BUCLE INFINITO: NUESTRA HISTORIA SIN FIN +18 (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)

8 No sólo se ama una vez

JIMIN:

Jungkook sale de la cocina al mismo tiempo que yo cruzo el umbral y me quito el maldito tapabocas de la cara.

— ¿Qué tal tu cita, hermano?

— Me quitaron ese aparato, y los resultados me los entregarán el lunes—me encojo de hombros—Eso dijo la tipeja de ojos claros.

— Ya veo. ¿Y (T/N)?

— La dejé en su casa—me siento frente al comedor para después servirme un vaso con agua—Ya iba siendo hora de que me apartara de ella.

— Aunque no querías hacerlo—fijo mis ojos en los de mi hermano mayor. Jungkook sonríe con cariño—¿Verdad, Jimin? Sí, desde aquí puedo ver cuánto te gusta esa chica.

Una de mis manos descansa en mi pecho, tal y como lo hice anoche después de haber besado a esa chica...y sentir cómo el corazón me latía fuertemente. Sé que el corazón humano puede aumentar su ritmo cardíaco en cualquier tipo de situación cotidiana: cuando se hace ejercicio, cuando se sale a correr, cuando te da miedo pasar frente a toda la clase de tu escuela, solo, para exponer un tema; incluso cuando empiezas a sentir algo por alguien.

Mi corazón volvió a latir con fuerza cuando conocí a Ji-soo, y luego nos enamoramos.

Observo mi mano como si tuviera el corazón latiendo ahí. Latiendo de manera uniforme sin ser afectado por un estúpido bloqueo auriculoventricular. Late fuerte porque (T/N) estuvo ahí. Estuvo anoche. Estuvo hoy en el hospital conmigo. Ella hace que mi corazón se siga manteniendo vivo.

— ¿No le has dicho a (T/N) sobre lo que pasó hace dos semanas?—Jungkook capta mi atención otra vez. Arrugo la frente—¿No sabe que tú te cortaste la muñeca derecha...en un intento de suicidio?

Suspiro, frustrado.

— ¿Acaso quieres que todo el mundo se entere de que este no es mi primer intento de suicidio?—me levanto bruscamente de la silla—¿Como si fuera una maldita noticia que merece salir en televisión?—este tarado aparta la mirada—No cualquiera merece conocer el caos que hay dentro de alguien, Jungkook. Ni esa chica, ni ninguna otra persona tiene por qué saber el mierdero que tengo de por vida.

Me llevo el vaso de agua conmigo arriba. Será mejor encerrarme en la habitación.

Cierro la puerta y me conecto a los audífonos para jugar Call of Duty. Tengo un mensaje del maldito loquero en mi correo para concertar otra cita la próxima semana. Qué se vaya a la mierda. No pienso volver. Solo es otro sujeto entrometido en mi vida.

Me conecto a una de las salas creadas por un tal Snooky97. Los videojuegos hacen que me olvide siempre de este puto planeta Tierra.

Abro los ojos al sentir que alguien descansa su mano sobre mi hombro, y cuando me doy cuenta de que se trata de Godzilla, me levanto un poco asustado.

— Cálmate, Jimin. Soy yo.

No recuerdo el momento en el que me dormí con los audífonos puestos y el pobre teléfono aplastado por mi panza.

— ¿Qué haces aquí, Godzilla?—arrugo la frente observando la hora en mi reloj. Son las cuatro de la tarde. Dormí solo tres horas.

— Solo vine a ver cómo te encuentras—no me extraña la forma tan amable que usa este imbécil como arma contra mí—Y si quieres que te prepare algo de comer.

— No quiero crema de ahuyama—digo asqueado—La olí en cuanto volví a casa. Odio esa sopa.

— La comías cuando tu madre la preparaba cada semana.