Park Jimin es el CEO más poderoso y el hombre más rico de Seúl, deseado por todas las mujeres. En su vida pública, es conocido por ser frío y tosco. Sin embargo, al cruzar la puerta de su hogar, se transforma en el esposo más tierno y amoroso, un la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La mañana siguiente empezó temprano para Jimin. Se levantó en silencio, asegurándose de no despertar a Yoongi, que aún dormía profundamente. Mientras se vestía para el día, no pudo evitar mirar a su esposo, sintiendo una oleada de ternura. Jimin sabía que Yoongi necesitaba su descanso, especialmente debido a las sesiones con Jungkook, que aunque beneficiosas, eran emocionalmente agotadoras.
Una vez listo, Jimin se inclinó para darle un suave beso en la frente a Yoongi antes de salir de la habitación. Bajó a la cocina, donde rápidamente preparó su café y revisó su agenda del día. Estaba lleno de reuniones y decisiones cruciales, un recordatorio constante de las altas expectativas que recaían sobre él.
Una vez en la oficina, Jimin se transformaba en el jefe implacable que todos conocían.
Sentado detrás de su imponente escritorio de ébano, revisaba informes financieros con una expresión seria y concentrada. Su teléfono sonó, interrumpiendo su concentración. Era uno de sus socios más antiguos, cuya voz resonó a través del auricular con una mezcla de preocupación y exigencia.
—Jimin, necesitamos discutir los términos del acuerdo nuevamente. Creemos que podemos negociar mejor las condiciones.
Jimin se ajustó los anteojos con calma, su mirada penetrante fijándose en el horizonte más allá de las ventanas panorámicas de su oficina.
—Lo siento, pero los términos están establecidos. No hay espacio para más negociaciones —respondió con frialdad.
Hubo un momento de silencio del otro lado de la línea antes de que su socio intentara presionar nuevamente.
—Jimin, esto es importante para ambas partes. Deberíamos al menos discutir...
—No necesito discutirlo más, y mucho menos necesito este acuerdo si no puedes aceptar los términos actuales. Tengo más personas esperando en la fila para ocupar tu lugar —interrumpió Jimin, su tono ahora cortante y decidido.
La respuesta fue seguida por un silencio incómodo. Jimin esperó unos momentos antes de colgar con decisión. Se quitó los anteojos y se masajeó las sienes, sintiendo la presión de las responsabilidades que llevaba sobre sus hombros.
❤️🔥
Esa mañana Yoongi despertó pasadas las nueve de la mañana, era muy dormilón y realmente agradecía que su esposo no lo despertará o tendría que lidiar con un gatito enfurrullado todo el día (o es lo que solía decir Jimin) Con ese pensamiento acomodo la cama y bajo a desayunar algo ligero.
Hoy día era uno de los días más ocupados que tenía ya que tenía que visitar a Jungkook y por lo tanto se llevaría dos horas con él. Se dio una corta ducha y se arregló para dirigirse a su terapia del día.
