BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)

34 Está bien extrañar a alguien especial

JIMIN:

Me he sentido en los últimos días algo ausente del mundo que me rodea. Si Jungkook me habla de su trabajo, yo no lo escucho. Finjo hacerlo. Si Godzilla menciona algo sobre mi graduación el próximo año, menos le pongo atención a él. Las clases en la universidad se me han hecho eternas, a veces miro el reloj y desearía regresar a casa. Pero estoy en casa y deseo estar en otra parte. No sé, tal vez irme lejos de aquí. Volver a Busán, quizás.

Hoy he venido a Augustus F. Hawkins Nature Park, mi lugar favorito en todo el mundo. A decir verdad, yo vivo a unos cuarenta y cinco minutos del parque más grande de la ciudad. Es más rápido cuando Jungkook me deja conducir su nuevo auto: un Ford Fiesta Titanium del 2013. Pero ya que hoy es martes, y casualmente mi hermano se lo llevó a su trabajo, pues no tengo más alternativa que irme en autobús. Me iría en bici, sí supiera cómo montar. Aunque sería más trabajo para mis piernas, también sería un buen ejercicio de cardio que le daría mejores resultados a mi salud.

Llego al parque e inmediatamente siento alivio, mi estado de ánimo va mejorando poco a poco. Cruzo una de las vías peatonales, y me dirijo hacia el arroyo. Siempre vengo a este lugar. Me quedo de pie junto a la orilla de aquel espejo de agua que refleja las maravillas de la naturaleza y que atrapa hasta el más mínimo detalle de la brisa fresca del parque, con las manos ocultas en los bolsillos de mi suéter.

Suspiro hondo. Hace dos días, tuve una cita en el hospital, con la cardióloga y me dijo que la rehabilitación cardíaca me ayudó mucho. Ahora he sabido adaptarme a esa condición en mi corazón, a pesar de todo. Sin embargo, hay que seguir con la dieta que me recomendó y con la realización de actividad física moderada.

Pero sigo sintiéndome mal, vacío, incapaz de continuar con todo esto.

— Sí has venido aquí, es porque te encuentras deprimido—dice detrás de mí—¿No es así, Jimin?

Suspiro hondo.

Ji-soo me conoce más de lo que alguna vez llegué a creer. Ella se para junto a mí con la mirada perdida en el horizonte.

— ¿Por qué estás deprimido?—pregunta seria. Yo cruzo los brazos—Si no me lo quieres decir a mí, díselo entonces a este pequeño caudal de agua.

Es lo que siempre me decía esta chica cuando veníamos aquí al arroyo.

— Extraño a mi mamá—digo finalmente. Trago saliva sintiendo las lágrimas en mis ojos—Es todo. La extraño mucho.

— Seguramente habrás escuchado esto muchas veces, pero...está bien extrañar a alguien especial, Jimin. Sobre todo, si se trata de tu mamá.

Bajo la cabeza hacia mis pies.

— No sé porqué no puedo dejarla ir—las lágrimas caen por mis mejillas. Me sorbo la nariz.

— Es porque no quieres, Mochi—me miro la cicatriz en la muñeca—Tienes que entender que tu mamá ya no está, ya no va a volver...ella necesita estar en paz.

Levanto la vista hacia el cielo grisáceo. Jungkook me dijo algo similar hace meses.

— Déjala ir—Ji-soo me toma de la mano—Tu mamá siempre estará contigo, Jimin.

A través del arroyo, me veo a mí mismo de niño junto a mi hermano Jungkook y nuestra mamá, riendo y jugando como lo hacíamos siempre cuando veníamos a este parque. Hijo, no. No te comas la tierra. La risa de mamá me hace sonreír.

— Jungkook, mira a tu hermano, se está comiendo la tierra.

— Guacala, Jimin. Qué asco.