de matarlos con mis propias manos, así que deja de meterte en ni camino.

Taehyung suspiró, aventó a Hoseok y le disparó tres veces a Dongseok.

— ¡¡Lárgate de aquí!!

Hoseok escuchó las sirenas de la policía y se fue molesto.

Odiaba tener que lidiar con Taehyung, amaba tenerlo dentro de él, pero tener que soportar sus fingidas ganas de ayudarlo le daban asco y le parecía muy patético.

Esperaba que Dongseok siguiera vivo, necesitaba interrogarlo sobre Seung.

Seokjin observaba a Yoongi dormir, casi no lo había visto descansar, pero ahora que lo veía le parecía increíble que alguien tan gruñón se viera tan tierno dormido, obvio, eso nunca se lo diría en voz alta.

— Me cuidas y proteges tanto que hasta parece que vale la pena seguir viviendo. — sonrió un poco. — Hasta casi me creo que merezco ser feliz. — se acercó y le dio un beso en la mejilla.

Yoongi se movió en la cama.

— Podría ser egoísta por un momento, podría fingir que somos una pareja enamorada y que vivimos en paz. — lo abrazó y se acurrucó.

Un poco después, la noticia de que Dongseok estaba grave en el hospital llegó a la mansión.

Hoseok fingió sorpresa, aun no podía decirles lo que había sucedido.

Seokjin estaba llorando y rogó que lo llevaran a ver a su padre.

No tenía que rogar o pedir permiso, pero lo había hecho principalmente porque no quería ir solo, así que Yoongi lo acompañó.

Hoseok también fue junto con Namjoon y Jimin.

Taehyung ya estaba ahí esperando noticias.

Seokjin corrió hacia el y lo abrazó fuerte.

— ¿Qué fue lo que pasó?

— Estaba con tu padre hablando de la boda y entraron a robar, le dieron dos disparos y ahorita están tratando de salvarlo. — correspondió el abrazo tratando de consolarlo lo más que podía.

— Necesito verlo, necesito arreglar mis problemas con el. — susurró.

Byeol y Sangwoo llegaron al hospital.

— Ellos no deberían de estar aquí, estoy segura de que ellos lo hicieron. — miró a Hoseok y sus amigos.

Taehyung alejó a Seokjin y se acercó a ella.

— No empieces con tu mierda, aquí no. — dijo molesto.

— ¿Qué, cogértelo hizo que tus estúpido sentimientos regresaran? — lo empujó. — No seas ridículo, eso nunca va a pasar porque te odia. — se burló.

— Cuida tus palabras, porque la lista de tus enemigos puede crecer. — susurró.

Byeol sonrió con desdén y le dio la espalda.

Después de varias horas en espera, los doctores por fin salieron a pedirle a Seokjin que entrara, pues su padre quería verlo a solas.

Taehyung se tensó un poco y miró a Hoseok quien se veía despreocupado a simple vista.

Los doctores guiaron a Seokjin a la habitación de su padre y entró, detrás de él iban Taehyung, Yoongi y Hoseok.

Jimin estaba con su padre y Byeol mientras Namjoon observaba desde una esquina.

Seokjin se acercó a su padre y tomó su mano.

— Perdóname por ser tan mal hijo, por favor. Te juro que ya no te desobedeceré y haré todo lo que me pidas. — susurró entre lágrimas. — Ya no tendrás que limpiar mi mierda.

Dongseok lo miró y sonrió de lado.

— ¿Quieres la verdad? — se aclaró la garganta. — Tu no mataste a ese infeliz de Min. Fui yo y te culpé a ti para lavarme las manos. Seokjin, yo iba conduciendo ese auto y tu ibas completamente drogado, lo maté apropósito, te puse en el lugar del conductor y me fui dejándote ahí. — apretó su mano. — Tenías razón, te utilicé para salvar mi trasero.

Seokjin abrió grandes los ojos, sintió su estómago revolverse, lo miró y se alejó.

— Yo no sabía nada de lo que había pasado, y aún así preferiste decírmelo para atormentarme y volverme loco. — se rió con dolor. — Hiciste que volviera a recaer. Me jodiste la vida para salvar tu maldito trasero. — lo miró. — Por tu culpa me quieren matar. — limpió sus lágrimas.

Dongseok tosió al tratar de decir algo.

— Ojalá te mueras y te pudras en el infierno. — apretó su puño. — De verdad espero que no salgas de este hospital con vida. — se dio la vuelta y salió de ahí mareado.

— ¿Estás bien? — preguntó el pálido.

Seokjin lo miró y lo agarró de la camisa.

— ¿Quieres venganza? Ahí adentro está el verdadero asesino de tu padre, así que ve y mátalo de una puta vez, y a mi déjame en paz. — susurró de forma desgarradora, lo empujó y se fue.

Todos voltearon a ver a Seokjin irse mientras que Hoseok aprovechó para entrar a verlo.

— Habla de una vez…

— ¿Q-qué quieres?

— ¿Está vivo Seung?

— Si…

Hoseok apretó los puños.

— ¿Dónde se esconde?

— Eso solo tu lo sabes, antes de desaparecer dijo que solo tu sabrías encontrarlo. — se rió de forma burlesca.

Hoseok lo miró y entrecerró los ojos.

— Podría sacarte más información, pero no vales la pena y quiero hacerle el favor a Seokjin de deshacerme de la basura de padre que le tocó. — sonrió con malicia, sacó un estuche con una jeringa, la clavó en el cuello ajeno y le inyectó el líquido.

Dongseok comenzó a retorcerse y quejarse.

— Supongo que nos veremos en el infierno. — salió de ahí rápido antes de que se dieran cuenta de lo que pasaba.

Doctores y enfermeras entraron al cuarto corriendo mientras Hoseok observaba con una pequeña sonrisa.

Yoongi se acercó a él decidido y molesto.

— ¿Qué mierda hiciste? — le agarró el brazo con fuerza.

— Te hice un favor a ti y a tu noviecito, así que no te quejes.

— Hoseok.

— Tu querías al hijo, y ahí te lo dejé para ti, así que no vengas a joder. — lo empujó. — Deja de creer que podemos enamorarnos y ser felices, Min Yoongi. Entiende que somos unos monstruos a los que nadie en su sano juicio van a amar.

Unos monstruos igual a los que querían destruir, porque para llegar a donde estaban habían hecho cosas horribles que a cualquiera espantarían.

𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora