9 El resultado del Monitor Holter

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(T/N):

— Olvidé ir ayer por ese estúpido examen—Jimin y yo conversamos por Meet. Lo veo ir por la calle, sosteniendo su teléfono en mano y la media cara cubierta por el tapabocas—La enfermera dijo que los resultados salían en dos días, ¿verdad?

— Sí, eso fue lo que dijo—yo estoy comiendo galletas dulces con sabor a limón—¿Jimin, por dónde vas?

— Ya estoy a unas cuantas calles del hospital—enarca sus cejas negras y pobladas por debajo de la gorra blanca que se ha puesto. Jimin es aficionado a las gorras—Aunque me da miedo conocer el resultado de ese Holter.

— Todo saldrá bien, Jimin. Tu corazón estará más fuerte que nunca—suspiro—Lamento no haberte podido acompañar.

— ¿Crees que debamos mantener la sesión abierta...? Bueno, sí quieres también oír lo que dirá ese cardiólogo.

— Estoy totalmente de acuerdo. Así podré acompañarte, aunque sea desde la lejanía.

— De acuerdo—él suspira.

Pronto lo veo ingresar en el hospital, lo sé por las luces blancas en el techo y el sonido de los altavoces por el pabellón en el que va cruzando, hasta detenerse frente al ascensor.

— ¿Por qué no usas las escaleras?—le sonrío con picardía.

— Porque no quiero morir joven de un ataque cardíaco—contesta.

— ¡Jimin, no digas eso!—le pongo mala cara cuando oigo su adorable risa—Esto no es un juego.

_ Ya sé—se atreve a guiñarme un ojo.

Apuesto a que está sonriendo bajo el tapabocas. Me sonrojo con tan solo pensarlo. Jimin cruza otro pasillo mucho antes de asomar la cabeza por una de las puertas abiertas de un consultorio.

— Perdón, ¿cardiología?

— El siguiente consultorio—responde una voz masculina.

— Gracias.

Contengo el aliento. Llegó la hora, el momento de conocer toda la verdad sobre este tierno chico coreano y el estado de su corazón. Él vuelve a suspirar, parece nervioso.

— ¿Estás listo?—le pregunto con el corazón también en la mano.

— No, la verdad no—pero entra al consultorio aún sosteniendo el teléfono. La cámara se mueve, y solo puedo ver el suelo mientras Jimin conversa con el doctor.

— Ah, sí. Los resultados del monitor Holter—dice el hombre—Sí, los tengo por aquí. Por favor, siéntate.

Jimin se sienta, y vuelve a acomodar el teléfono para que pueda ver su cara y su suéter marrón con el rostro del protagonista de Haikyu. Entrelazo las manos, pidiéndole al señor todopoderoso porque el resultado de ese examen salga bien, y Jimin pueda seguir su vida de una forma sana.

— Bueno, ¿qué edad tienes, amigo?

— Veintiuno.

— ¿De verdad? Yo te ponía dieciocho.

Me tapo la boca con la mano para no reírme, mientras Jimin me pone los ojos en blanco. Es culpa de nuestra juventud natural y estatura que la gente nos pone una edad corta y diferente a la que tenemos actualmente. A mí me ponen quince o dieciséis años. Me acuerdo de lo que me dijo Jimin la primera vez que conversamos: ¿Lo ves? Eres pequeña como un duende. Créeme, encanto. Te queda el apodo.

Meneo la cabeza sin dejar de comer estas deliciosas galletas.

— Eres joven como para presentar un caso de bloqueo auriculoventricular, Jimin, justo ahora—ambos dejamos que el doctor es quien continúe hablando. Oigo un suspiro al fondo, y el sonido peculiar del mouse de computadora—Estuve revisando los otros exámenes que te han hecho en los últimos...cuatro años, y en todos vi que has presentado los tres grados comunes de un bloqueo.

BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora