Park Jimin es el CEO más poderoso y el hombre más rico de Seúl, deseado por todas las mujeres. En su vida pública, es conocido por ser frío y tosco. Sin embargo, al cruzar la puerta de su hogar, se transforma en el esposo más tierno y amoroso, un la...
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Por si lo leíste, se edito✨
.La situación de Yoongi se volvía aún más crítica. A pesar del impacto y el sangrado en su cabeza, la adrenalina seguía corriendo por su cuerpo, amortiguando temporalmente el dolor físico. Con manos temblorosas, logró agarrar su celular y marcó el número de Jimin, sintiendo la urgencia de hablar con él.
El teléfono sonó varias veces antes de que Jimin respondiera, y cuando finalmente lo hizo, la voz de Yoongi salió entrecortada y llena de angustia. — Ji- jimin... estoy... en medio de... — dijo, luchando por encontrar las palabras adecuadas mientras el ruido de fondo y el zumbido de la multitud aún eran audibles a través del teléfono.
Jimin, del otro lado de la línea, escuchó la voz desesperada de Yoongi y enseguida se puso en alerta. — ¿Yoongi? ¿Qué está pasando? ¿Mi amor, en donde estás? — preguntó rápidamente, preocupado por la situación de su esposo.
Yoongi intentó explicar lo que había sucedido, aunque sus palabras seguían siendo interrumpidas por su respiración agitada y el tumulto a su alrededor. — Estoy... estoy herido. Necesito ayuda. Por favor, Jimin...
Jimin entendió la gravedad de la situación de inmediato y prometió llegar lo más rápido posible. — ¡No te muevas, mi amor! Estoy en camino. Mantente donde estás. ¿Me oyes?
— L-lo intentaré... — respondió Yoongi débilmente antes de que la llamada se cortara repentinamente, dejándolo solo con sus pensamientos angustiosos y la incertidumbre de lo que vendría a continuación.
Jimin, quien se encontraba absorto en su trabajo, sintió un escalofrío de preocupación al recibir la llamada de Yoongi. Antes de que pudiera hablar con claridad, su asistente irrumpió en la habitación con una expresión preocupada y mostrándole lo que estaba sucediendo en los medios de comunicación.
Al ver las noticias, Jimin se sintió aturdido al ver cómo la prensa rodeaba a Yoongi, haciendo preguntas y especulaciones sobre su relación. La idea de que su vida privada, cuidadosamente oculta, estuviera ahora expuesta al escrutinio público lo llenó de ansiedad y una profunda preocupación por su esposo.
— No puede ser... — murmuró Jimin para sí mismo, mientras intentaba procesar la magnitud de lo que estaba viendo. La privacidad era algo que valoraba mucho, especialmente cuando se trataba de su relación con Yoongi, y ver cómo todo se desmoronaba frente a él lo llenó de una mezcla de enojo y angustia.
Su asistente, viendo la reacción de Jimin, preguntó con cautela: — ¿Deberíamos hacer alguna declaración, señor?
Jimin sacudió la cabeza, tratando de mantener la compostura. — No. No digas nada todavía. Necesito saber primero qué está pasando con él —respondió, su voz firme pero cargada de preocupación.
Jimin observó con creciente preocupación mientras su asistente recibía una llamada urgente. La expresión de la mujer se volvió aún más tensa, y Jimin pudo ver la preocupación en sus ojos mientras escuchaba atentamente al otro lado de la línea.
