(T/N):
Han pasado ocho días desde que me dieron de alta en el hospital, y desde que invadí la pequeña propiedad privada de mi hermana Sam, osea su habitación, mientras me recupero de una manera lenta y dolorosa. Mi hermana ha dormido en mi habitación, así que ambas quedamos a mano, nos invadimos mutuamente nuestros templos de sueños y locuras.
Nico y Carlota han venido a casa a visitarme casi todos los días, antes de irse a las clases en la universidad. Yo he tenido que adelantar las tareas que los profesores han dejado con su ayuda, al menos hasta que pueda regresar a caminar. Tengo las muletas, pero...mi tobillo aún no está listo para realizar largas caminatas a otros lugares que no sea mi casa.
Tampoco volví al hospital para acompañar a Jimin en sus sesiones de rehabilitación cardíaca. Aunque creo que ya terminó dicho programa la semana pasada. Su padrastro Gerry ha estado pendiente, y me aseguró que él ha mejorado mucho su condición física.
— La primera semana no aguantaba ni diez minutos en la bicicleta estática—me dijo mientras hablábamos por teléfono—Cuando lo pasaron a la cinta rodante, aprendió nuevas técnicas para controlar la respiración durante el ejercicio, y funcionó (T/N). Veo a mi hijo más fuerte cada día.
Suspiro hondo. No saben lo feliz que me siento al saber que Jimin es capaz de continuar con su vida sin dejarse vencer por esa enfermedad en su corazón. Siempre tuve fe en él, y lo sigo haciendo.
De los dos, Jimin es más fuerte y más valiente.
Veo vídeos de Moon Bin mientras almuerzo. Mi tía me preparó un exquisito pollo frito con miel, papas fritas y plátano asado en rodajas. Ah, y jugo de papaya. Está muy rico este platillo. Mmm, pero mi chico coreano se ve aún más hermoso con el cabello rojo. Moon Bin sigue siendo el único hombre que me gusta. Los demás no, perdón.
— ¡Tú no tienes derecho a entrar en esta casa!—miro la puerta entreabierta de la habitación de Sam en donde me encuentro, sorprendida y con la boca llena. ¿Fue mi tía la responsable de ese escándalo?—¡Sal de aquí, insolente! ¡Voy a llamar a la policía!
¡Jesús! Se metieron los ladrones.
La puerta se abre, justo cuando estaba cogiendo una de las muletas para levantarme y saber qué rayos está sucediendo. Aunque ya tengo la respuesta: Martín está parado frente a mí, mirándome con sus ojos azules y un severo problema de control de respiración. Su presencia es el dedo sobre la llaga en mi corazón.
— Ya iba a sacarlo, (T/N)—mi tía está muy enojada—Lo sacaré a escobazos, ¡Sal de aquí, Martín!
— No. Yo solo vine a ver a (T/N)—dice sin vergüenza alguna este infeliz—Quería saber cómo estás, (T/N).
— Mal, ahora que te he vuelto a ver, Martín—digo seria—Tía, sácalo a escobazos de aquí. Te ayudaría pero, no puedo por el tobillo.
— No te preocupes, querida. A ver Martín, salgamos de aquí, por favor.
Yo sigo almorzando con toda la naturalidad del mundo, aquí no ha pasado nada. Aunque casi escupo el jugo porque empiezo a reírme, cuando veo a Jimin desde la puerta, viendo todo el espectáculo entre mi pobre tía y Martín. Su expresión de extrañeza me parece muy divertida.
— ¡Por acá no vuelvas, Martín! ¡Por que a la próxima te lanzo todos los jarrones de mi casa!
Me tapo la boca con la mano sin que pueda parar de reír. Jimin enarca las cejas antes de girarse hacia mí y entrar en la habitación.
— No sabía que tu ex estaba aquí—arruga la frente—Tu tía lo sacó con la escoba.
— Fue una buena idea—sonrío con las mejillas rojas—Yo se lo pedí.
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BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)
Fanfiction_____ ⭐ _____ - Dime una cosa, Jimin-el dolor que siento en el pecho me asfixia por dentro-¿Tú aún sientes algo...por esa chica? Jimin suspira de cansancio, de aburrimiento. - Yo lo único que siento por Ji-soo...es desprecio, (T/N)-solloza, mientra...