🪬 D i e c i s e i s 🪬

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Habían pasado días difíciles para Yoongi, después de tres noches de insomnio, Yoongi llegó a su sesión con Jungkook visiblemente agotado y emocionalmente frágil

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Habían pasado días difíciles para Yoongi, después de tres noches de insomnio, Yoongi llegó a su sesión con Jungkook visiblemente agotado y emocionalmente frágil. Jungkook notó de inmediato el cansancio en su rostro y la tensión en su postura.

— ¿Cómo has estado, Yoongi?— preguntó Jungkook con voz suave mientras Yoongi se sentaba en el sofá.

Yoongi suspiró profundamente antes de responder. — No he estado durmiendo bien — admitió con la voz temblorosa.
— Estas últimas noches han sido difíciles. Me siento como si estuviera retrocediendo en lugar de avanzar.

Las lágrimas comenzaron a emerger nuevamente en los ojos de Yoongi mientras compartía su angustia con Jungkook. Explicó cómo la llamada de Jimin y lo que había escuchado habían afectado profundamente su estado emocional y su confianza.

Jungkook escuchó con empatía, dejando que Yoongi expresara sus sentimientos libremente. Cuando Yoongi terminó de hablar, Jungkook habló con calma pero con firmeza.

— Yoongi, entiendo lo difícil que es para ti— , comenzó Jungkook. — Pero recuerda que no debes depender demasiado de una persona, incluso si es alguien tan importante como Jimin. Tienes a muchas personas que te quieren y te rodean, incluyéndome a mí. Tu valía no está determinada por la atención o el comportamiento de otra persona.

Yoongi miró fijamente a Jungkook, su voz temblorosa al expresar sus miedos más profundos. — Tengo tanto miedo de volver a ese tiempo, Jungkook — , admitió con sinceridad. — Recuerdo cuando apenas podía salir de mi habitación, cuando cada interacción con el mundo exterior era una batalla contra mi ansiedad.

Jungkook escuchó en silencio, comprensivo y atento a las palabras de Yoongi. Sabía lo lejos que Yoongi había llegado en su camino hacia la recuperación, pero también entendía la fragilidad de esa recuperación cuando se enfrentaba a desafíos emocionales tan grandes.

— Es normal tener miedo, Yoongi, yo también tengo miedos —  respondió Jungkook con calma. — Pero has demostrado una increíble fuerza y ​​resiliencia. Recuerda cuánto has crecido desde entonces. Estás aprendiendo a manejar estos momentos difíciles de una manera que antes no podías.

Yoongi asintió lentamente, sintiendo el apoyo reconfortante de Jungkook. — Sí, lo sé. —  murmuró con determinación.
— Pero aún así, es aterrador pensar en retroceder, en volver a ese lugar de oscuridad y miedo.

Jungkook colocó una mano tranquilizadora sobre el hombro de Yoongi. — No estás solo en esto, Yoongi. Estoy aquí para apoyarte, y juntos podemos encontrar formas de superar estos obstáculos.

Después de salir de la sesión con Jungkook, Yoongi regresó a casa con un peso en el corazón que no podía sacudirse. Se recostó en la cama, mirando fijamente por la ventana mientras las lágrimas caían silenciosamente por sus mejillas. El recuerdo de sus miedos más profundos y la sensación de vulnerabilidad lo abrumaban.

Cada respiración parecía un esfuerzo, y el silencio de la habitación solo amplificaba sus pensamientos turbulentos. Se preguntaba si algún día lograría superar por completo sus temores, o si siempre estaría luchando contra ellos en momentos como este.

El sonido distante de los pájaros afuera solo servía para recordarle la distancia entre su mundo interior y el exterior. Se sentía solo en su angustia, anhelando desesperadamente encontrar una forma de tranquilidad que parecía escurrirse entre sus dedos.

En esos momentos oscuros, recordaba las palabras reconfortantes de Jungkook, pero también sentía la amargura de la incertidumbre. No sabía cuánto tiempo duraría esta tormenta emocional, ni cuándo encontraría la calma que tanto anhelaba.

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Una tarde, cuando Yoongi estaba sumergido en sus pensamientos sombríos, recibió una video llamada inesperada de Hoseok. Al ver la cara emocionada de Hoseok en la pantalla, sintió un pequeño destello de curiosidad y anticipación.

— ¡Yoongi! ¡Tienes que ver esto! —  exclamó Hoseok con entusiasmo, ajustando la cámara para enfocar a alguien más en la habitación.

Yoongi se enderezó, intrigado por la emoción de Hoseok. —¿Qué pasa, Hoseok?

— ¡Jisoo está aquí! Mira lo que puede hacer ahora, — respondió Hoseok con una sonrisa brillante mientras movía la cámara hacia un niño pequeño que bailaba en medio de la sala.

El niño, no mayor de cinco años, irradiaba alegría mientras movía sus pequeños pies al ritmo de la música que Hoseok había puesto de fondo. Su rostro estaba lleno de concentración y pura felicidad, como si bailar fuera la cosa más natural del mundo.

Yoongi observó maravillado, sintiendo que su corazón se llenaba de calidez al ver la conexión entre Hoseok y su sobrino. Era evidente cuánto amor y apoyo había entre ellos, incluso a través de una simple video llamada.

— ¡Wow, Hoseok! Jisoo es increíble,— exclamó Yoongi, sonriendo ampliamente por primera vez en días. —¡Parece que disfruta cada segundo!

Hoseok asintió emocionado. — Sí, es asombroso verlo. Bailar parece traerle tanta alegría. Me recuerda por qué amo tanto enseñarle.

La llamada continuó con Hoseok y Yoongi compartiendo risas y conversaciones, mientras Jisoo continuaba bailando en el fondo. La presencia de Jisoo, tan llena de energía y felicidad, trajo un rayo de luz a la vida de Yoongi en un momento en que más lo necesitaba.

Después de la llamada, Yoongi se sentó en silencio por un momento, reflexionando sobre lo que acababa de presenciar. Se dio cuenta de cuánto valoraba la amistad de Hoseok y cómo su presencia había iluminado un día que había comenzado lleno de oscuridad y tristeza.

Esa noche, antes de dormir, Yoongi envió un mensaje a Hoseok, agradeciéndole por compartir ese momento especial con él.

Desde entonces, cada vez que se sentía abrumado por la soledad o la tristeza, recordaba la imagen de Jisoo bailando con tanta pasión y alegría. Era un recordatorio constante de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre había luz y amor a su alrededor, esperando ser descubiertos.

 Era un recordatorio constante de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre había luz y amor a su alrededor, esperando ser descubiertos

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 • Falling like the star • Jimsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora