Park Jimin es el CEO más poderoso y el hombre más rico de Seúl, deseado por todas las mujeres. En su vida pública, es conocido por ser frío y tosco. Sin embargo, al cruzar la puerta de su hogar, se transforma en el esposo más tierno y amoroso, un la...
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Jimin estaba sentado en la sala de espera del hospital, con la mandíbula apretada de preocupación. Había pasado horas interminables desde que recibió la llamada de emergencia.
Finalmente, el médico apareció por la puerta, y Jimin se puso de pie de inmediato. —¿Cómo está mi esposo? — preguntó, su voz apenas un susurro de temor.
El médico miró a Jimin con seriedad antes de responder: — Su esposo está fuera de peligro, pero está bastante conmocionado. Necesitará reposo y monitoreo, pero no hay lesiones graves.
Jimin cerró los ojos un momento, aliviado y agradeció al doctor luego de decirle que lo que necesitará , el dinero no importaba. Luego, su expresión se endureció mientras sacaba su teléfono. Marcó un número rápidamente y esperó a que contestaran al otro lado.
— Byun, si esas fotos llegan a ser publicadas, quiero que demandemos a cada uno de esos portales. No voy a permitir que invadan nuestra privacidad de esta manera. —dijo Jimin con voz firme y determinada. — Llévalos a juicio por millones de wons si es necesario. No me importa el costo, ya han dañado a mi esposo y no voy a permitir que sigan
El asistente de Jimin asintió, tomando nota de las instrucciones mientras Jimin seguía junto a la cama de Yoongi, prometiéndole silenciosamente que protegería su paz y su intimidad sin importar qué.
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Jimin se mantuvo en la sala de espera, con la mirada fija en la puerta por la cual el doctor había desaparecido minutos atrás. La preocupación seguía marcando su rostro, sus pensamientos concentrados en Yoongi y en cómo protegerlo de todo aquello que le causaba ansiedad y sufrimiento.
Fue entonces cuando vio entrar a un hombre joven y rubio, visiblemente nervioso el cual se acercó a él con paso vacilante, los ojos buscando desesperadamente orientación.
— Disculpa, ¿sabes dónde puedo pedir información sobre un paciente? — preguntó Hoseok con voz tensa, sus manos jugueteando nerviosamente con las mangas de su chaqueta.
Jimin observó a Hoseok por un momento, notando el nerviosismo palpable que reflejaba. Era una sensación familiar, una que había visto muchas veces en Yoongi. — Sí, claro. — respondió Jimin con calma, intentando transmitir tranquilidad. — Deberías hablar con la recepción. Pueden ayudarte con eso.
Hoseok asintió con agradecimiento, aunque su mirada aún mostraba inquietud. Jimin notó las similitudes entre Hoseok y Yoongi: ambos parecían cargar con el peso de sus propias ansiedades. Se sintió momentáneamente conectado con Hoseok a través de esa comprensión compartida.
— ¿Estás bien? — preguntó Jimin con cuidado, sintiendo la necesidad de ofrecer apoyo.
Hoseok asintió de nuevo, aunque su expresión revelaba lo contrario. — Sí, solo... preocupado por un amigo. Es la primera vez que tengo que lidiar con algo así. — admitió, sus palabras saliendo apresuradamente mientras se esforzaba por controlar sus propios nervios.
