Llegamos a la pizzería que estaba a 10 minutos del colegio y en seguida pude ver a mis 4 chicos malos sentados en una mesa redonda. Es imposible no notar su presencia, son increíblemente guapos y con personalidad imponente, sin mencionar las ruidosas carcajadas que emiten entre ellos.
No pude evitar observar que eran el centro de atención de todas las chicas del lugar.
Y como no si estaban buenísimos.
– Miren a quienes tenemos aquí. Las chicas más hermosas del lugar y quieren sentarse con nosotros. – Dijo Darren sonriendo al vernos acercarnos a su mesa.
– ¿Cuatro chicos malos en una pizzería? Me los imaginaba más en un bar de mala muerte bebiendo y fumando- dije bromeando al llegar a su lado.
– Si bueno, los chicos malos también deben comer, eso de intimidar y poner cara de pocos amigos abre el apetito. – dijo Will mientras se ponía de pie cediéndole su asiento a Clara.
Miré los asientos vacíos y el único disponible era en medio de Damian y Darren en el otro extremo de la mesa.
Saludé a ambos con un abrazo. Al abrazar a Damian sentí ese ya habitual cosquilleo en el estómago y lo suprimí de inmediato.
Debo aprender a controlarme cuando estoy cerca de él o viviré dándome duchas con agua fría.
Me senté y dejé mi bolso en la cabecera de la silla.
– Hola grandulón. – dije dirigiéndome a Damian
– Hola dulzura. – contestó sonriente
– Ya hemos pedido las pizzas, pero si gustan pueden pedir algo más. – dijo Tonny como siempre preocupado de que todos estén contentos.
– Tranquilo Tonny, nuestras chicas no son del tipo que piden ensalada para conservar la figura ¿verdad? – dijo Darren alternando la mirada entre Clara y yo.
– Por supuesto que no, siempre he sido delgada y como bastante. – hice una mueca mirándome el vientre – Aunque últimamente he ganado unas tallas de más. Empezaré a hacer ejercicio porque dejar de comer lo que me gusta ¡eso jamás! – dije
– Ya decía yo que ese culo no se mantenía a base de lechuga. – bromeó Darren dándome un golpecito en mi brazo con su codo.
– Tengo a los amigos más educados y elocuentes. – le respondí rodando los ojos
– Recuérdenme ¿Por qué somos sus amigas? – Bromeó Clara
– Porque, estás enamorada de uno de nuestros amigos y tienes que querernos si quieres estar con él. Somos el paquete completo. – Respondió Darren mientras tomaba su bebida de la mesa. Hoy no llevaba la banda sobre su cabeza, sus risos estaban sueltos y caían por su frente.
– En primera, aquí nadie está enamorado de nadie...
– Yo sí. – la interrumpió Will levantando sus hombros mientras metía una papa frita a su boca tan despreocupado como si no estuviera haciendo una confesión y solo estuviera afirmando un hecho obvio.
Clara rodó los ojos suspirando a modo de fastidio.
La escena me parecía de lo más divertida: Darren y Clara tenían un debate en el que mi amiga le explicaba porque no estaba enamorada y Darren intentaba que Clara aceptara sus sentimientos hacia Will. Llegó a decir que había leído en internet que el no aceptar tus sentimientos por alguien ocasionaba mal humor lo que desquicio a mi amiga y nos hizo reír a todos.
– Así que, piensas hacer ejercicio ¿eh? – La voz de Damian me sacó de la atención que ponía a la plática anterior. Asentí con la cabeza.
– El fin de semana me percaté que he ganado peso así que no estaría de más.
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MANTENTE LEJOS DE MI
Teen FictionPara Emma Martin, una chica de 18 años, el alejarse de la ciudad que la vio nacer, de sus amigos y todo lo que ella conocía suponía dejar atrás el pasado doloroso que la atormentaba. Se prometió que, al cambiar de ciudad, iniciaría desde cero junto...