CAPÍTULO 17

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Después de clases, decidí que era buen momento para empezar a hacer algo de ejercicio, todo el estrés que tenía acumulado por lo vivido las últimas semanas y la comida chatarra que había consumido necesitaban ser expulsados de mi sistema. También ayudaría estar realmente agotada por la noche. Tal vez así logre dormir un poco en ausencia de papá.

Busqué en mi guardarropa un conjunto deportivo adecuado para salir a correr y elegí un top negro y unos pantalones de licra del mismo color con franjas blancas a los costados, amarré mi cabello en una coleta alta, tomé una botella de agua de la nevera, coloqué mis audífonos con música bastante alta y animada y fui al parque que quedaba a dos cuadras de mi casa, donde corrí por una hora. No fue tan caótico como pensé que sería. Solo quise morirme un par de veces y llore de camino a casa con las piernas temblorosas.

Regresé a casa a eso de las cinco de la tarde. Me dirigí sin pensar a mi habitación totalmente exhausta y empapada en sudor. Llamé a mi padre para contarle el plan para ayudar a Tonny el cual aceptó en seguida. Los veríamos al siguiente día que papá regresara de su viaje.

Me tumbe boca arriba en la cama dejando el teléfono de lado repasando todo lo que había vivido estas semanas. Por un lado, era relajante saber que ahora mis problemas eran los esperados en una persona de mi edad y no los problemas que solía tener antes los cuales no son normales para nadie. Los ojos comenzaron a pesarme y sin resistirme caí en un largo y pesado sueño.

El timbre insistente de la entrada me trajo de vuelta de mi reparador sueño. Cuando abrí los ojos pude notar que había anochecido.

¡Dormí cuatro horas!

Me incorporé de la cama soltando un gruñido al incesante sonido del timbre, dándome cuenta que no me quité ni siquiera las zapatillas para correr.

– ¡YA VOY! – grité exasperada

Abrí la puerta para encontrar a Darren, Will y Clara al otro lado. Tenían expresiones de preocupación en el rostro.

– Hola chicos ¿Qué hacen aquí?

– Em, es importante que vengas con nosotros. – dijo Clara nerviosa.

– ¿Han visto la hora? No puedo salir así sin más.

Si era algún truco para sacarme de fiesta estaban totalmente locos.

– Es Damian. – sentenció Darren haciendo que mi corazón sintiera un pinchazo.

– ¿Qué ha pasado con él? – pregunté firme.

– Después de clases, Damian estaba furioso y descontrolado. Llegó al departamento y destruyó todo a su paso en su habitación – Darren bajó la vista – Salió de ahí como un huracán y no volvió. Lo hemos buscado por horas.

– Debe estar en casa de Nicole. – Fingí desinterés.

Aunque me duela decirlo. De todos los escenarios que se cruzan por mi mente con Damian ebrio por las calles, que estuviera con Nicole era el que me daba más tranquilidad.

– No está con ella, muñeca. Me llamaron hace media hora del recinto. Damian llegó bastante ebrio exigiendo pelear con quien fuera. – dijo Will muy serio – Ha estado peleando contra diferentes oponentes por más de dos horas y no hay quien lo pare.

– ¿Está loco? ¡Ni siquiera está en condiciones de pelear! ¿Qué fue lo que lo detonó? Estábamos bien a la hora del almuerzo. – grité mientras me giraba a tomar una de mis sudaderas del perchero de la sala.

¡Dios! Si Damian no puede parar, le hará daño a alguien y no se lo perdonará o peor aún, en su estado etílico y sin haberse recuperado por completo podrían hacerle daño a él.

MANTENTE LEJOS DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora