Park Jimin es el CEO más poderoso y el hombre más rico de Seúl, deseado por todas las mujeres. En su vida pública, es conocido por ser frío y tosco. Sin embargo, al cruzar la puerta de su hogar, se transforma en el esposo más tierno y amoroso, un la...
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El gran CEO, Park Jimin, solía caminar por los pasillos de su empresa con una confianza inquebrantable. Sin embargo, esa mañana, su semblante era notablemente distinto. Incluso sus empleados notaron la tristeza y el cansancio en su expresión. Las reuniones que solían llenarse de su energía y visión ahora estaban marcadas por silencios incómodos y una palpable melancolía.
En su oficina, Jimin se dejaba caer pesadamente en su silla, mirando sin ver los documentos que tenía delante. La discusión con Yoongi la noche anterior lo había dejado devastado. No podía concentrarse en nada más que en las palabras hirientes que habían intercambiado.
— Señor Park. — uno de sus empleados entra con cautela. — aquí están los informes de esta semana.
Jimin asiente distraídamente —Gracias. Déjalos en el escritorio.
El empleado coloca los documentos y sale rápidamente, sintiendo la tensión en el aire. Jimin se pasa una mano por el cabello, exhalando profundamente. Sus pensamientos se desvían una y otra vez hacia Yoongi, hacia las cosas que le había dicho y lo que Yoongi le había respondido.
— Señor Park, su próxima reunión es en quince minutos. — escucho la voz en su asistente.
— Gracias, estaré allí.
Mientras se prepara para la reunión, no puede evitar recordar la mirada en los ojos de Yoongi, una mezcla de dolor y determinación. Era obvio que la distancia entre ellos no se resolvía solo con palabras amables o gestos románticos. Había algo mucho más profundo que necesitaba ser abordado.
Durante la reunión, Jimin intenta mantener la compostura y prestar atención, pero su mente sigue volviendo a Yoongi. Sus empleados notan su distracción y, aunque tratan de continuar como de costumbre, la preocupación es evidente.
— Señor Park, ¿le gustaría posponer la reunión para otro momento? — pregunta otro de los empleados.
Jimin sacude la cabeza con negación. — No, sigamos. Solo... perdonen mi distracción.
La reunión continúa, pero Jimin sabe que necesita hacer algo más que simplemente trabajar más duro para olvidar sus problemas. Necesita encontrar una manera de reconciliarse con Yoongi, de hacerle entender que sus ambiciones no son más importantes que su relación.
Después de la reunión, Jimin se queda solo en su oficina, mirando por la ventana con una expresión de determinación renovada. Sabía que no podía perder a Yoongi, no después de todo lo que habían pasado juntos.
"Tengo que hacer las cosas bien. No puedo seguir así."
Decide tomar un respiro, salir de la oficina y pensar en un plan para recuperar lo que había perdido con Yoongi. Por primera vez en mucho tiempo, el gran CEO se sentía vulnerable, pero también sabía que esta vulnerabilidad podría ser la clave para salvar su relación.
