12 Here Always

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(T/N):

Me despierto cuando alguien me sacude el brazo con delicadeza y recibo un húmedo beso en la mejilla. Al abrir lentamente los ojos y arrugar la frente por culpa de la luz de la calle impregnada en la habitación, descubro a Jimin sentado en el borde de la cama, y con una tímida sonrisa formada en sus labios.

— Buen día, dormilona—dice en voz baja—Quedaste como roca anoche, ¿no es así?

Le obsequio una de mis mejores sonrisas somnolientas, aferrándome a su cálida mano y dándole un suave apretón.

— Tu tía está abajo, desayunando—comenta. Yo miro la hora en mi reloj: ocho de la mañana apenas. Mmm, quisiera dormir un poco más—Te traje el desayuno aquí.

— ¿Sam lo preparó?—vuelvo a cerrar mis ojos, anhelando volver a dormir y tener maravillosos sueños con poder volar por encima de la ciudad, o viajar a Seúl mediante la teletransportación.

— Sam y yo, de hecho.

Abro nuevamente los ojos de golpe, boquiabierta. Jimin parpadea aunque mantiene su semblante inocente.

— ¿Tú preparaste el desayuno?

Asiente.

— Sí.

Descubro la bandeja roja de plástico sobre la cama, con algo de fruta cortada en cubitos (manzana y melón), huevos revueltos, un trozo de queso, dos croissants con mermelada y una taza de chocolate caliente. Qué bien huele todo, y qué rico se ve. Me lamo los labios, muero de hambre.

— Gracias, Jimin—lo miro directamente a los ojos—Pero...no debiste molestarte.

— Es lo menos que podía hacer—se encoge de hombros. Mi sonrisa se ensancha—Dejaste que pasara la noche aquí en tu casa.

Y conmigo.

— ¡(T/N), ¿ya despertaste, querida?!—oh, oh. Es mi tía Luisa, y yo estoy desnuda. Me pongo colorada pero Jimin decide poner la bandeja sobre sus piernas sin dejar ir esa hermosa y tierna sonrisa. Me guiña un ojo cuando me cubro totalmente hasta el cuello con la cobija. La tía entra poco después a la habitación.

— Ah, ahí estás. Buenos días, sobrina.

— B-Buenos días, tía—respondo con timidez.

— ¿Cómo pasaron anoche? Llovió mucho, ¿no?—este chico y yo asentimos—Oh, Jimin, muchas gracias por el desayuno. Estaba delicioso. No debiste haberte molestado.

— Lo hice con todo gusto, Luisa. Aunque Sam hizo casi la mayor parte del trabajo—este chico me mira—Es una gran cocinera.

Asiento otra vez. Sí, Sam también tiene la misma sazón que nuestra tía Luisa.

— (T/N), ya levántate—mi tía termina por correr las cortinas—Siempre has sido muy perezosa.

— No es cierto, tía—protesto como una niña pequeña. Jimin se muerde el labio y baja la cabeza, en un vano intento por no reírse.

— Estaré abajo—mi tía nos sonríe con cariño—Buen provecho, sobrina.

— Gracias, tía.

Lanzo un suspiro, aliviada cuando abandona mi habitación. Después me siento, cubriéndome el pecho con esta cobija calientita para comerme el desayuno. Jimin acomoda la bandeja de regreso en mi regazo.

— Buen provecho, chiquita.

— Muchas gracias—me estiro un poco para poder darle un beso en los labios de agradecimiento. Nos sonreímos tontamente—¿Tú ya desayunaste?

BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora