VUELVE A MI CAP. 7

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Después de clases quedé de verme con julia en la cafetería. Los hematomas en mi cuerpo ahora son unas manchas borrosas de color verdoso que cubrí con el maquillaje que Susan me compró. Después de todo lo sucedido el fin de semana, volver a clases ha sido un respiro. Me dediqué a centrar mi atención en cada clase hasta que tuve el tiempo disponible de venir a comer con mi mejor amiga.

– No puedo creer que sean tan apuestos. No te culpo por perder la cabeza por uno de ellos. – dice sonriendo con la vista clavada en la entrada. Los cuatro chicos y Clara caminan con naturalidad como si este siempre hubiera sido su espacio mientras ignoran los murmullos y las miradas de los estudiantes.

– No tienes ni idea – digo con una pequeña sonrisa.

Al entrar a la cafetería, Will es el primero en vernos. Sus ojos se iluminan y nos señala como un niño pequeño a la dulcería. Inundando el lugar con su presencia, los cuatro chicos se encuentran con nosotras y se sientan con nosotras en nuestra mesa como si lo hubiéramos hecho siempre. Damian me besa en la mejilla y me sonrojo enseguida mirando a mi alrededor. Me deja saber que le importa muy poco lo que opinen cuando su brazo envuelve el respaldo de mi silla y su muslo choca con el mío.

– Te lo digo, voy a morir de hambre en este lugar – dice Darren mientras deja caer su charola con algo que parece ser pasta y un pedazo de carne que sé que sabe a nada. – Con razón estas en los huesos, mujer. Todo aquí sabe a vomito.

– Podrías pedirles a tus padres un helicóptero con suministros para su nene – bromeo y tengo que aclarar que es broma cuando lo veo considerando la opción.

– Ahora tiene sentido que babearas por todos los hombres en Los Ángeles. Esta comida no puede suministrar a músculos como estos – flexiona su brazo derecho y se besa el bícep.

– ¡Basta de minimizar mi pequeño pueblo olvidado por dios! – se intentó defender Julia – Aquí también hay hombres hermosos, no como ustedes, claro porque ¿en serio Emma? ¿Tenías un radar para chicos sexys y más buenos que el pan en tu mochila? – fija la mirada a alguien detrás de mí y sonríe maliciosamente. Es como si Clara le hubiera heredado su super poder – De hecho, ahí viene uno muy guapo aunque demasiado idiota.

Todos nos giramos para ver al hombre impecable, vestido como si fuera a alguna reunión en el club y su cabello rubio perfectamente peinado. Sean me mira y sonríe de oreja a oreja deslumbrándonos a todos. Escucho un gruñido a mi lado y a alguien ahogar una risa.

– Hola, cariño – dice una vez que está de pie frente a mi. Damian se tensa en su asiento al escuchar su apodo cariñoso para mi.

Sean mira a todos los presentes con el ceño fruncido hasta que algo encaja en su cerebro y vuelve a emocionarse.

– Ustedes son los chicos nuevos de Nebraska ¿no es cierto? – Clara esconde su sonrisa con su larga cabellera y Will mira a Sean con intriga. Tonny asiente examinando al sujeto que acaba de llegar – ¡Bienvenidos! Yo soy Sean. Estudio negocios y puedo ayudarles a reconocer el campus si lo necesitan.

Darren se burla susurrando por lo bajo que este campus mide dos metros y no es necesario un guía turístico mientras Damian sigue tenso al reconocer el nombre de mi ahora amigo. Sean se sienta a lado de julia en el asiento sobrante como si hubiera sido invitado sin notar la incomodidad de los presentes.

– ¿Investigaste sobre las almohadas que te envié? – le pregunta a mi amiga que tuerce los ojos harta de la insistencia de Sean.

– No Sean. No he visto ninguna de las mil opciones que me enviaste.

– Tienes que hacerlo – suena sinceramente preocupado y me señala – Mira lo que le hicieron tus almohadas a Em. No debe ser sano dormir con piedras cubriendo tu cabeza.

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