Mi Dragón Guardian (Dramione)

Salvia roja

Draco desperto cerca de las seis de la madrugada, miró a la castaña dormida, tan aferrada a su cuerpo por el frío que hacia en el lugar. Se levanto, se puso sus pantalones y cargo a su esposa que traia puesta su camisa y mediante magia hizo levitar la botella de champagne, la ropa y las dos copas para llevarlas con el.

Draco encontró la habitación que decia Hermione en su puerta, al entrar habia una enorme habitación con una biblioteca gigante, una cama en una pequeña tarima y su cama cubierta con cortinas blancas, frente a la cama había una pared llena de ventanales con vista al mar. El dejo a su esposa sobre la cama y ella a penas sintió a su esposo alejarse, se despertó.

- ¿Que pasa? - susurra.

- nada, solo nos traje a la habitación - besa su cabeza y se sienta a terminar de quitar la ropa, para acostarse a su lado. - vamos duerme.

- no quiero - susurra cansada - no hasta que te acuestes aqui abrazado a mi.

- ven aqui regalito - la abraza y besa su cabeza - ¿Vas a ser siempre tan mimada?

- si, por que mi esposo me ama - susurra ella.

- con mi vida Hermione - acaricia su cabello y besa la cabeza de ella.

- asi me va a dar sueño Draco - se queja - no quiero dormir, quiero mas besos - lo mira y el besa su cabeza.

- mañana podemos tener mas besos - la mira y le sonrie - mi vida, tenemos una vida para besarnos, ahora debemos descansar.

- esta bien

La castaña se acurrucó en el pecho de Draco, el beso su cabeza y la miro dormirse tranquila. El se sonrió al sentir la respiración de ella calmada, indicándole que se encontraba dormida.
Draco se puso de lado, y la abrazo esta vez mejor. Mirando su rostro, sus pecas, y sus bellos labios que ahora le pertenecen, recordó la ultima vez que la vió tan tranquila con sus ojos cerrado, ella estaba desmayada. La mano de Hermione se posó en su rostro y el solo sonrio, bajo su mirada y vio la cicatriz que dejó Bellatrix en ella.

•••

Draco podía oír los gritos de Hermione desde arriba, sin imaginar que la castaña estaba siendo marcada para siempre en su brazo con la palabra "Sangre sucia" .

- ¿de donde la sacaste? - dice Bellatrix en el oido de Hermione.

- SOLO LA CONSEGUÍ - grita llorando - ¡NO SIRVE ES FALSA! - miente. - ¡POR FAVOR, NO MÁS! ¡POR FAVOR! -suplica llorando - DRACOOOOO... - grita al volver sentir su brazo ser rasgado.

Cuando Bellatrix estaba a punto de cortar la mano de Hermione, que había sido torturada hasta estar seminconsciente llorando y suplicando por su vida. Draco irrumpió en el salón y desarmó a Bellatrix con la varita de Pettigrew quien murió asfixiado por la mano que le proporcionó Voldemort al ayudar a Harry y Ron a escapar.

Para cuando la tortura de su tía y Voldemort terminó, por haber dejado escapar a Harry, Hermione y Ron, el Rubio se apareció en la mansión Granger, indicándole que la castaña estaba en la casa de sus abuelos. Espero hasta que todos se fueran a dormir y a escondidas por el sótano logro entrar a la casa. De niño recorría aquella casa, eso lo recuerda muy bien y caminó en silencio hasta la habitación de ella, la cual encontró vacia, sin embargo sabia que estaba ahí, recordo aquél dicho que decia el anciano cuando ellos eran pequeños: " esta habitación es el santuario en donde nuestra diosa nos salva".

El bajo en silencio hasta la biblioteca, miró al abuelo dormir en uno de los sillones justo en la biblioteca y avanzo en silencio hasta la habitación secreta.
El llegó hasta el templo, y sobre un altar estaba Hermione aun descansando y en sus ojos aun una lagrima, la cual el limpió suavemente.

- debes soportar Granger, prometimos volver al otro - susurra y acaricia su rostro - eres mi salvia roja, eres mia para siempre ¿Recuerdas? - susurra - te amo Granger, y se que algún día seré valiente y les voy a reconocer a todos que te amo, y solo espero que cuando eso pasé tu no me odies por lo que te hizo mi familia - besa su cabeza - puedo aceptar que el mundo me odie, puedo aceptar que todos me tengan asco, menos tu.

Los ojos de Draco se llenan de lagrimas y deja caer estas mientras recarga su cabeza en el pecho de ella. El sabía que si ella no queria estar con el, sería comprensible aún asi tambien sabia que nadie la amaría como ella.

- si aun me amas cuando acabe la guerra - susurra Draco- te espero el 17 de agosto para el cumpleaños de mi madre, en el callejón Diagon, estare afuera de la tienda de articulos de escobas - acaricia su cara - quiero que compres una pluma, no me importa el color solo compra una pluma y sabré que me amas.

Un ruido lo hizo voltearse, el beso la mejilla del Rubio y se escondió atrás de la estatua de atenea, el anciano que llegó solo se sentó a ver a su nieta, justo donde estaba la castaña y la miro.

- mi amada engoni - se sonríe - cuando te dije que volvieras a casa no me referia de esta manera, tus amigos son muy insistentes en querer venir a verte, voy a poner mas protección y hechizos, nadie que no sea digno de mi princesa podra entrar nuevamente.

•••

Draco miró a su esposa, ella de volteo. El se apego a un mas a ella y beso su espalda antes de abrazarla con mas fuerza. Ella sonrió dormida y abrazó la cabeza de su esposo quien ahora tenia su boca en el cuello de ella.

- ¿No vas a dormir? - pregunta ella con los ojos aun cerrados.

- humm... No - besa su cuello y mejilla - te ves muy hermosa para dejar de mirarte.

- Draco, hay que dormir - se ríe ella y se voltea para abrazarlo y besar su barbilla - ¿Que sucede? - lo mira.

- ¿Como le vas a poner al bebé que tengamos mas adelante? - ella lo mira.

- empatamos, debemos escoger los dos. - el se sonríe y le niega.

- no, lo haces tu - dice Draco - quiero que lo hagas tú.

- hmm.. pues - besa sus labios - me gusta Scorpius o Cygnus.

- me encantan - le sonrie él.

- te amo Draco.

- eres mia arbusto con ojos - besa su cabeza.

- y tú eres mio Hurón - responde ella.

Draco beso sus labios con delicadeza, queria sentir los calidos labios de Hermione acariciar los de él. Amaba su delicadeza, amaba sus pequeños mimos en los besos, amaba a Hermione por sobre todo en la vida. Ella a diferencia de Draco, solo queria sentirlo, soñaba con decir alguna vez que Draco Malfoy le pertenecía, y ahora Draco era de ella en todo lo que expresaba la palabra. No solo era su salvia roja, era su Dragón guardian quien la iba a hacer feliz ahora y tal como le dijo a sus 5 años, para el resto de sus vidas.

••• FIN •••