Capítulo diez

156 36 4
                                    

Hoseok estaba en aquel cuarto gris y frío, su mirada estaba perdida en un punto fijo de la habitación tratando de entender lo que estaba pasando, y en lo que había sido involucrado.

— Jung Hoseok, lo mejor que puedes hacer es declararte culpable.

Hoseok escuchó al abogado decir eso y lo miró sorprendido por lo que le pedía.

— ¿Por qué? Se supone que vas a defenderme, ese es tu trabajo y por eso te pagan, ¿no? Yo no hice nada, soy inocente. — dijo con la voz temblorosa.

— Tu caso esta perdido, no hay pruebas a tu favor o algo que sea de ayuda para defenderte. — suspiró cansado. — Todo apunta que fuiste tú, Hoseok, hay testigos y tu ADN es el único que fue encontrado en la escena.

— No, no , no , no, yo no puedo ir a la cárcel. — dijo nervioso y con lágrimas acumulándose en sus ojos.

— Si llevamos tu caso a juicio pueden pasar años para que nos den una sentencia, y lo más seguro es que terminen declarándote culpable, pero en lo que eso se decide tu estarás en la cárcel y tendrás que quedarte más tiempo para cumplir la condena que te pongan, podrías quedarte aquí hasta que mueras. — lo miró poniendo sus manos en los hombros del chico. — Pero, si te declaras culpable, tu condena será menor y podemos pedir que te reduzcan la condena por buen comportamiento, estarías poco tiempo.

— Yo no lo hice y no tengo porque pagar por eso.

— Estoy haciendo lo que mejor te conviene, pero si quieres nos vamos a juicio para que te quedes aquí lo que resta de tu jodida vida. — dijo de forma dura.

Hoseok lo miró molesto mientras las lágrimas salían de sus ojos, no pudo retenerlas más tiempo de lo que ya lo había hecho, desde ayer no lloraba y eso había hecho que la gente creyera cada vez más que el culpable era él.

Ni siquiera iba a ir a ese lugar ese día, pero la insistencia de esas dos personas había sido tanta que terminó yendo a regañadientes, pero llegó antes, lo suficiente para ver a esa mujer cometer el crimen enfrente de sus ojos, y fue tan idiota que no gritó en el momento, simplemente se acercó dejando su ADN en el lugar, en el cuerpo y en el arma homicida.

— Ellos lo planearon todo. — susurró. — Ellos me tendieron una trampa. — se rió con amargura y limpió sus lágrimas con fuerza.

— ¿Quiénes son ellos?

— Nadie, no importa, me declarare culpable, pero sácame de ahí lo más rápido posible.

— Te darán 15 años, pero si te portas bien y muestras arrepentimiento posiblemente baje a 7 años, te van a juzgar como un adulto ahora que tienes 18.

Hoseok encogió sus hombros.

— Esta bien, no importa, solo quiero que esta pesadilla termine rápido.

— Mañana será el juicio, así que va a ser rápido.

— Que felicidad. — dijo sarcásticamente.

El abogado miró a Hoseok con pena.

— No podrás asistir al funeral, su esposa pidió que no te presentaras.

— ¿Su esposa? Ella no es su esposa, nunca se casaron, simplemente era su zorra. — bajó la mirada. — No pensaba ir al funeral.

— Nos vemos mañana, hoy también pasaras la noche en la comisaría, vendré por ti temprano.

Hoseok asintió y vio al abogado salir del cuarto.

Los policías entraron por Hoseok y lo llevaron a la celda en la que se estaba quedando desde ayer, lo metieron y se acostó haciéndose bolita.

𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora