𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.

Capítulo quince

Hoseok observaba su brazo mientras delineaba la cicatriz en forma de “K” que tenía.

— Cuando salgamos podemos hacer algo para que te quiten eso. — se sentó a su lado.

— No, no quiero que me lo quiten. — lo miró. — Quiero que nunca se me olvide todo lo que me hicieron, quiero que esta furia y enojo siga intacto para cuando tenga que vengarme. — bajó la mirada a su cicatriz.

— ¿Quién te lo hizo?

— Kim Byeol. — se rió. — Me marcó con una “K” bastante fea la verdad.

Namjoon lo miró y se rió bajo.

— Mañana vendrá Beomgyu a verte, te digo para que recibas su visita.

Hoseok asintió.

— Si, es bastante fea esa cicatriz. — se sentó en el suelo enfrente de ellos.

Hoseok y Namjoon lo miraron.

— Beomgyu te va a dar unos paquetes para nosotros, así que recíbelos.

— Claro que si Sr. Min, haré lo que usted diga. — dijo con sarcasmo y sonrió.

Yoongi rodó los ojos.

— Creí que nunca podría presenciar que alguien fastidiara tanto a Yoongi y que aún así viviera para seguir haciéndolo. — se rió. — Todas las personas que lo molestaron están tres metros bajo tierra.

Hoseok miró a Yoongi.

— ¿De verdad? Creo que alguien está cayendo ante mis encantos. — le guiñó el ojo de forma coqueta.

Yoongi lo miró y se rió ofendido.

— Los dos son unos idiotas. — se levantó y salió de ahí.

Namjoon soltó una fuerte carcajada.

Hoseok se rió un poco.

Al día siguiente Beomgyu y Hoseok se conocieron.

Hoseok lo observó.

— ¿Por qué me miras tanto?

— ¿Qué eres de Namjoon y Yoongi? — preguntó curioso. — ¿Eres la pareja de alguno de ellos? ¿Su hermano? ¿Su hijo? — entrecerró los ojos.

Beomgyu lo miró raro y comenzó a reírse.

— ¿Su hijo? ¿De verdad? Pues ¿cuántos años crees que tengo?

— ¿15? — dijo confundido.

— Tengo 21, y ellos son la familia que elegí, así que ten cuidado en no lastimarlos o meterlos en problemas. — se acercó, lo agarró del cuello de su uniforme y lo jaló cerca de él. — Porque estoy dispuesto a matarte si les pasa algo. — susurró y le dio un beso en la mejilla.

Hoseok lo miró con ojos grandes.

— Mientras seas bueno y demuestres tu lealtad a nosotros también cuidaré de ti, así como lo hago con ellos. — sonrió y regresó a su asiento.

— Creo que hay algo mal contigo, lo peor de todo es que no se si me molesta o me gusta.

— Eso lo tendrás que averiguar solo. — sonrió y sacó unos paquetes. — Ten, uno es para ti.

Hoseok los agarró.

— Yo seré tu abogado desde ahora, así que cualquier cosa que necesites pídemelo.

— Quiero que busques a Jung Wooseok.

— Ya lo estoy haciendo, Namjoon y Yoongi me lo pidieron antes, pero está siendo complicado encontrarlo. — lo miró. — ¿Alguna otra cosa?

— Saca todo el dinero que hay en esta cuenta y guárdala en otra. Por favor, inviértelo y haz más dinero con el. — le dio una tarjeta con una hoja.

Beomgyu lo observó y tomó las cosas.

— ¿Estás seguro? No quiero reclamos después.

— Si, estoy seguro, y no habrá reclamos si haces las cosas bien.

Beomgyu sonrió grande y asintió.

— Gracias, creo que por ahora no necesito nada más. — se quedó pensando. — Bueno, hay algo más... Necesito que investigues todo lo que puedas de las familias de la élite, ¿puedes hacerlo?

— Si, puedo hacerlo, en cuanto tenga la información te la traeré.

Hoseok asintió y sonrió.

Cuando regresó a su celda se sentó y abrió el paquete que tenía su nombre, al abrirlo se encontró con dinero y un celular.

Hoseok nunca había tenido un celular antes, así que no entendía como usarlo.

Yoongi entró y lo observó tratando de no reírse.

— A veces olvido que eras una damisela encerrada en tu torre, ¿tu príncipe fue a rescatarte? — se rió.

Hoseok lo miró molesto.

— Si, si fui la damisela, pero ningún príncipe fue a salvarme, y el único que creí que lo haría era un príncipe que se convirtió en un verdugo más, que lo único que logró fue hacer que me encerraran en otro lugar peor. — suspiró. — No me subestimes, porque ya no soy esa persona y tampoco necesito a nadie que me salve, yo puedo hacerlo solo.

— ¿Cómo pudiste enamorarte con solo palabras lindas?

— ¿Qué esperabas? Si lo único que había recibido hasta ese momento fueron golpes, insultos y maltratos, era obvio que con apenas unas migajas me iba conformar con tan poco. — lo miró. — Pero, créeme que eso nunca volverá a pasar.

— ¿Eso crees? Entonces, ¿por qué estás confiando en nosotros? También podemos engañarte igual o peor.

— Lo sé, pero también soy consciente de que ustedes tienen algo en contra de las grandes familias, así que supongo que les conviene ayudarme. — entrecerró los ojos. — Créeme que soy muy consciente de que su ayuda no es por buenas personas, pero en estos momentos yo los necesito, y ustedes me necesitan a mi.

Yoongi lo observó.

— Además, me han defendido en varias ocasiones, así que supongo que eso también me hace confiar.

Yoongi se rió y bajó la mirada.

— El también te prometió cosas e hizo muchas más para ayudarte, ¿no?

— ¿A qué quieres llegar con todo esto? — dijo un poco molesto.

— Que no puedes confiar en cualquier persona, ni siquiera en nosotros. — se acercó a él. — Tienes que aprender de lo que te pasó, no caer nuevamente en situaciones similares.

Hoseok sonrió un poco.

— ¿Qué?

— Por esto es que confío en ti y en Namjoon, se hacen lo rudos, pero siempre se preocupan por mi.

— Claro que nos preocupamos por ti, ahora eres parte de nuestra familia disfuncional. — sonrió. — Les traje la cena.

Hoseok lo miró.

— No dejes que este imbécil te asuste con sus cosas, es huraño al principio, pero tiene un gran corazón. — sonrió y dejó la comida en la cama.

Hoseok les entregó los paquetes que Beomgyu mandó.

— Beomgyu nos trae dinero y cosas, así que pídele lo que quieras, en el celular esta su número y el de nosotros. — agarró la comida que trajo el más alto. — Come, antes de que se enfríe.

Hoseok asintió y comenzó a comer.

Estar con ellos comenzó a sentirse bien, se volvió cálido estar acompañado, había olvidado lo que era tener una familia, y aquel sentimiento le recordaba a su madre.