SERENATA

770 70 1
                                    

Al cerrar la llamada dejo el celular en la mesa de noche y me acomodo para dormir. Son alrededor de las 12 A.M. calculo haber dormido unas dos horas, pero mi sueño es interrumpido al escuchar un mariachi y poco a poco voy reconociendo la voz de Manuel.

Hermoso cariño, hermoso cariño
Que Dios me ha mandado,
a ser destinado
nomás para mí.

Precioso regalo, precioso regalo
Del cielo ha llegado
y que me ha colmado de dicha y amor

Me levanto de la cama algo confundida pero a la vez muy emocionada y salgo al balcón. Y allí esta él, cantando mirando hacia arriba como esperando el momento en el que yo salierá. La canción finaliza y vuelvo a entrar a la habitación, tomo mi bata y salgo, bajo corriendo las escaleras y abro la puerta principal, muy emocionada llego hasta donde esta Manuel y me abalanzo a sus brazos.

Mi reina - me dice al oído - te extrañé tanto.

Y yo a ti - lo abrazo fuerte - yo a ti, mi amor.

Salimos del abrazo y cruzamos miradas, y lo abrazo de nuevo, seguido le doy un beso con ternura.

Amor - dice Manuel entre besos - amor, espera. Aún sigue la serenata.

Le sonrió y me alejo dándole a entender que continúe, que quiero escucharlo.

Manuel se vuelve a ubicar con los músicos, me mira sonriendo y comienza a cantar:

Que chulos ojos
Los que tiene ésa linda joven que estoy mirando
Que miradita
Esa que me está matando
Yo le quiero convencer.

Es tan bonita
Su hermosura me ha deslumbrado por sus encantos
Es tan bonita
Yo le voy a hablar de amores
Que chulada de mujer.

Que cuerpo, que cara, que ojitos chiquitos
Ojitos que provocan el fuego de mi amor.
Que cuerpo, que cara, que ojitos bonitos
Ojitos que provocan el fuego de mi amor.

Al finalizar la serenata vuelvo a abrazar a Manuel y le doy otro beso, este un poco más intenso. Manuel agradece a los músicos y entramos a la casa, al llegar a la habitación soy la primera en entrar y Manuel cierra la puerta detrás de él, lo veo colocar el seguro de la puerta y sonreír coqueto.

Cruzamos miradas y poco a poco me acerco a él, entrelazo mis brazos en sus hombros y él me toma por la cintura. Iniciamos un beso que se pone cada vez más intenso. Manuel comienza a guiarme hasta la cama donde me recuesta con cuidado quedando él encima, sus caricias van desde mi cintura hasta mis hombros y va aumentando mi deseo, su besos los baja a mi cuello y sus caricias a mis piernas, seguido las cruzo por su cintura e inclino mi cabeza hacia atrás sintiendo cada rose de sus labios mientras bajan por mi cuerpo hasta llegar a mi abdomen. Allí juega con mis senos, acaricia uno con su mano, mientras que en el otro juega con sus labios.

Todavía No Se Ha EscritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora