Capítulo 40

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Desconocido

Sonrió sin poder evitarlo, miró a la mujer frente a mi que me miraba de forma enojada.

Chica: ¡Es mío!

Suelta con una voz extremadamente chillona, miro a mi mujer a mi lado quien la mira con una mirada llena de odio, sé que sabe que entre nosotros pasó algo como también sé que sabe que la escuche con el chiquillo ese.

Desconocido: Lo sabemos y lo tendrás.

Si llegas viva a eso.

Chica: ¡Están con ella, están con esa puta!

Su rostro se voltea por la bofetada que le propina el chiquillo, sonrió al ver que entre ellos harán el trabajo que a mi me da pereza hacer, su estupidez llega a niveles tan altos que no se dan cuenta que están siendo manipulados como títeres.

Chico: La única puta eres tú, cállate si no quieres que te mate.

Mi mujer toma la palabra con una sonrisa en su rostro llamando la atención de los dos ineptos.

Mujer: Cada uno tendrá aquello que quiere, solo deben esperar.

Sonrió al escuchar sus palabras.

Cada uno tendrá lo que quiere solo si aquello que desean es una bala entre las cejas.

Ya nos veremos perra ladrona.

Violet

Siento besos por todo mi cuerpo haciendo que mi cuerpo poco a poco abandoné el mundo de los sueños, sonrió y abro mis ojos completamente viendo a mis chicos frente a mi con solo unos bóxers cubriendo sus pollas, muerdo ligeramente mi labio inferior recordando todo lo que hicieron ayer conmigo y los miro a los ojos viendo como tragan saliva y desvían la mirada de mi cuerpo, miro donde miraban ellos encontrándome completamente desnuda y marcada, miro mira caderas y cintura notando las marcas de dedos en ellas, mis pecho también están llenos de marcas de dedos y chupones.

Violet: Joder— suelto intentando pararme de la cama fallando terriblemente en el intento cuando mis temblorosas piernas me hacen caer, miro a los chicos asustada— ¡Me dejaron inválida!

Grito ganándome fuertes carcajadas de parte de mis chicos, Stefano me toma entre sus brazos y hace que envuelva mis piernas alrededor de sus caderas empezando a caminar conmigo directo al baño con Alessio y Luca detrás de nosotros, el rose de su polla cubierta por el bóxer contra mi desnudo y sensible coño me hace gemir bajito, me sonrojo fuertemente cuando una de sus manos impacta contra una de mis nalgas en modo de advertencia.

Stefano: Anoche fuimos muy bruscos y estás lastimada, no hagas ese tipo de sonidos porque nuestro autocontrol tiene un límite, stellina.

Beso suavemente la piel de su cuello y murmuró un suave.

Violet: Si, señor.

Siento sus músculos tensarse, ingresamos al baño y veo que es enorme, en la ducha fácilmente cabemos los cuatro, Stefano deja mi tembloroso cuerpo en medio de Luca y Alessio luego de besar levemente mis labios, el agua empieza a caer sobre nuestros cuerpo desnudos, siento como Luca lava mi cabello delicadamente mientras Alessio se encarga de lavar mi cuerpo, hago lo mismo con ellos haciendo que se agachen un poco para lavar sus cabezas, paso mis manos lentamente por sus torsos desnudos viendo cómo sus pollas brincan ansiosas por mis atenciones, bajo lentamente mi mano y envuelvo sus pollas entre mis pequeñas manos viendo que no puedo envolverla toda, cuando voy a empezar con lentos movimientos soy detenida por sus fuerte y venosas manos.

Luca: No, no quieres ganarte un castigo ¿Verdad ojitos?

Si quiero.

Alessio: No haremos nada, no hasta que tu cuerpo esté completamente bien, dolcezza.

Estoy bien, solo me duele un poco el coño y no puedo caminar pero estoy bien.

Violet: Pero...

Soy interrumpida por la dominante voz de Stefano, miró en su dirección viendo que viene a nuestro encuentro con una toalla rodeando sus caderas y un pequeño pote con alguna crema, mis chicos se encargan de sacar todo el exceso de jabón de mi cuerpo, Stefano le pasa la toalla a su hermano y luego de envolver una en sus caderas mientras Luca seca mi cuerpo delicadamente me envuelven en la toalla y me sacan de la ducha, volvemos a la habitación y me recuestan en la cama, veo como Luca se pierde en el gran armario y Alessio se acerca a mi rostro para dejar un suave beso en este.

Alessio: Lo siento.

Susurra avergonzado y yo frunzo mi ceño por sus palabras.

Violet: ¿Por qué lo sientes? ¿Te arrepientes?

Pregunto preocupada al ver su expresión arrepentida.

Alessio: No— me mira a los ojos con un mar de sentimientos en su mirada— no me arrepiento de nada de lo que he vivido contigo, me arrepiento de haberte hecho daño anoche, fuimos muy bruscos, dolcezza.

Susurra bajando su mirada.

Stefano: No volverá a pasar stellina, lo juro.

Los miro a ambos antes de que mi rostro se tiña de rojo por lo que diré.

Violet: Pero a mi me gusto... mucho.

Me gano la inmediata mirada de ambos, sus ojos se encuentran levemente oscurecidos por mis palabras.

Alessio: ¿No mientes para hacernos sentir mejor?

Niego con una sonrisa mientras me inclino un poco para dejar un beso en sus labios.

Violet: No cambiaría absolutamente nada de lo que hicimos anoche, eso es quienes son y me encanta.

Stefano se arrodilla ante mi con una sonrisa en su rostro antes de quitar la toalla de mi cuerpo y abrir mis piernas, el rojo incrementa en mi rostro al verme tan expuesta, deja un suave beso en mi clítoris que aún sigue sensible antes de esparcir la crema por todo mi coño con cuidado y delicadeza, se levanta dejando un beso en mi pelvis y levantando mi cuerpo para que Luca coloque una camisa negra enorme sobre mi cuerpo.

Luca: Listo.

Dice antes de alzar mi cuerpo y empezar a caminar conmigo en brazos escaleras abajo.

Alessio: ¿Es normal que me la ponga dura solo verla con una camisa nuestra?

Lo escucho susurrar y miró a Luca quien me ve con una sonrisa pícara en su rostro antes de besar mis mejillas sonrojadas.

Stefano: Me pregunto lo mismo.

También me pregunto si es normal que mi coño se humedezca con solo verlos.

Nota de la autora:

Yo también quiero ¡Me toca!

Solo digo que se vienen cosas, cositas, cosotas.

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Dulce Mentira [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora