BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)

6 Registro cardíaco de 24 horas

(T/N):

— Tienes los labios secos, Mimi—Jungkook se mantiene cruzado de brazos y apoyado en la puerta, mientras que la enfermera termina de pegar todos esos cables en el pecho de este chico junto a ese pequeño monitor de registro.

Jimin mira a su hermano con seriedad.

— Este monitor Holter es de baterías, y debes cargarlo en alguna bolsita, o ajustarlo a tu pantalón durante las veinticuatro horas, ¿de acuerdo?

Jimin asiente.

— Toma esta planilla—me acerco cuando esta enfermera le entrega una hoja con una tabla impresa—Necesito que registres todas las actividades que hagas durante el día junto con la hora. Cada actividad: te acostaste a tomar una siesta, tomaste un refrigerio, saliste un rato a la calle. Todo lo registras acá. ¿Entendido?

— Sí.

La enfermera se gira hacia nosotros dos.

— Él no debe quitarse los electrodos del pecho—asiento al igual que Jungkook—Lo más conveniente es que no se bañe hasta que se le retire el Holter al día siguiente, y no debe tener contacto alguno con los detectores de metal. De esos que se ven en los centros comerciales.

Jimin suspira impaciente por salir de este hospital. Su hermano termina de conversar con la enfermera mientras yo me acerco a la cama, en donde permanece sentado.

— Genial, no puedo hacer nada con este aparato de mierda—pone los ojos en blanco y aparta la mirada.

— Solo será por un día, Jimin—me permito sonreírle—Además, le dije a tu hermano que te iba a acompañar en todas tus actividades.

— No haré ninguna actividad hoy—encoge los hombros—Solo deseo irme a casa y dormir. Anoche no pude pegar el ojo por culpa de los malditos altavoces afuera en el pabellón.

Me río debido a sus adorables quejas. Jimin me mira y parece que una pequeña sonrisa se forma en sus labios. Jungkook capta nuestra atención poco después.

— ¿Están listos, chicos?

— Sí—Jimin se levanta bruscamente de la cama—Muero por largarme de aquí, Jungkook.

— Cuidado, hermanito. Ve con cuidado.

— Estoy bien, Hyung. Ya relájate de una vez, ¿quieres?

— Jimin, no puedes enojarte conmigo solo porque me preocupo por ti. Mira lo qué pasó ayer.

Bajo la cabeza sintiéndome culpable otra vez. Oigo el suspiro frustrado proveniente del chico que está a mi lado.

— No quiero hablar más del tema, Jungkook. Solo...larguémonos de aquí.

Ninguno de los tres vuelve a mencionar alguna palabra mientras cruzamos este pabellón hacia el ascensor.

La casa en donde vive Jimin junto a su hermano y su padrastro está ubicada solo a unas cuantas calles de mi casa. Al cruzar el umbral, me percato de que este lugar es cómodo y agradable. La sala está decorada de una forma elegante: los muebles tapizados, las paredes perfectamente decoradas con hermosos cuadros de diversos paisajes, el comedor de cristal con un precioso florero blanco encima; y la escena principal, las enormes ventanas que permiten que los rayos del sol atraviesen hasta el costado de la pared.

— Siéntete como en casa, (T/N)—Jungkook se quita el esmoquin negro de su traje a la vez que se afloja la corbata—Le diré a papá que ya estamos de vuelta, y que te prepare algo de comer, hermanito.

Noto la forma en cómo Jimin tensa la mandíbula y los hombros. Recuerdo muy bien que en su libreta menciona algo sobre su padrastro, el profundo odio que siente hacia él.