Dos días después de que Yoongi completara su trabajo para la nueva colección de Taemin y la enviara, estaba en casa ocupado enviando correos electrónicos y organizando los últimos detalles. El timbre sonó con insistencia, interrumpiendo su concentración.
Al abrir la puerta, se encontró con Hoseok visiblemente alterado. Sus ojos estaban enrojecidos y llorosos, y su respiración era rápida y entrecortada. Era evidente que estaba sufriendo un ataque de pánico.
— Hobi, ¿qué sucede? — preguntó Yoongi, sintiendo preocupación inmediata por su amigo.
Hoseok apenas pudo hablar, pero logró articular entre sollozos: — Lo siento, Yoongi. Y-yo i-ntente s-salie por mi c-cuenta.
Sin pensarlo dos veces, Yoongi tomó a Hoseok suavemente del brazo y lo llevó al interior de su casa, cerrando la puerta detrás de ellos. Lo guió hacia el sofá y se sentaron juntos.
— Está bien, Seokie. Respira conmigo, ¿de acuerdo? — dijo Yoongi con calma, poniendo una mano reconfortante en el hombro de Hoseok.
Ambos se concentraron en respirar profundamente, siguiendo el ritmo lento y constante de Yoongi. Con cada respiración, Hoseok parecía calmarse gradualmente, aunque seguía temblando.
Después de unos minutos, cuando Hoseok pudo hablar un poco más coherentemente, explicó: — Pronto es- es el cumpleaños de Jisoo y q-quise salir por un regalo. — sus manos vuelven a temblar pero Yoongi las toma y las acaricia con ternura. — Todo estaba bien hasta que salir de la tienda. — sorbe su nariz. — E-esos chicos estaban ahí. — mira a Yoongi con terror y comienza a sollozar de nuevo. — ellos comenzaron a burlarse de mí, Yoongi. — comienza a temblar y Yoongi lo abraza.
Después de consolar a Hoseok y ayudarlo a calmarse tras su ataque de pánico, Yoongi se puso de pie con determinación. Miró a Hoseok.
— Llévame donde sea que hayas visto a esos que se burlaron de ti.
Hoseok lo miró con sorpresa y preocupación. Aunque inicialmente vacilante, entendió la intención de Yoongi. Sin embargo, no estaba seguro de cómo manejar la situación.
— Yoongi, no es necesario. No quiero que te metas en problemas por mi causa. — respondió Hoseok, tratando de disuadirlo.
Pero Yoongi, sintiéndose impulsado por una mezcla de valentía y determinación, insistió: — No puedo dejar que te hagan daño de esa manera. Estoy contigo en esto, Hoseok.
Finalmente, Hoseok suspiró resignado y asintió. — Está bien, vamos entonces.
Juntos, salieron de la casa de Yoongi y se dirigieron al lugar donde Hoseok había visto a sus ex compañeros. A medida que se acercaban, la ansiedad de Hoseok aumentaba, pero Yoongi permaneció a su lado, ofreciéndole apoyo silencioso.
Cuando llegaron al lugar, Hoseok se detuvo y señaló discretamente a un grupo de personas que estaban reunidas no muy lejos de ellos. Eran los mismos que habían sido crueles con él en el pasado.
Yoongi se acercó con paso firme, con Hoseok siguiéndolo de cerca. Algunos de los ex compañeros de Hoseok los notaron y se voltearon para mirarlos con sorpresa y desconcierto.
Sin decir una palabra, Yoongi miró directamente a aquellos que habían lastimado a su amigo.
Con las manos temblorosas pero determinado, Yoongi enfrentó a esos chicos.
— No pueden vivir la vida siendo crueles con quienes no se lo merecen. — comenzó Yoongi, su voz firme y clara. — No tienen idea de la lucha que enfrentamos todos los días. No lo entienden.
Los chicos, sorprendidos por la intervención directa y la intensidad de Yoongi, bajaron la mirada avergonzados. Algunos murmuraron disculpas apenas audibles, mientras otros se quedaron en silencio, incapaces de enfrentar la intensidad de las palabras de Yoongi.
— No habrá próxima vez. — continuó Yoongi, su tono no admitiendo discusión. — No van a volver a apagar el brillo de mi sol,. — agregó, mirando significativamente a Hoseok, quien observaba la escena con una mezcla de asombro y gratitud.
Los chicos asintieron tímidamente, comprendiendo la seriedad de la situación y la firmeza de Yoongi. Sabían que habían cruzado una línea, y la mirada determinada de Yoongi les recordaba que sus acciones tenían consecuencias reales.
Después de unos momentos tensos de silencio, Yoongi se volvió hacia Hoseok, quien lo miraba con una mezcla de sorpresa y admiración. En sus ojos, Yoongi vio una gratitud profunda y una nueva conexión entre ellos, fortalecida por la valentía demostrada ese día.
Juntos, Yoongi y Hoseok se alejaron del lugar, sintiendo un peso aliviado y una renovada confianza en su amistad. Para Yoongi, aquel día marcó no solo un acto de valentía personal, sino también un momento de protección y apoyo hacia su amigo, demostrando que estaba dispuesto a enfrentarse a cualquier desafío por aquellos que le importaban.
En el tranquilo interior del auto, después del enfrentamiento con los chicos, Hoseok rompío el silencio — Me has dicho Sol.
Yoongi, conmovido por el gesto de confianza de Hoseok, miró hacia él con cariño en los ojos. — Así como Jisoo es tú sol, tú eres el sol que ilumina mi oscuridad, — dijo sinceramente.
— Realmente agradezco tener tu amistad, Hoseok. Eres mi único amigo aparte de mi esposo y el primero en mucho, muchísimo tiempo.Hoseok sonrió cálidamente, sintiendo la profundidad del vínculo que compartían. — Yo también estoy agradecido de tenerte en mi vida, Yoongi. Eres más valiente de lo que crees.
Ambos amigos continuaron su viaje, sintiéndose fortalecidos por el apoyo mutuo y la conexión especial que habían compartido a lo largo de los desafíos que enfrentaron juntos.
Después de un día lleno de emociones intensas y momentos de profunda conexión con Hoseok, Yoongi finalmente experimentó una sensación de paz que había estado buscando durante mucho tiempo. Esa noche, se acostó en la cama y, por primera vez en meses, durmió profundamente y sin interrupciones.
El peso de las preocupaciones y las tensiones se disipó lentamente, reemplazado por una sensación reconfortante de tranquilidad y satisfacción. Su corazón se sentía ligero, sabiendo que había sido capaz de enfrentar desafíos personales y fortalecer la amistad con Hoseok.
Mientras dormía, Yoongi soñó con días más brillantes y llenos de posibilidades, alimentado por la seguridad de tener a personas cercanas que lo apoyaban incondicionalmente.
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• Falling like the star • Jimsu
FanfictionPark Jimin es el CEO más poderoso y el hombre más rico de Seúl, deseado por todas las mujeres. En su vida pública, es conocido por ser frío y tosco. Sin embargo, al cruzar la puerta de su hogar, se transforma en el esposo más tierno y amoroso, un la...