Todavía No Se Ha Escrito

LA VIDA SIGUE

5:50 a.m. me desperté con un nudo en la garganta, apenas tengo ánimos de levantarme de la cama debido a una noche inquieta dando vueltas entre las sábanas, pero decido salir de la cama y abrir las cortinas. Veo los primeros rayos del sol que apenas quieren asomarse "La vida es como un amanecer, hija mía" solía decir mi padre y esas palabras cobraron un significado en estos momentos, casi puedo sentir como si mi padre estuviera junto a mí.

Después de unos minutos me encuentro lista para salir de mi habitación, pues el día seria largo. El velorio estaba programado para la mañana por lo que debo mantener comunicación con la funeraria. Posterior en la tarde será el sepelio.

Al llegar a la cocina me encuentro con Tere que le está sirviendo el desayuno a los niños - Buen día -saludo al entrar.

-Hola mami -saluda Lucerito - ¿Quieres desayunar con nosotros? -

- Por supuesto -le respondo con una sonrisa - Pero, ¿Me has guardado algo para comer? -

- Tere hizo un delicioso desayuno -me dice mostrando su plato. -

- Pasado mañana retomamos ese asunto. Listo y muchas gracias -escucho a Manuel entrar a la cocina culminando una llamada - Buenos días papá -le saluda Joss - Manuel los saluda a ambos con un beso en la frente y luego toma un plato para servirse el desayuno.

- ¿Cómo te sientes? -se acerca a la estufa - Estoy tranquila -le respondo mientras sirvo jugo para ambos. -

Nos sentamos a desayunar con los niños y de repente Joss pregunta - ¿El abuelo porque ya no está aquí? - respirando hondo, coloco el vaso en la mesa buscando las palabras correctas para contestar - El corazón de su abuelo dejó de funcionar y su cuerpo ya no pudo seguir con nosotros. -

- ¿Por qué pasó eso, mamá? - pregunta Lucerito.

- El abuelo había estado enfermo y su corazón se cansó -les explique con ternura - pero aunque ya no este físicamente con nosotros, siempre vivirá en nuestros recuerdos y en todo lo que nos enseñó. -

- Abuelo siempre decía que algún día él ya no estaría y que los momentos que vivimos con él serían como estrellas que brillan en la noche -menciona Joss - un día le pregunté que quería decir con sus palabras y él respondió "aunque no esté físicamente, yo siempre estaré con ustedes. Seré como una luz en su camino y les daré fuerza cuando lo necesiten" y también me dijo que cuando crezca lo entenderé mejor. -

El corazón se me hizo chiquito y con un nudo en la garganta no puedo retener más las lágrimas que comienzan a abrise camino por mis mejillas - ¿Mamá, dije algo malo? -pregunto Joss con expresión de preocupación y tristeza - No, cariño. Estoy bien, solo necesito un momento - me levanto con cuidado de la mesa y pidiendo permiso salgo del lugar.

Narra Manuel

Mientras Lucero sale de la cocina Joss voltea a verme y con una expresión inquisitiva pregunta -¿Mamá está triste por lo que dije, papá? - preocupado por haber causado un dolor en su madre.

Tomo su mano con ternura y le respondo - No, hijo. A veces las personas guardamos muchos sentimientos aquí dentro, mamá solo extraña al abuelo y al escucharte hablar así de él, recordó momentos especiales que vivió con su padre. No es culpa tuya, no dijiste nada malo. Lo importante es que estemos aquí para apoyarla. -

Joss aún preocupado mira la puerta por donde salió Lucero - Quiero hacerla sentir mejor, papá - le Sonrío y abrazándolo le dije - Su mamá sabe que la aman mucho, seamos pacientes y cuando regrese le podrás decir lo mucho que la quieres y que estarás con ella en estos momentos. -

Narra Lucero

Seco mis lágrimas y respiro hondo tratando de calmarme aunque se me hace inevitable al pensar tanto en mi padre y en las tantas lecciones de vida que me ha dejado y que Joss haya podido capturar de esa manera tan profunda sus palabras me hace pensar que él hizo un maravilloso trabajo como abuelo al dejar huellas tan marcadas en sus corazones.

Luego de unos minutos regreso a la mesa y me acerco a Joss - Gracias, mi amor - lo abrazo - tienes razón, el abuelo siempre estará con nosotros y que bonito que conserves ese momento mediante sus palabras -le sonrío acariciando su mejilla - y agradezco que las hayas compartido con nosotros. -

Joss Sonríe muy contento - Me alegra poder ayudarte a estar menos triste, mamá. -

Tiempo después...

Han pasado 8 meses desde la partida física de mi padre y algunas cosas han cambiado, supongo que era inevitable que la vida siguiera igual.

Mi mamá se mudó al mes y medio a un departamento más pequeño, pero amplio. Decía que no podía habitar en la casa dónde todo le recordaba a él. Y aunque actualmente está muy enfocada en su papel de manager sigo viendo tristeza vagando en su mirada; supongo que de la noche a la mañana el alma no se resigna a dejar de ver a la persona con quien has compartido gran parte de tu vida.

Por cierto, Manuel también se ha mudado y no me lo van a creer.

••Flash Back••
En mi habitación escucho que tocan la puerta.

-adelante-

- Oye Lucerito ¿Ocupada?-

- ¡No! ¿Necesitas algo? -

- Quiero platicarte algo importante -

Lo invito a sentarse y desde la orilla de la cama comienza a decirme que encontró un departamento, por un momento creí que las cosas se complicarian hasta que me dijo:

- Oye Lucerito, ¿No te importa que me cambie aquí al edificio de enjuto? -

- No, no, no... no me importa, te lo imploro. - le respondo soltando un suspiro acompañado de una sonrisa.

••Fin del flash back••

Al día siguiente de Manuel hacerme el comentario, decidió mudarse lo más pronto y nuestros hijos eran los más felices en ayudar con la mudanza. Actualmente ambos bromean con que tienen dos casa, dos habitaciones y dos de todo.

Con respecto a mí, a mi vida. He estado enfocada en mis proyectos y decidí hacerle caso a mi padre, al último consejo que le escuché decirme y me di una nueva oportunidad en el amor, un amor que estoy disfrutando junto a Michel Kuri.