4 Planta Piraña

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JIMIN:

Comienza la semana al igual que las clases en la universidad. Seguimos estudiando a distancia, por ahora. Esto del desgraciado virus que azota a todo el país es más difícil de sobrellevar que nunca. Activo la cámara desde mi computadora como todos los demás, cuando la aburrida profesora solicita poder vernos a todos nosotros, y yo tengo la oportunidad de apreciar a la preciosa y tenaz (T/N).

— Comenzaremos hablando de Charles Dickens, jóvenes—empieza a hablar la mujer, experta en Literatura, del otro lado de la pantalla.

La chica a quien le gustan las plantas carnívoras, agita su mano de una manera adorable e infantil supongo que saludando a alguien, pero no sé a quién. Un tal Camilo, Verónica, Laura, una tal Carlota y Nicolás Pinzón le regresan el saludo, agitando también sus manos. Me acerco un poco más a la pantalla de mi computadora para poder detallar al sujeto con lentes rojos. A ese tal Nicolás lo vi no hace mucho, casi cerca de donde vive (T/N). Choqué con él, el otro día y ni se disculpó. Yo tampoco lo hice. Tenía afán, solo quería alejarme de casa.

Suspiro, no sin antes mirar el vendaje que tengo en la muñeca. Hace una semana cometí un error, una estupidez. La misma estupidez de siempre. Jungkook me descubrió, pues yo estaba aquí en mi habitación. Me había abierto las venas...deseaba morirme. Me hospitalizaron por una semana entera, por eso perdí las horas de las clases. Hasta ahora no sé qué rayos han hecho en cada materia. Supongo que tendré que hablar con cada uno de los profesores.

Sigo mirando la venda. Aún puedo ver la expresión dolida de mi hermano mayor. Estaba muy angustiado, asustado por mi vida. Temía perderme también.

Esto tiene que parar, Jimin. Verás a un psicólogo en cuanto te den de alta del hospital.

No quiero ver a ningún maldito psicólogo. Lo único que hacen es entrometerse en tu vida, juzgarte por lo que has hecho. Lo sé, porque lo viví hace años con una terapeuta de mierda que fingía ayudar a los demás.

— ¿Park Jimin?—ah, la profesora está checando la lista.

Activo mi micrófono.

— Presente.

— ¿Jimin, qué pasó contigo en las dos semanas pasadas?—trago saliva cuando la vieja entrometida se atreve a mirarme—¿Por qué no has entrado a clase?

Ah, mierda.

— No me sentía bien—es lo único que merece saber la tipeja.

— ¿Lo dices por el virus?

— No. Aún no me he contagiado—gracias al universo infinito. Toso un poco—Solo fue...otra cosa.

Desearía poder desactivar la cámara para así sentirme menos incómodo ante la mirada atenta de los demás estudiantes. Son también unos entrometidos.

— Ya veo. Bueno, me alegra que estés de vuelta con nosotros, Jimin.

Asiento, porque no se me ocurre otra cosa más para decir. Finjo que no he visto la mirada preocupada que me lanza (T/N)—(alias duende)—desde su cámara activa.

Pronto recibo un mensaje en mi teléfono. Debe ser ella.


Número desconocido

Hola, Mochi.

¿Te acuerdas de mí?

Soy Ji-soo. Cuánto tiempo...


Esto tiene que ser una maldita broma. ¿Ji-soo ha regresado? Mantengo la frente arrugada. Y yo creí que ya había bloqueado su número para deshacerme de ella de una vez por todas. Suspiro, mientras un viejo recuerdo de mi vieja relación con Ji-soo regresa a mi mente: Tienes todo mi compromiso, todo mi amor, todo mi corazón.

BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora