Capítulo 13

6.1K 469 40
                                    

Un mes después.

Violet

Miro a la distancia como Drix camina en mi dirección refunfuñando y maldiciendo en todos los idiomas que conoce, frunzo el ceño y muerdo mi labio inferior tratando de contener la risa que quiere salir de mi boca al verla roja de la furia.

Adrix: No te rías maldita desgraciada.

Suelta entre dientes, sonrió un poco y niego con mi cabeza.

Violet: No me estoy riendo— aún— ¿Puedo saber que te pasa?

Se tira en la silla frente a mi de forma dramática, suelta un profundo suspiro y tira de sus negros cabellos frustrada.

Adrix: No soporto un día más la puta universidad, estoy cansada.

Somos dos hermana, somos dos.

Violet: ¿Algo que no sepa?

Levanta la mirada de la mesa y deja de jugar con sus dedos antes de mirarme.

Adrix: Mis padres llegan hoy— suelta frustrada y le da un pequeño golpe a la mesa— y no pude hacer ni una puta fiesta.

Al parecer todos los maestros de la universidad se han puesto de acuerdo para hacer nuestras vidas imposibles y nuestras agendas tan abarcadas que apenas nos da tiempo para bañarnos.

Violet: ¿Y si vamos al cine o algo?

Le pregunto ganándome una mirada para nada alentadora.

Adrix: No quiero salir, me duele todo.

Vuelve a recostar su cabeza en la mesa y el foco que ilumina mi mente se enciende.

Violet: Y si...— llamó su atención cuando le pongo suspenso a mis palabras— ¿Y si vemos Los Bridgerton?

Sus ojos brillan al escuchar mis palabras, veo el momento exacto en que sus dientes salen a atrapar su labio inferior.

Adrix: Quizá ver a mis hombres me alegré el día.

Si, así es como se le levanta el ánimo a Adrix Becker.

[*🍫*]

Juego con el lápiz en mi mano mientras mi mente se pierde en los acontecimientos de este mes, la partida de Luca fue un momento que indicó un antes y un después en mi vida, es como si por fin entendiera que no es bueno guardarse las cosas para uno mismo.

Aunque creo que lo entendí tarde.

La clase termina, todos se levantan de sus asientos y salen del salón dejándome sola con el viejo pelón mientras recojo mis cosas, escucho sus pasos al acercarse a mi pero no levantó la vista de mis cuadernos, me agacho y meto mis cuadernos en mi mochila cuando de repente siento unas manos en mis caderas y una presencia en mi espalda, mi cuerpo se paraliza al verme en esta situación.

Profesor: Señorita Lambert.

Suelta con una asquerosa voz ronca, sus manos no abandonan mi cintura y su entrepierna no deja de restregarse contra mis nalgas.

Joder no.

Mis ojos se llenan de lágrimas, mi respiración se acelera y el pánico empieza a nublar mi mente por varios segundos.

Violet: S...suélteme.

Nunca creí que sería capaz de hacer esto, en la universidad se han corrido varios rumores de que estas actitudes son normales en él pero como nunca había visto nada raro y como no me gusta juzgar a la gente sin pruebas decidí pasarlo por alto.

Que puta equivocación.

Profesor: Es usted una joven muy bonita— a pesar de que intento que me suelte y se aleje no logró evitar que su asquerosa mano se cuele en mi vestido y llegue a tocar mi muslo desnudo— muy, muy bonita.

Miro los lápices que quedaron en mis manos y cuando intento defenderme de su sucio tacto una voz llega a darme esperanza.

Alessio.

Alessio: Violet...

El cuerpo del asqueroso viejo se separa rápidamente del mío, mi cuerpo tiembla y me permito romperme al verlo aquí, al ver que estoy bien y que no me toco, no lo suficiente al menos.

Alessio: ¿Se puede saber qué coño está pasando aquí?

Su tono de voz delata el enojo que siente, se acerca a mí y envuelve mi tembloroso cuerpo entre sus brazos al verme tambalear, siento sus músculos tensos y sus rápidas respiraciones, en este último mes hemos entablado una bonita relación de amistad a pesar de sus constantes cambios de humor, el me entiende y escucha, yo le hago compañía y lo comprendo.

Mi labio inferior tiembla al ya no tener las sucias manos del depravado que se encuentra pálido delante de nosotros, veo como sale disparado y cuando Alessio quiere ir detrás de él me aferro a su camisa no queriendo que me deje sola.

No quiero estar sola aquí.

Violet: No me dejes.

Susurro y me reprendo por lo desesperada que sueno, no me gusta para nada la sensación de vulnerabilidad que se instala en mi pecho de forma intensa y desgarradora.

Alessio: Ya, ya estoy aquí y no pienso dejarte— murmura besando mi frente y apretando el agarre en mi cuerpo— vámonos de aquí— recoge mis cosas y coloca mi mochila sobre su hombro, toma mi temblorosa mano entre las suyas y luego de dejar un beso en el dorso de mi mano se encarga de secar mis lágrimas— no llores, no me gusta verte llorar.

Entrelaza nuestros dedos y toma rumbo a la salida conmigo a su lado, mi corazón se acelera al verlo cuidarme de tal manera, al ver lo preocupado que está por mi. Mientras caminamos saca su teléfono de su bolsillo y teclea algunas cosas de forma rápida.

Alessio: Tranquila, no lo volverás a ver jamás, dolcezza.

La promesa es clara en su voz y otra vez es eso allí... eso que los diferencia, a lo largo de este interesante e intenso mes he podido descubrir algunas cosas de Alessio, estuvo todo este mes dando charlas en mi salón y siempre que podía me daba una pícara mirada acompañada de un guiño, en otras ocasiones solo me regalaba una sutil sonrisa, algunos días no se quería separar de mi cuerpo y otros solo me brindaba leves roces.

He descubierto que Alessio es especial y eso solo hace que me encante más, y eso... eso me asusta.

Nota de la autora:

Dejen sus cuchillos aquí para el maldito viejo pelón, yo misma me encargaré de afilarlos.

¿Les gustó el capítulo? ¿Qué creen que pase ahora? ¿Quién más ama Los Bridgerton?

Voten y comenten.

Dulce Mentira [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora