BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)

11 Nuestra segunda noche juntos, nuestra primera vez 🔥

JIMIN:

Quise ayudar a Sam a lavar los platos después de la mesa. La pasta estuvo deliciosa, debo decir. Luisa es una gran cocinera.

Afuera sigue lloviendo a cántaros.

— Jimin, tú eliges la película—dice de pronto esta niña—Sálvanos a (T/N) y a mí de la pesadilla de Los Vigilantes de la Playa.

— ¿Los Vigilantes de qué...? ¿Y qué es eso?

— Una serie que dan en la cadena NBC. Es absurda—suelto una carcajada cuando hace una expresión de horror—Mi tía la ve cada noche sin falta, y nos obliga a mi hermana y a mí a verla con ella.

— Guau.

— ¿Qué tipo de películas te gustan, Jimin?

Parece que Sam es igual de preguntona como su linda hermana mayor.

— Mmm, las películas de terror—me encojo de hombros—Ya sabes, esas películas clásicas del Conjuro, o Masacre en Texas.

— No me gustan tanto las películas de terror.

Ah.

— ¿Y qué me dices de Chucky?

— Ese muñeco no me da miedo—contesta—Pero a (T/N) le aterra.

— ¿De verdad?

Sam asiente.

Mmm, mi pequeña fisgona le teme a los muñecos diabólicos, ¿eh?

Me rasco la barbilla.

— Eso quiere decir que no podemos ver la película—Sam arruga la frente. Yo aparto la mirada hacia la ventana—Es una lástima.

— ¿Cuál de todas las películas de Chucky quieres ver, Jimin?

— La maldición de Chucky.

— Uh, esa es buena—le sonrío a esta niña, cómplice—De acuerdo, le diré entonces a la tía Luisa.

— Ah, pero no le digas a tu hermana—le advierto. Soy un chico muy malo—O no nos dejará ver la película.

— Sí, tienes razón. Bueno, iré a decirle... ¡Tía! ¡Vamos a ver la película!

Esto se va a poner bueno.

Quiero ver a (T/N) muerta del miedo con un estúpido muñeco poseído por el alma de un asesino.

*****

(T/N):

Eligieron Chucky. El desgraciado muñeco diabólico que mata por placer, y que me provoca pesadillas desde que tengo siete años. Fue Jimin. Lo ha hecho a propósito, estoy segura. Ese chico malo y mi hermana Sam se ríen de las babosadas que dice Chucky, mientras la tía Luisa se ha quedado profundamente dormida en el sofá (con su cabeza en la almohada) mientras yo estoy muriéndome de miedo. Me tapo la cara con otra de estas almohadas, viendo cómo ese pequeño engendro de satanás, le saca un ojo a Barb, la hermana mayor de Nica con ese cuchillo de cocina.

¡Dios, qué horror!

— Tendré pesadillas esta noche—nos levantamos del sofá, apagando después el televisor. Enciendo la luz de la linterna de mi teléfono, y voy en busca de una cobija acolchada para la tía Luisa que duerme en el sofá. Sam está lavándose los dientes, y Jimin me sigue hasta las escaleras. Debo decir que se ve adorable con la capucha de su suéter puesta.

— Solo es un muñeco, (T/N). No es real—dice él, juguetón.

Suspiro, cuando Sam sale del baño y apaga la luz. Esta noche ha elegido usar su pijama rosa de peluche.