CAPÍTULO 7

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Desperté con música Rock sonando por toda la casa sintiendo que la cabeza me iba a estallar. Sin abrir los ojos cubrí mi rostro con las manos y ahogo un grito.

¿De verdad mi papá no puede dormir poco más de las siete de la mañana, aunque sea fin de semana? La respuesta claramente es NO.

Suspiro dejando caer mis brazos a los lados de mi cuerpo sobre el colchón y me quedo mirando el techo unos minutos antes de bajar y cometer un asesinato contra mi progenitor.

De pronto, las imágenes de la noche anterior comienzan a aparecer en mi mente.

Después de ese beso tan desconcertante que hizo que todo mi cuerpo temblara, Damian y yo nos reunimos con los chicos en la mesa y la noche transcurrió entre risas y bailes tontos de todos. Tonny intentó enseñarme a bailar y tropezamos estrepitosamente haciendo reír a todos. Will y Clara se abrazaron toda la noche y se susurraban cosas al oído. Darren se había ofendido por no haberlo contemplado en nuestro juego, asegurando que él nos hubiera ganado.

Nadie notó nada extraño, ni siquiera nuestra repentina cercanía aun cuando Damian, cada que podía posaba su mano en mi rodilla o pasaba su brazo por encima de mis hombros para acercarme más a él. Después de eso llegue a casa por la madrugada y me desmaye en mi cama.

Ese beso.

Inconscientemente llevo mi pulgar a mi boca y recorro mi labio inferior con él. Podría jurar que sigo sintiendo como mis labios hormiguean pidiendo más.

Espera ¡¿Qué?! Me estoy volviendo totalmente loca. ¡No puede gustarme Damian!

Tomé mi celular de la mesa a lado de mi cama y me puse al día con los mensajes.

Julia me había enviado unos cuantos preguntándome que tal mi noche y pidiendo detalles de mis nuevos amigos. Le respondí de inmediato dándole un resumen de todo. Omití el beso con Damian. Sabía que me haría preguntas de todo tipo e intentaría saber cuáles eran mis intenciones. Era demasiado pronto y yo tenía suficiente resaca como para evitar el tema. Además, ni siquiera yo sabía que estaba sucediendo.

¿Cuáles eran realmente mis intenciones con el chico malo?

Vamos, Emma, deja de pensar en Damian.

No quiero estar en una relación ni sentirme atraída por nadie. Muy dentro de mi sé que, al saber la verdad de mi pasado, nadie se quedaría a mi lado. No podría.

Eso en el caso de que alguien me creyera y no pensara que soy una lunática inventando una historia de película para llamar la atención.

Al no ver mensajes de Damian en mi celular sentí alivio. Esperaba que ese beso no cambiara nada entre nosotros, porque me agradaba. Me agradaba más de lo que debería.

Sacudo la cabeza con los ojos cerrados desechando esos pensamientos.

Voy a necesitar una ducha con agua helada si sigo pensando en él.

Me levanto de la cama con lo único que uso para dormir. Una camiseta negra de manga corta extra grande que queda justo en mis muslos y mis pantis negros de encaje. Odio dormir con sujetador. No entiendo como hay personas que lo siguen haciendo si es lo más incómodo del mundo.

Voy hacia mi closet y saco unos pantalones cortos grises de algodón y un sujetador. Retiro la camisa que usé para dormir y me miro en el espejo de cuerpo completo que esta frente a mí. Puedo notar que este mes sin ninguna actividad física me está cobrando factura.

Mi cintura sigue siendo pequeña pero ahora mi vientre se ve abultado y mis caderas se ven más anchas.

Debo comenzar a hacer ejercicio ya que el dejar de comer comida chatarra a todas horas no es una opción para mí.

MANTENTE LEJOS DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora