Capítulo 34

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Violet

Violet: ¿A donde me llevas?— le pregunto cuando nos subimos a su auto, abre mi puerta sin siquiera responder y luego da la vuelta para entrar al asiento de piloto y poner en marcha el auto— ¿Estás molesto?— no me mira, en todo el camino no me mira ni por un momento— ¿A dónde vamos?

Silencio, eso es lo que recibo, un absoluto y rotundo silencio, frunzo el ceño y me cruzo de brazos decidiendo que si él puede ignorarme yo también puedo, volteo en dirección a la ventana y me pierdo en el paisaje, los minutos pasan y aún seguimos en silencio, volteo a mirarlo notando su mandíbula tensa y suelto un largo suspiro.

Violet: Quiero bajarme.

Suelto de repente ganándome su intensa mirada por unos breves segundos, detiene el auto en una esquina de la solitaria carretera y yo aprovecho para salir, saco mi teléfono y marcó el número de Drix para que venga a buscarme a no se donde mierdas, miro hacia adelante y empiezo a caminar tratando apartarme del bipolar de Luca.

Idiota.

Drix no contesta, me manda directo al buzón de voz, suspiro enojada cuando siento unas fuertes manos tomar mi cuerpo y elevarlo del suelo.

Violet: ¡Suéltame!

Pataleo para que me suelte ganándome una nalgada de su parte, muerdo mi labio inferior no queriendo demostrarle lo mucho que me gusto que hiciera eso.

Estoy loca joder.

Luca: Estate tranquila.

Su voz suena extremadamente ronca, siento como me deja sentada en el capó del auto, abre mis piernas y se mete entre ellas, lo miro a la cara notando su ceño fruncido y su expresión enojada.

Violet: ¿Me puedes decir qué carajos te pasa?

Sus manos en mis muslos hacen una leve presión que hace que mi centro se contraiga, inhalo profundamente no queriendo que vea el efecto que causa en mi.

Luca: Tú me pasas joder— sujeta los cabellos de mi nuca y tira levemente de ellos acercándome a su rostro, jadeo por la sensación de su mano envolviendo tan violentamente mi cabello— me pasa que solo respiras y ya la tengo dura— muerde ligeramente mi mandíbula— me pasa que en estos momentos estoy odiando a mis hermanos por hacerme prometer que no te tocaría hasta que estemos los tres juntos— la sola idea de yo en medio de los tres solo hace que mi excitación incremente— me pasa que no puedo escucharte ni siquiera hablar porque los recuerdos de aquella noche llegan a mi mente poniéndome aún más duro y... duele.

Cierro mis ojos cuando su polla se clava directamente en mi centro haciéndome apretar mi agarre en sus hombros.

Violet: Yo... ¿Yo si puedo tocarte?

Me muevo lentamente sintiendo mi rostro enrojecer al escuchar su pequeño gruñido, sus manos se aprietan en mis caderas deteniendo mis movimientos, inhala profundamente antes de mirarme con sus ojos aún más negros de lo que en realidad son.

Luca: Tenemos que ir a casa— me baja del capó del auto y arregla mi vestido antes de abrirme la puerta del auto, mi expresión de incredulidad no pasa desapercibida para él cuando me regala una pequeña sonrisa llena de promesas— cuando vuelva a tocarte la espera habrá valido total y malditamente la pena, mientras tanto solo me queda masturbarme con la imagen de tu cuerpo desnudo y saltando sobre el mío mientras un sonrojo cubre tu hermoso rostro y tus gemidos incontenibles se escuchan por toda la casa.

La imagen invade mi mente y por un momento solo quiero saltar sobre él y cumplir aquella fantasía que se instala en mi cerebro como una película porno, lo veo manejar y apretar el volante haciendo que sus venas se hagan notar aún más y la imagen de aquella noche cuando me sujeto por el cuello vuelven a mi.

Violet: Yo...

El auto se detiene, miro al frente notando que estamos en una casa que no conozco en lo absoluto, bajo del auto viendo los inmensos jardines que por alguna razón se me hacen conocido.

Luca: Queríamos mostrarte esto, tú pony se encuentra en el establo.

¿Tienen un establo?

Volteo a verlo y sin poder evitarlo saltó sobre él abrazando su cuerpo y envolviendo mis piernas en sus caderas, el vestido se levanta mientras yo me encargo de repartir besos por sus mejillas y el se encarga de sostener mi cuerpo con un agarre posesivo en mis nalgas desnudas.

Violet: Gracias, gracias, gracias...

Sus roncas palabras me hacen estremecer.

Luca: Joder, me la pones muy difícil.

Empieza a caminar conmigo aún encima, siento como entra a la casa y de inmediato soy arrebatada de su cuerpo para que otro sea quien me cargue, veo a Stefano que se encuentra con el ceño fruncido.

Stefano: No que no ibas a tocarla.

Arquea una de sus cejas mientras sus grandes manos se posicionan donde justo anteriormente su hermano las tenía.

Luca: En mi defensa es imposible mantener las manos lejos de su cuerpo.

Su voz suena ronca, volteo a verlo encontrándome con sus ojos fijos en mis nalgas, escondo mi rostro en el cuello de Stefano cuando lo siento enrojecer, Stefano empieza a caminar por la casa conmigo encima de él y cuando saco mi rostro de su cuello nos encontramos en la cocina, cocina que se encuentra llena de comida.

Violet: ¿Y esto?

Alessio sale de alguna parte con un mandil cubriendo su pecho desnudo y sin poder evitarlo mis dientes atrapan mi labio inferior al tener ante mí tal imagen, se acerca a mi dirección y besa suavemente mi nariz.

Alessio: Esto es una cita— su hermano me sienta en el mesón de la cocina mientras empiezan a llevar los platos al comedor— queríamos tener una cita contigo, solo nosotros cuatro— se mete entre mis piernas y entierra su rostro en mi cuello inhalando mi aroma— me encanta como hueles.

Dios, no creo poder soportar esto mucho tiempo.

Nota de la autora:

👀🫦

Voten y comenten mis cieles.

Dulce Mentira [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora