🪬 U n o 🪬

1.6K 122 8
                                    

El sonido de los pasos resonaban con autoridad en los pasillos de la lujosa sede central de la compañía Park Corporations

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sonido de los pasos resonaban con autoridad en los pasillos de la lujosa sede central de la compañía Park Corporations. Los empleados miraban al suelo o a sus pantallas, evitando el contacto visual con la figura imponente de su jefe, Park Jimin. Conocido por su eficiencia implacable y su frialdad, Jimin era un líder temido y respetado a partes iguales.

Entró en la sala de conferencias, donde ya lo esperaban los directivos y representantes de una importante empresa extranjera con la que estaba a punto de cerrar un trato millonario. La tensión en la sala era palpable. Todos sabían que Jimin no toleraba errores ni pérdidas de tiempo.

-Buenas tardes -dijo Jimin, su voz cortante y sin emoción. Los demás murmuraron saludos nerviosos mientras él tomaba asiento en la cabecera de la mesa.

La reunión comenzó, y Jimin se mostró tan tosco y seco como de costumbre. Desarmó argumentos con una precisión casi quirúrgica, y no dudó en ser cruel cuando algún comentario le parecía innecesario o estúpido.

-Si no pueden garantizar la calidad de sus productos, no hay nada más que discutir -dijo, su mirada fija y penetrante haciendo que el representante extranjero sudara visiblemente-. Park Corporations no se asocia con mediocres.

Los ejecutivos sentados a su alrededor esperaban ansiosamente su veredicto, conscientes de la importancia del acuerdo que estaba a punto de cerrar. Jimin, conocido por su dureza y su implacable enfoque en los negocios, no era alguien que tolerara la incompetencia ni los errores. Su voz resonó firme y autoritaria:

-Este acuerdo tiene que beneficiar a nuestra empresa en todos los aspectos. No aceptaré nada menos. ¿Está claro?

Tras una intensa ronda de negociaciones, el contrato finalmente se firmó. Jimin estrechó manos y dio las órdenes pertinentes a su equipo para que se encargaran de los detalles finales. La reunión había sido un éxito, pero el ambiente en la sala era tenso; el peso de la autoridad de Jimin había dejado a todos exhaustos.

Cuando la sala se vació, Jimin se permitió un momento para respirar. Cerró los ojos y se masajeó las sienes, dejando que la rigidez de su rostro se suavizara ligeramente.

Mientras se dirigía a su oficina, su asistente se acercó con su agenda para el día siguiente. Jimin apenas le prestó atención mientras revisaba los detalles, ya pensando en su próximo movimiento estratégico. Pero en el fondo de su mente, había una pequeña chispa de emoción que se encendía cada vez que pensaba en regresar a casa.

❤️‍🔥

Jimin llegó a casa pasadas las siete de la noche, entro y lo primero que recibió fue el agradable olor a comida casera.

No pudo evitar sonreír mientras dejaba sus cosas en la pequeña mesa de la entrada. Colgó su saco, se quitó los zapatos y camino directamente a la cocina en donde vio a su precioso esposo.

 • Falling like the star • Jimsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora