Park Jimin es el CEO más poderoso y el hombre más rico de Seúl, deseado por todas las mujeres. En su vida pública, es conocido por ser frío y tosco. Sin embargo, al cruzar la puerta de su hogar, se transforma en el esposo más tierno y amoroso, un la...
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Yoongi despertó una mañana, después de días de insomnio y sus sesiones de terapia con Jungkook, con una determinación renovada. Decidió que era hora de enfrentar su miedo y dar un paso adelante. Con el corazón palpitante de nervios y esperanza, tomó su teléfono y llamó a Hoseok.
"Hoseok, ¿puedes reunirte conmigo hoy?" preguntó Yoongi, tratando de mantener su voz firme. "Creo que es hora de que enfrentemos nuestros miedos juntos."
Hoseok, aunque inicialmente dudó, se sintió inspirado por la valentía de Yoongi. "Claro, Yoongi. Vamos a hacerlo. ¿Dónde nos encontramos?"
"En tu casa, y luego iremos al supermercado," respondió Yoongi, sintiendo una mezcla de miedo y emoción al decir esas palabras.
Cuando Yoongi llegó a la casa de Hoseok, ambos se miraron con una sonrisa nerviosa pero decidida. "Vamos a hacerlo," dijo Hoseok, tratando de infundir valor en ambos.
El trayecto hacia el supermercado estuvo lleno de risas nerviosas y conversaciones sobre sus expectativas y miedos. Al llegar, ambos respiraron profundamente antes de entrar. El bullicio del supermercado era intimidante, pero saber que estaban juntos hacía que el desafío pareciera más manejable.
— Vamos, podemos hacerlo.— dijo Yoongi, tratando de infundirse ánimo a sí mismo y a Hoseok.
Mientras recorrían los pasillos, comenzaron a relajarse un poco. Hoseok, con su espíritu juguetón, tomó un sombrero de paja de una estantería y se lo puso a Yoongi. — ¡Mira, ahora eres un vaquero!
Yoongi rió, sintiéndose un poco más ligero. Decidió seguir el juego y tomó unas gafas de sol extravagantes, poniéndoselas a Hoseok. — ¡Y tú eres una estrella de rock!.
Ambos comenzaron a hacer pequeñas travesuras, tomando artículos de las estanterías y actuando como si estuvieran en una película de comedia. Hoseok fingió que los pepinos eran micrófonos y comenzó a cantar una canción inventada en el acto, mientras Yoongi imitaba a un presentador de televisión presentando productos absurdos.
La gente a su alrededor los miraba con sonrisas y algunas risas, pero lejos de sentirse avergonzados, Hoseok y Yoongi se sintieron más libres y menos tensos. La experiencia de estar juntos y encontrar la diversión en un lugar que antes les causaba tanto miedo era liberadora.
Al llegar a la caja, cargados de artículos que realmente no necesitaban pero que habían tomado en su recorrido cómico, se miraron y rieron juntos. Habían logrado no solo enfrentar su miedo, sino también convertirlo en una experiencia memorable y divertida.
Cuando salieron del supermercado, Hoseok miró a Yoongi con una sonrisa satisfecha. — Lo hicimos, Yoongi. Y nos divertimos en el proceso.
Yoongi asintió, sintiéndose más ligero y lleno de una nueva esperanza. — Gracias, Hoseok. No sé si podría haberlo hecho solo.
