Dulce Mentira [+21]

Capítulo 24

Un mes después.

Violet

Muevo mis piernas tratando de distraer mi mente con algo, estos días del año siempre son así para mi, faltan dos semanas para cumplir otro año sin mis abuelos, para cumplir tres años sin verlos, sin poder evitarlo una solitaria lágrima escapa de mi ojo pero la limpio rápidamente no queriendo que alguien la vea, no queriendo que alguien me pregunte que me pasa.

Nada me pasa, yo estoy bien.

📲Violet: Al final si iré al club, te aviso cuando llegue y prometo no beber tanto.

Adrix me responde enseguida.

📲Adrix: Espérame, iré contigo.

Sé lo que hace, sé que no quiere dejarme sola porque teme que cometa una locura pero no lo haré, yo estoy bien, muy bien.

Tan bien como podría estar una persona que perdió a sus seres más queridos y como si fuera poco descubrió que es el objeto de repudio para sus padres.

Me pongo una falda de cuero negra con un top rojo con escote profundo y espalda descubierta, en mis pies decido llevar unas botas rojas hasta las rodillas y un pequeño monedero negro, miro mi maquillaje en el espejo detallando el delineado que hace que mis ojos violetas resalten aún más de lo que ya lo hacen, mis labios de un potente rojo se roban la atención esta noche, me alejo del espejo y tomo las llaves de mi auto saliendo de mi casa con las ansias de olvidar.

Necesito escapar por un momento de mi asquerosa realidad.

Enciendo mi auto y tomó rumbo al club, manejo tratando de no perderme en mis pensamientos, los minutos dentro del auto me saben a nada cuando ya estoy frente al club, entró buscando a mi amiga con la mirada pero no la encuentro así que me siento en la barra a esperar a que llegue, le pido al Bartender que me sirva un trago y cuando lo hace me lo tomo de golpe.

La vida es una mierda.

Las horas pasan y yo sigo en la barra esperando por Drix, el alcohol empieza a pasarme factura así que me levanto de mi asiento en la barra y me voy hacia la pista, una vez en está empiezo a bailar sola intentando que mi mente no se llene de malos recuerdos, mis ojos se cristalizan cuando no puedo lograr mi cometido y la imagen de mis abuelos acostados en sus ataúdes invada mi mente, cuando los metieron a ese hoyo y yo no pude hacer nada.

Soy una inútil.

Seco mis lágrimas con brusquedad cuando siento unas manos en mis caderas atrayéndome a un pecho de no sé quién, sigo bailando intentando que quien me sujeta pueda servir de distracción por lo menos por un momento pero no lo hace, no cuando su olor llega a mis fosas nasales y no es el de él... no es el de ellos.

Hombre: ¿Vamos arriba?

Me separo del sujeto tras mi espalda cuando su tacto me asquea, con una sonrisa que supone ser amable niego con mi cabeza y salgo de la pista viendo como unos sujetos se lo llevan arrastras fuera de la pista.

Que raro.

Salgo a tomar aire cuando me siento mareada en extremo, río a carcajadas sin saber el motivo y hago silencio abruptamente cuando mi teléfono suena en mi bolsillo, lo saco del mismo y a pesar de que la fuerte música no me deja escuchar bien de quién se trata y mi vista borrosa por el exceso de alcohol no me permiten ver el nombre de quién me llama hablo.

📲Violet: ¿Aló?— digo entre hipidos— ¿Tienes mi pony?— hace unas horas le escribí a Drix que me consiguiera un pony para ir a buscar a mis hombres cuando me dijo que no podía venir— n…necesito mi pony…

Susurro como si de un secreto se tratase, miro a mis lados cerciorandome de que nadie me haya escuchado.

Es un secreto.

📲Luca: ¿Ojitos? ¿Estas borracha?

No.

Niego con mi cabeza como si él pudiera verme y dejándome llevar por el alcohol en mi sistema le digo con voz atropellada.

📲Violet: Lo que estoy es loca por ti…

Tan difícil no era Violet Lambert.

📲Luca: ¿Dónde estás? Mandaré a alguien a buscarte.

Ignora deliberadamente mis palabras y mi pecho se oprime ante tal acción.

📲Violet: ¿No me quieres?

Nadie me quiere.

📲Luca: No te quiero Violet Lambert, yo te amo, pero esa no es una conversación que deba tenerse por teléfono y menos contigo ebria.

Lo escucho decir, parece enojado.

📲Violet: No estoy ebria, tu estás ebrio.

¿Quién se cree para decirme ebria a mi?

📲Luca: Dime dónde estás.

No.

Cuelgo la llamada sin responder a su cuestionamiento y veo a los hombres de la pista salir con un hombre inconsciente.

Ese si está ebrio.

Me subo a mi auto queriendo regresar a casa cuando la música empieza a molestarme, antes de arrancar decido hacer una última llamada que sé que cuando esté un poco más sobria, porque no estoy ebria,  no podré hacerla.

📲Violet: Sé tu secreto…

Es lo primero que sale de mi boca cuando la llamada es respondida al primer tono, la respiración que se escucha a través de mi teléfono me logra erizar los vellos de mi nuca.

📲Alessio: ¿Qué? ¿De qué hablas?

Arrancó el auto y pongo la llamada en manos libres, me quedo en silencio por varios minutos hasta que decido responder.

📲Violet: E…estaba esperando a que me lo dijeras pero creo que temes que no te acepte como eres… yo los quiero… los quiero a ambos, a todos.

A tus dos tú.

📲Alessio: ¿Dónde estás?— escucho el movimiento de unas llaves y luego de una puerta al ser cerrada— Vamos para allá.

Sonrió.

Tiene mi pony el maldito.

📲Violet: Tienes mi pony desgraciado— río a carcajadas al saber que tiene mi pony, tiene mi pony y no podré ir por ellos— ahora no podré ir por ustedes…

📲Alessio: ¿Pony? ¿Estás borracha?

¿Por qué todos dicen lo mismo? Yo no estoy borracha joder.

Una estridente luz impacta contra mi rostro y el constante sonido de una bocina me hace ver que no estoy en mi carril, veo como un auto viene en mi dirección y en un acto reflejo giro el volante hacia la derecha tratando de evitar el impacto contra el auto y lo logró, por una vez en mi vida logró hacer algo no tan mal.

Evité que mi auto chocara con el auto de enfrente pero no con el poste de luz en la acera, mi cabeza impacta duramente contra el volante y siento algo líquido bajar de mi cabeza.

📲Alessio: ¿Stellina? ¿Stellina estas bien?

Mi vista se vuelve aún más borrosa y mi voz no colabora conmigo.

📲Alessio: Dolcezza, por favor háblanos…

Es lo último que escuchó antes de dejarme llevar por la oscuridad.

Quizá pueda ver a mis abuelos.