BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)

19 ¡Virus, oh, agobiante virus!

JIMIN:

(T/N) se ha quedado dormida con su cabeza apoyada en mi brazo. Me ha invitado esta noche a venir aquí a su casa, después de haber pasado todo el día en esa clínica con mi hermano Jungkook y conmigo. Yo tengo su computador portátil sobre las piernas, terminando de hacer el proceso de pre matrícula para las materias que veremos este nuevo semestre. Tengo a Carlota conectada en la sesión de Meet.

— ¿Qué mierda es la Composición Inglesa?—Carlota me mira boquiabierta del otro lado de la cámara. Yo me encojo ligeramente de hombros para no despertar a (T/N)—Literatura Americana, Práctica 2, Metodología Investigativa...este horario es una porquería, Mochi.

— Lo sé. Es un asco.

— ¿(T/N) ya inscribió materias?

— Lo estoy haciendo por ella, primero—respondo en voz baja—Antes de hacer mi pre matrícula.

— Ah, eres una ternurita, Mochi—enarco la ceja, pero Carlota sonríe con cariño—Esa chica sí que es muy afortunada.

— ¿Por qué lo dices?

— Pues por tenerte, es muy obvio—la veo rascarse el cuero cabelludo—Ojalá yo también tuviera a alguien así como tú.

Mmm, sigue soñando, Carlota. Soñar no cuesta nada.

Samantha pronto entra en la habitación con un platito de cerámica repleto de chocolates M&M.

— Creí que ya estabas durmiendo, Sam—la miro sorprendido. Luego reviso la hora en este computador—Es medianoche. ¿No tienes clases mañana?

— Sí, a las siete-—responde con inocencia. Yo ladeo un poco la cabeza, extrañado. ¿Y entonces? ¿Por qué no se ha ido a acostar?—¿Quieres chocolates, Jimin? A (T/N) le fascinan estos dulces.

— ¿Ah, sí?—observo ahora a esta pequeña dormilona.

Amante a los chocolates, ¿eh, (T/N)?

— ¿Qué hay de mí, Sam?—Carlota protesta sin hacer mucho ruido—Ahora que no tengo a Nico, alguno de ustedes debería enviarme chocolates. Muchos, muchos chocolates.

— ¿Te parece bien sí te enviamos algo por FedEx?—me como unos cuantos dulces, terminando la pre matrícula de (T/N). Aunque la plataforma está un poco colapsada, maldita sea.

Sam suelta una pequeña carcajada.

— ¿O envíos en línea, Car?—esta niña y yo seguimos comiendo estos deliciosos chocolates.

— Como sea, pero envíenme los chocolates—esa chica es encantadora. Suspira hondo—¿Mochi, ya inscribiste tú las materias?

— Casi.

— ¿Qué hay de Nico?—Sam arruga su frente.

— Yo ya inscribí por él, muñeca—contesta Carlota—No te preocupes.

— ¿Y cuándo va a salir del hospital?

Suspiro hondo al tiempo que Carlota y yo cruzamos miradas a través de las cámaras encendidas.

— No sabemos aún, Sam. Nico...apenas lleva seis días en ese lugar—Carlota tuerce el gesto, apartando la mirada triste—Lo único que podemos hacer ahora...es orar por él, esperar, ser pacientes.

Asiento.

_ Casi lo olvido—pongo toda mi atención en esta niña sentada junto a mí—Mi tía Luisa quiere hablar contigo, Jimin.

Rayos.

— ¿Ahora?—Sam asiente. Yo arrugo la frente.

— Uh, espero que no sea nada grave—Carlota enarca sus cejas, aterrada.