Narra Claudia
Wow esa propuesta si que no me la esperaba, pero a quien iba a engañar, me moría por irme con ella y más ahora que sabía lo mal que lo estaba pasando. No iba a dejarla marcharse sola ni de coña.
- Si querías que fuera a tu casa me lo podía haber dicho directamente. Bromeé guiñándole un ojo.
- Haber si te piensas que después de contarte todo esto voy a dejar que te vayas así de fácil. Me contestó siguiéndome el juego.
- Entonces vienes o te acerco a tu casa?
Lo pensé por un momento. Pero total, mañana solo tenía que ir al homenaje de Patri y me vendría bien distraerme.
- Que tenemos de menú? Pregunté a modo de respuesta pasando mi brazo por sus hombros sacándole una sonrisa mientras caminábamos dirección a su casa.
Al llegar nos saludo su pequeño amiguito que la última vez que lo vi conecté mucho con él.
- Pero bueno, si tenemos aquí al rey de la casa. Dije acariciando al pequeño Golden. Quién es el rey? Le dije al perro con voz de bebé.
- Vaya, vaya. Huele a traidor por aquí... Dijo Ainhoa a modo de broma refiriéndose al perro.
- Me quiere más a mi que a ti y eso que solo me ha visto dos veces. A que si maxxx... Le pregunté al perro.
Que me contestó lamiéndome la cara.
- Me lo tomaré como un si.
- No lo culpo tiene buen gusto. Me dijo guiñándome un ojo.
- No como su dueña. Bromeé.
Se ve que le hizo gracia porque soltó una carcajada seguida de un ataque de risa.
Nuca la había escuchado reírse. Y tenía una risa muy pegadiza que provocó la mia.
Y como dos locas acabamos riéndonos a carcajada limpia después de haber estado hace menos de media hora llorando desconsoladamente en la playa.
Quién lo diría.
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Narra Ainhoa
Después de estar horas y horas hablando con Claudia llegó la hora de dormir.
No era muy tarde, pero tampoco eran las nueve de la noche.
- Ainhoa tienes alguna almohada que me puedas dejar para ponerme en el sofá?? Preguntó.
- Pero que dices, anda. Dije abriendo los ojos. Hay una habitación de invitados. Al final del pasillo a la derecha. Guíe. Encima quieres dormir en el sofá, si hombre.
- Ay yo que sé. Bueno me voy a dormir.
- Vas a dormir así? Con la ropa de la calle. Pregunté.
- Como quieres que lo haga?
- Anda ven que te dejo algo.
La llevé a mi habitación y entré al vestidor. Revisé las camisetas que tenía y acabé optando por dejarle una de fútbol y un pantalón de chándal corto gris.
- WoW. Cualquiera diría que eres madridista. Dijo observando mi impresionante colección de camisetas blaugranas.
- ANTES MUERTA. Afirme. Quieres alguna en especial? Le pregunté.
- Si tienes la mía...
- Fíjate tu por donde que la tuya justo no la tengo. Le vacile.
- Enserio? Se hizo la ofendida poniendo una mano en su pecho. Pues tendré que darte una entonces. Me dijo guiñándome un ojo.
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Predestinadas
FanfictionAinhoa García, la actriz del momento que está en boca de todos, regresa a su país natal, España. Después de un largo tiempo fuera en Estados Unidos consolidando su carrera decide dar marcha atrás para comenzar de nuevo. Lo tenía todo dinero, fama...