CAPÍTULO 5

15 1 0
                                    


– No vas a reprobar el semestre Emma, estas exagerando. – Me dice Clara en un intento de consolarme.

Estamos en la cafetería del colegio en una mesa solo ella y yo. Al parecer a Clara no se le da eso de tener amigos por su timidez y por sentirse opacada por su hermano. Es como si la hubieran enseñado a ser gris entre la multitud.

Vaya casualidad que me haya encontrado a mí con la vida bastante hecha nudos y demasiado ruidosa para pasar desapercibida para ser su única amiga.

– Dices eso porque tú eres buena en todas las materias Clara. Me sorprendería que Harvard no te envíe una solicitud antes de acabar el año, pero yo... yo no soy nada de eso. Mi inteligencia radica más en lo social y las letras que en las putas matemáticas y el álgebra.

Suelta una risita y mueve la cabeza en desaprobación a lo que dije sin dejar de consolarme.

De pronto siento que alguien se sienta a lado mío. Entre Clara y yo para ser precisos. Levanto la mirada y me encuentro con un sonriente y relajado Will con sus ojos verdes fijos en clara.

– Hola, preciosa. Hola niña nueva que le toca los cojones a Damian.

– Hola Will. – Responde mi amiga queriendo mostrar indiferencia, pero se ilumina al verlo.

– ¿Qué te trae por acá? – pregunto un poco borde sin querer pagarlo con él. Solo es mi humor después de clase.

– Hoy dejamos la amabilidad en casa ¿eh? – me mira divertido

Estira un brazo y lo pasa por los hombros de Clara la cual se queda estática escondiendo una sonrisa.

– Venía a invitarlas a salir hoy en la noche.

– Sabes que no me dejan salir de noche y mucho menos ir a bares, Will. – Le responde Clara, molesta por esta conversación que parecen tener a menudo.

– Ya lo sé, preciosa. Es la única razón por la cual no estamos juntos, viviendo nuestro amor como Romeo y Julieta. – se llevó una mano al pecho y levanto la otra de manera dramática – Eso y el idiota de tu hermanito tocándome las pelotas cada que me acerco a ti. – Will dice esto último con amargura. 

Me hace gracia que ni siquiera intenta ocultar su atracción por mi amiga a pesar de que ella se recite, es como si él quisiera que todo el mundo lo supiera. Es enternecedor ver que este chico que aparenta ser un malote lleve sus sentimientos en la manga de lo más natural para él.

Frunzo el ceño en su dirección.

– Sabías que Romeo y Julieta se mueren y que su romance fue de tres días ¿verdad? – Le digo riéndome.

– Pormenores en la trama. – Dice descartando mis palabras agitando su mano – Bueno, ya que eres nueva pensamos que podríamos enseñarte lo que es diversión aquí en Los Ángeles y de paso, podrías convencer a mi hermosura de ser una niña desobediente por una noche. – dice Will ahora abrazándome a mí por los hombros y sacudiéndome.

– ¿Pensamos? – Digo extrañada de que hablara en plural.

– Si, ya sabes; Tonny, Darren, Damian y yo. – Dice señalándolos detrás de mí, lo que me hace voltear y ver a los tres chicos llegando a la mesa donde nos encontrábamos. Su presencia es inaudita, acaparan todo el lugar con su despreocupacion, cuerpos anchos y unión inquebrantable, como si se sintieran indestructibles y a la vez les importara una mierda.

– Hola, chicos malos. – saludo con una sonrisa.

Me devuelven el saludo mientras toman asiento en nuestra mesa como lo han hecho la última semana. Clara me dijo que antes de que yo llegara no era usual que se sentaran con ella, Will lo había intentado en varias ocasiones, pero ella lo había evadido hasta que se rindió. Al parecer mi presencia es el pretexto que necesitaban para pasar más tiempo con Clara sin levantar tantas sospechas con su hermano. Al fin y al cabo, ahora pueden decir que son amigos de la chica nueva y nadie miraría dos veces.

MANTENTE LEJOS DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora