El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte cuando Park Jimin se despertó, acostumbrado a iniciar su día antes del amanecer para preparar su agenda y revisar los correos electrónicos urgentes. Se levantó silenciosamente, asegurándose de no despertar a Yoongi, y se dirigió al baño para prepararse.
Después de ducharse y vestirse, Jimin volvió a la habitación para despedirse de Yoongi antes de salir. Al acercarse a la cama, notó que Yoongi se veía más pálido de lo habitual y que su respiración era irregular. Preocupado, Jimin tocó su frente y sintió una temperatura alarmantemente alta.
— Mi amor, estás ardiendo en fiebre —dijo Jimin, su voz llena de preocupación.
Yoongi abrió los ojos con dificultad, su mirada vidriosa enfocándose en Jimin.
—Me siento... Mal —murmuró débilmente.
Jimin no perdió tiempo. Tomó el termómetro y verificó la temperatura de Yoongi, confirmando que tenía una fiebre alta. Decidió que lo mejor era quedarse en casa para cuidar de su esposo. Después de enviar un mensaje rápido a su asistente para reorganizar su agenda, regresó al lado de Yoongi.
—No te preocupes, amor. Me quedaré aquí para cuidarte. Necesitas descansar y recuperar fuerzas —dijo Jimin con ternura, acariciando el cabello de Yoongi quien logró esbozar una pequeña sonrisa, agradecido por la presencia y el cuidado de Jimin.
Con paños húmedos comenzó a intentar bajarle la fiebre pero no lo conseguía.
Las horas pasaron, pero la fiebre de Yoongi no bajaba. Jimin, cada vez más preocupado, se levantó para buscar su teléfono.
—Creo que debo llamar al médico, Yoongi. No quiero que esto empeore —dijo Jimin con un tono firme.
Yoongi, al escuchar eso, se aterrorizó. La idea de tener a alguien más en su casa, especialmente cuando se sentía tan vulnerable, era demasiado para él.
— No, por favor. No quiero a nadie más aquí. Puedo mejorar, solo dame un poco más de tiempo —dijo Yoongi, su voz temblorosa y sus ojos llenos de ansiedad.
Jimin se arrodilló junto a la cama, tomando la mano de Yoongi con suavidad.
—Mi amor, entiendo que te sientas así, pero tu salud es lo más importante ahora. Prometo que estaré a tu lado todo el tiempo. No dejaré que nada malo te pase —dijo Jimin, tratando de calmarlo.
Yoongi respiró profundamente, tratando de controlar su miedo. Sabía que Jimin tenía razón, pero su fobia social lo consumía.
—Está bien, pero... por favor, quédate cerca de mí todo el tiempo —dijo Yoongi, finalmente cediendo.
Jimin asintió, aliviado de que Yoongi hubiera aceptado.
—No me moveré de tu lado, te lo prometo —dijo Jimin con una sonrisa reconfortante, se incorporó y dejo un beso en su frente.
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• Falling like the star • Jimsu
FanfictionPark Jimin es el CEO más poderoso y el hombre más rico de Seúl, deseado por todas las mujeres. En su vida pública, es conocido por ser frío y tosco. Sin embargo, al cruzar la puerta de su hogar, se transforma en el esposo más tierno y amoroso, un la...