• Falling like the star • Jimsu

🪬 V e i n t i c i n c o 🪬

Yoongi había pasado la última semana en casa de Taemin, buscando un espacio de tranquilidad y apoyo después de la confrontación con Jimin. Esa mañana, recibió una llamada inesperada de Hoseok, pidiéndole que se reunieran en un parque cercano.

Cuando Yoongi llegó al parque, vio a Hoseok sentado en un banco, con una sonrisa cálida en su rostro. A su lado, estaba Jisoo, el sobrino de Hoseok, un niño pequeño y encantador que jugueteaba con unas hojas caídas.

— Hoseok. — dijo Yoongi con una sonrisa suave al acercarse. — Hola, Jisoo, —  saludó con ternura al niño, cuya mirada curiosa y risueña le devolvió la mirada.

Hoseok se levantó para abrazar a Yoongi, notando la leve aceleración en el corazón de su amigo. — Me alegra que hayas venido, Yoongi.

Yoongi asintió, sintiéndose reconfortado por la presencia de Hoseok y la energía positiva de Jisoo. —Es bueno verte, Hoseok. Y conocer a este bonito en persona.

Hoseok sonrió ampliamente.
— Jisoo, él es Yoongi. ¿Puedes saludar a Yoongi, Jisoo? — animó a su sobrino.

El pequeño Jisoo levantó tímidamente la mano, saludando a Yoongi con una sonrisa traviesa. Esa simple acción hizo que el corazón de Yoongi se ablandara aún más.

— Es un niño muy dulce, —  comentó Yoongi, observando cómo Jisoo continuaba jugando alrededor de ellos.

Hoseok asintió con orgullo.  — Sí, lo es. Siempre me alegra pasar tiempo con él.

Los tres continuaron su mañana en el parque, disfrutando del sol suave y la compañía mutua. Para Yoongi, estar con Hoseok y conocer a Jisoo trajo consigo un sentimiento de renovación y esperanza, recordándole que la vida aún tenía momentos hermosos por descubrir, incluso en tiempos difíciles.

El momento con Jisoo había abierto una puerta emocional profunda en Yoongi. Mientras observaba al niño, con su inocencia y amor desinteresado, Yoongi se había visto a sí mismo en un futuro similar, deseando tener una familia propia. La realización de ese anhelo había conmovido tanto a Yoongi que las lágrimas comenzaron a deslizarse silenciosamente por sus mejillas, sin que él se diera cuenta.

Fue Jisoo quien notó primero las lágrimas de Yoongi. Con la dulzura y la empatía propias de los niños, Jisoo subió torpemente al banco donde estaba sentado Yoongi y, con manos pequeñas y determinadas, limpió suavemente las lágrimas de su rostro. — No llores, Yoongi Hyung. Tú eres muy bonito. — dijo Jisoo con una voz suave y preocupada, ofreciéndole una sonrisa tierna.

La acción de Jisoo conmovió aún más a Yoongi, quien se sintió abrumado por la ternura y el cariño del niño. A pesar de sus propias emociones, Yoongi no pudo evitar devolverle la sonrisa a Jisoo, sintiendo una mezcla de gratitud y esperanza.

En ese momento, la idea de formar una familia propia se volvió más clara y más urgente en la mente de Yoongi. Quería experimentar esa conexión única con un niño, quería ofrecerle amor y cuidado, tal como Jisoo le había mostrado esa mañana.

Hoseok observó la escena con cariño desde una distancia respetuosa, permitiendo que Yoongi procesara sus emociones en su propio tiempo. Sabía que aquel momento había sido significativo para Yoongi, un recordatorio poderoso de sus deseos más profundos y de las cosas que anhelaba en su vida.

Después de un rato, Yoongi se inclinó para abrazar a Jisoo con ternura, agradecido por la lección de amor y esperanza que había recibido ese día en el parque.

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Más tarde ambos se despidieron, Yoongi miro al pequeño con adoración y Jisoo estaba encantado con él, se despidieron y luego de que Yoongi los vea alejarse, con una sonrisa comenzó a caminar a su auto.

Estaba por llegar a este cuando alguien lo tomo del brazo y al voltear las cámaras y los flashes se fueron enseguida a su rostro.

El repentino acoso de la prensa dejó a Yoongi aturdido y en estado de shock. A medida que las cámaras y los flashes lo rodeaban, las preguntas sobre su relación con Park Jimin resonaban en el aire. Las manos de Yoongi comenzaron a temblar intensamente mientras luchaba por procesar la situación.

Ignorando las preguntas, Yoongi logró abrir la puerta de su auto y se precipitó dentro, cerrándola rápidamente detrás de él. El ruido ensordecedor de la prensa seguía resonando afuera, mientras los reporteros continuaban con sus interrogaciones.

Dentro del auto, Yoongi se sentía abrumado por la ansiedad. Respiró profundamente, tratando de controlar su respiración agitada mientras se aferraba al volante. La confusión y el miedo se mezclaban en su mente mientras intentaba procesar cómo había terminado en medio de esa situación tan abrumadora.

Finalmente, con manos que aún temblaban, Yoongi se forzó a sí mismo a iniciar el auto y comenzar a alejarse lentamente del caos que dejaba atrás. A medida que se alejaba, trató de bloquear las voces y los flashes que aún persistían, enfocándose en conducir hacia un lugar seguro donde pudiera encontrar la calma y la claridad que tanto necesitaba en ese momento.

La situación se intensificó rápidamente para Yoongi mientras luchaba con su ansiedad creciente y el caos a su alrededor. Aunque logró encender el auto, sus manos temblorosas y la falta de aire le dificultaban concentrarse adecuadamente. La presión de la prensa que seguía rodeándolo, junto con el sonido abrumador de las voces y los flashes, solo aumentaba su desesperación.

En un momento de pánico y descontrol, Yoongi pisó el acelerador bruscamente, tratando desesperadamente de escapar de la multitud y del caos. Sin embargo, su falta de control y visibilidad debido al nerviosismo le llevó a chocar con otro auto que salía del lugar.

El impacto repentino fue como un despertar brusco para Yoongi, quien se vio repentinamente detenido por la realidad física de la colisión. A su alrededor, la situación era caótica, con personas y cámaras convergiendo aún más hacia él y el otro automóvil involucrado en el accidente.

Aterrorizado y agobiado por la situación, Yoongi intentó recobrar la calma, aunque su mente seguía nublada por el miedo y la ansiedad. Necesitaba desesperadamente encontrar una salida de esta pesadilla pública que había comenzado tan inesperadamente.