5 ¡No debiste tomar café!

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(T/N):

La pandemia ha tardado más de lo que cualquier ser humano pudo llegar a imaginar. Ya es difícil diferenciar un día de otro; porque la monotonía, el encierro y el aburrimiento se han encargado de volver grises nuestras vidas. Ha sido la peor pandemia en los últimos tiempos. Aún queda el último corte de este tortuoso semestre. Estudiar desde casa ha sido la peor experiencia para mí, para todos los estudiantes que tenemos la obligación de seguir y seguir aportando al modelo genuino de la sociedad. Nuestro deber es formar a otras personas después de habernos formado a nosotros mismos. Es lo que he aprendido en estos tres meses de educación a distancia.

— En serio, no soporto ni un minuto más estar encerrada aquí en mi maldita casa—Carlota se pasa las manos por su pelo enredado y oscuro. Los mechones naranjas en su flequillo han perdido su tono luminoso y bonito. Mi mejor amiga no es la única que muere por salir de este planeta, yo también deseo viajar a la luna o a Marte, con tan solo olvidarme de ese virus mortal y recuperar mi vieja vida—Quiero salir, quiero respirar el aire puro...sin un puto tapabocas.

— Será mejor que te olvides de eso, Car—Nico se ha dejado crecer el cabello en las últimas cuatro semanas. Se ve atractivo, lo tiene ondulado y de un color castaño oscuro—Esta pandemia será para siempre.

— ¡Nico!—Car y yo pegamos el grito en el cielo. Me rasco la cabeza—Tu pesimismo no debería ser útil ahora en estos momentos.

— Simplemente soy realista, chicas.

Lanzo un suspiro de frustración.

— Tenemos que hacer algo, chicos. Yo tampoco soporto el maldito encierro—me clavo las uñas en el cuero cabelludo—Mi hermana ya no quiere cantar, porque también está aburrida estando aquí en la casa.

— ¡¿Sammy, ya no canta?!—Nicolás casi se cae de su silla. Lo miro sorprendida al igual que Carlota—Eso sí que no, (T/N). Hay que sacar a esa pobre niña de esa casa, y no te ofendas.

No, tiene razón. Mi hermana no merece estar encerrada por mucho más tiempo.

— Sí tenemos que salir con un puto tapabocas, pues salimos con un puto tapabocas—Nicolás aún tiene el mando de nuestro barco de amistad—¿Qué esperan, chicas? Lávense, vístanse y nos veremos en el Western Square. Yo invito las bebidas.

— Ese sí es un amigo de verdad—me río ante la alegría contagiosa de nuestra alocada amiga—¡Viva Nico! Te amo, amiguito.

— (T/N), ve por Sammy—dice Nico—Ella también está invitada.


Sam no ha dejado de abrazar a Nico con suma alegría. Mi pobre hermana se moría por salir de su habitación, a pesar de que estaba viendo una de sus series favoritas: Stranger Things. Mis dos mejores amigos, mi hermanita menor y yo entramos al enorme local Starbucks y pedimos una mesa antes de ordenar nuestras bebidas. Eso sí, siguiendo cada protocolo de seguridad.

— ¿Tú qué quieres, Sammy?—Nico le sonríe con cariño a esta pequeña traviesa.

— ¿Puedo pedir un Captain Crunch Frappuccino, Nico?

— Lo que tú quieras, muñeca. ¿(T/N), qué quieres?

— Un vaso de chocolate caliente, Nico—le sonrío con cariño.

— ¿Y tú, Car?

— Se me antoja un Caffe Vanilla Frappuccino, Nico—Carlota se ve adorable cuando descansa su cabeza en el hombro de nuestro amigo.

— También quiero uno—Nico pronto dirige sus ojos hacia algo que ha captado su atención. Una divertida sonrisa se forma en sus labios rosados—Pero miren nada más—se incorpora un poco de su silla para chiflarle a alguien—¡Oye, Jimin!

BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora