Capítulo 43

5.2K 404 7
                                    

Dos días después.

Violet

Salgo de la universidad y me subo a mi auto, desde hace dos días los chicos han estado actuando raro y eso me preocupa, me preocupa la sola idea de pensar en que ellos se puedan aburrir de mí y dejarme.

No creo soportar que eso llegue a pasar.

Sé que es insano, sé que no debería estar sintiendo que sin ellos no respiro, sé que no es bueno ni para mi, ni para ellos que esté tan aferrada a ellos pero no puedo evitarlo.

Estaciono mi auto frente al portón de la mansión de los chicos viendo que hoy tienen seguridad en extremo.

¿Qué está pasando aquí?

Bajo la ventanilla de mi auto e inmediatamente los guardias me ven se encargan de abrir el portón sin siquiera preguntar, avanzó en el auto hasta que estoy frente a las puertas de la mansión, estacionó el auto y bajó del mismo, entro a la mansión cuando veo que las puertas de está se encuentran abiertas.

Violet: ¿Chicos?

No veo a nadie en la sala, subo las escaleras y mi pulso se acelera cada vez que me voy acercando más a las habitaciones, una vez en el pasillo de las mismas intento entrar a la habitación donde siempre dormimos cuando estoy aquí pero mi mano se queda paralizada en el pomo de la puerta cuando escuchó unos ruidos extraños, suelto el pomo sintiendo que mi corazón quiere salirse por mi boca cuando logró identificar gruñidos.

¿Qué mierda?

Camino hacia la puerta semi abierta de donde provienen dichos sonidos, la abro lentamente paralizandome por un momento con lo que mis ojos están viendo, trago saliva cuando veo como Stefano se encuentra con los ojos cerrados envolviendo su polla con una de sus manos en el borde de la cama, entró en la habitación cuando siento mi coño palpitar haciendo un gran esfuerzo para que no note mi presencia en la habitación, quitó el vestido de mi cuerpo quedándome en unas pequeñas bragas negras, saco mis zapatillas de mis pies y me acerco a Stefano quien sigue en lo suyo, envuelvo mi mano sobre la suya haciendo que abra sus ojos rápidamente.

Stefano: ¿Qué...?

Su voz suena ronca, me coloco a horcajadas sobre sus piernas y lo miro a los ojos.

Violet: Déjeme ayudarle, señor.

Su mirada oscurecida choca contra la mía antes de sujetar mi cuello y estampar sus labios contra los míos salvajemente, siento como magrea mis nalgas con sus manos sin dejara de besar mis labios con hambre, nos da vuelta en la cama para ahora quedar el encima de mí, siento mi coño palpitar cuando siento su desnuda y palpitante polla justo en mi centro, lo miro desde la cama cuando se levanta y se pierde desnudo en el armario, cuando iba a levantarme lo veo llegar con unas pinzas en sus manos, su cuerpo se cierne sobre el mío nuevamente, sus manos se encargan de arrancar mis bragas de mi cuerpo sacándome un jadeo por su repentina acción, su mano baja lentamente hasta encontrarse con mi húmedo coño, acaricia lentamente mi clítoris antes de prenderse de mis pechos.

Violet: Joder...

Susurro ganándome una leve palmada en mi coño causando que un húmedo y erótico sonido llegue a mis oídos, muerde mi pezon haciendo que mi cuerpo se sacuda por el placer que el dolor me causa.

Stefano: Cuida esa pequeña boquita...— me mira a los ojos antes de separarse de mí, señala las pinzas en sus manos y yo asiento con mi cabeza levemente, deja un suave beso en mis labios antes de colocar las pinzas en mis sensibles y erectos pezones, un suave gemido sale de mis labios cuando tira de la cadena que las une— Ven— levanta mi cuerpo de la cama, se sienta en el borde de la misma luego de colocar un cojín en el suelo, me hace arrodillarme frente a él sobre el cojín quedando de frente con su polla, su mano se extiende hasta tomar la cadena que une las pinzas en mis pechos y tira levemente de ella— serás una buena niña y tomarás mi polla con tu boca mientras te tocas ¿Entiendes?

Lo miro a los ojos cuando aquellas palabras llenas de poderío y dominación salen de su boca antes de asentir sumisamente.

Violet: Si, señor.

Envuelve mi cabello en una coleta y acerca su polla a mi boca, abro mi boca deseosa porque me llene con su polla, envuelvo su polla con mis labios sintiendo sus venas palpitar contra mi boca, bajó lentamente una de mis manos hasta encontrar la humedad de mi coño y acaricio lentamente mi clítoris viendo su perversa sonrisa al ver cómo acató sus órdenes.

Stefano: No te correras, no hasta que mi polla esté profundamente clavada en tu pequeño coño— su mano en mi cabello hace una leve presión que hace que su polla llegue hasta el fondo de mi garganta, mis ojos se llenan de lágrimas cuando lo siento tan profundo— Respira, vamos, tómalo.

Hago lo que me dice sintiendo su polla llegar más profundo, acaricio sus palpitantes venas con mi lengua y cuando yo misma intento tomar más de su polla me ahogo un poco con ella, su cuerpo tiembla cuando las vibraciones que produce mi garganta llegan a su polla, la saca inmediatamente y estampa sus labios contra los míos mientras tira de la cadena, me da vuelta y hace que me ponga en cuatro, levanta mi trasero, lo siento pasar su polla por mis húmedos pliegues y antes de que pueda siquiera procesarlo lo siento clavándose profundamente en mi coño, mis paredes vaginales atrapan su polla fuertemente sacándole un gruñido a mi hombre, impacta una de sus manos contra una de mis nalgas sacándome un fuerte gemido, siento como sus movimientos se aceleran descomunalmente.

Violet: Dios.

Susurro cuando aquellas partículas de placer se amontonan en mi vientre bajo, una de sus manos sujeta mi cabello haciendo que mi espalda impacta contra su pecho, coloca una de sus manos envuelta en la cadena en mi vientre acercándome aún más a su cuerpo mientras sus embestidas se vuelven erráticas, una de sus manos se pierde en mi coño y acaricia rudamente mi clítoris antes de susurrar en mi oído.

Stefano: Córrete.

Algo parece hacer clic en mi cuerpo cuando me siento estallar temblando bajo su fuerte agarre, mi cuerpo convulsiona con fuertes y constantes espasmos mientras siento sus embestidas alargando mi placer, cierro fuertemente mis ojos cuando siento su semen caliente inundar mi coño, deja una mordida en mi hombro antes de que su cuerpo caiga sobre el mío aún unidos.

Violet: Yo...

Me siento en una puta nube.

Dulce Mentira [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora