7 Nuestro...primer...beso...

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(T/N):

Perdí todo sentido y razón, causa y consecuencia de lo que creo y pienso, en cuanto Park Jimin ha acercado sus ricos labios húmedos, con aroma y sabor a manteca de cacao a los míos. Son justo cómo me los imaginaba: suaves, cálidos, dulces y un poco insistentes.

Dios mío, pero cómo besa este chico. Lo hace de una manera pausada, sin ninguna prisa y con mucha ternura. Oh, Jimin. Terminaré perdiendo del todo la cabeza contigo.

Él interrumpe el contacto de nuestros labios, pero sin apartarse como cuando alguien parece arrepentirse de lo que ha hecho, descansando después su frente en la mía. Su respiración está agitada como mi respiración. Pero ha sido nuestro primer beso después de todos estos meses, en los que nos hemos ido conociendo y...la verdad, ha sido el momento más delicioso y excitante que haya podido experimentar en mis veinte años de vida.

Me encuentro con sus sensuales ojos cafés oscuros en medio de la luz tenue de su lámpara.

— Dame tu mano—dice de repente. Arrugo la frente antes de que él me sujete la mano para luego llevarla hacia su pecho. Siento los acelerados latidos de su corazón en la palma de mi mano—¿Sientes eso?

Sus manos se mantienen sobre la mía, brindándome su calor.

— Sí, claro que lo siento, Jimin—mi corazón también late con demasiada rapidez.

— Nunca había latido tan rápido.

Me doy la oportunidad a mí misma de tocar sus mejillas, sus labios y su cabello. Es mi otra primera vez que estoy más cerca de Jimin para sentir su cálido cuerpo con mis manos. La primera vez que puedo verme a mí misma...con sus ojos.

— ¿Crees que debo escribir este momento de los dos en esa ridícula tablilla?—pregunta con un adorable susurro que me hace reír en voz baja para no despertar a su hermano mayor, ni a su padrastro.

— Es mejor dejar este momento como un secreto de los dos. ¿No te gusta mejor ese plan?

— Sí. Sí, no quiero que me pongan un marcapasos.

Suspiro, cerrando los ojos y dejando aún mi frente en la suya.

— No dejaremos que eso ocurra. Confía en mí.

Jimin planta un pequeño y tierno beso en mi frente, segundos después de tumbarnos en esta cama, uno al lado del otro. Me aferro a su brazo para que no se aleje de mí, al tiempo que lo veo cerrar los ojos y escuchar atentamente el sonido de su respiración suave y tranquila, a medida que se va quedando dormido.

Cierro también mis ojos.

Buenas noches, mi dulce y adorable Jimin.

*****

La luz penetrante de la mañana es lo que logra despertarme de un sueño, el cual queda en el olvido con tan solo abrir los ojos. Dormí toda la noche en la misma postura, aferrada al brazo de Jimin y con la cara a unos milímetros de la suya. Sigue durmiendo plácidamente, el semblante relajado, y el subir y bajar suave de su pecho. Mi cuerpo acepta con gusto su calor corporal. El mismo calor que irradia y que me abrasa desde anoche, nuestra primera noche juntos.

Estiro la mano para poder sentir la sedosidad de su cabello entre mis dedos, algo que solía hacer con Martín y que despierta a Jimin, justo antes de que pudiera arrepentirme por pensar en ese idiota sin corazón...cuando estoy aquí ahora con este sexi chico.

— Hola. ¿Dormiste bien?—tiene la voz ronca por el ya conocido despertar.

Asiento.

— Sí. ¿Qué tal tú?

BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora