Capítulo 26 - Quien diría que es tu primera vez...

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Narra Claudia

No tardamos mucho en irnos todas de la discoteca. Salíamos poco pero cuando lo hacíamos lo hacíamos bien.

Eran las casi cuatro de la mañana y estábamos todas reventadas.

Como antes le había dicho a Ainhoa me fui con ella en su coche.

Ella no había bebido más de un cubata al principio de la noche por lo que estaba en perfectas condiciones para conducir.

Yo tampoco había bebido mucho, pero era su coche.

Llevábamos un rato en el coche cuando instintivamente posé mi mano sobre su pierna que gracias a la raja del vestido quedaba expuesta.

Noté como un escalofrío recorrió su cuerpo y una sonrisa se instaló en mi cara.

Comencé a mover mi mano sobre su pierna dejando pequeñas caricias.

- Claudia. Soltó con un suspiro. No lo pongas más difícil. Pidió casi rogando.

Pero a mi que me gusta jugar con fuego hice oídos sordos y seguí a lo mío. Metí un poco más la mano y con mis dedos rozaba la parte interior de sus muslos.

- Uffff. Volvió a suspirar. Estoy conduciendo, no me hagas esto, porfavor...

Yo solté una risita.

- De verdad quieres que pare? Pregunté cerca de su oído.

- No quiero que tengamos un accidente sabes.  Dijo mirando a la carretera fijamente concentrada.

Le hice caso y volví a mi sitio, pero mi mano no se despegó de su pierna en ningún momento.

Llegamos a su casa y ni siquiera se molestó en pasar por la mía para preguntarme si quería quedarme.

Pero aunque lo hubiera hecho no lo iba a conseguir.

Después de lo que había pasado en la discoteca no se iba a librar de mi tan fácilmente.

La noche era muy larga...

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Narra Ainhoa

Aparqué el coche ya en mi casa y me bajé como pude de el.

Todavía me temblaban un poco las piernas por haber tenido la mano de Claudia durante todo el viaje en mi muslo.

Ni siquiera pase por su casa porque no iba a dejar que se fuera y mucho menos ahora.

Ni de coña.

Logré salir del coche y cuando pase por al lado de ella me agarró del brazo y me atrajo hacia donde ella estaba.

Con su mano derecha me cogió la cara obligándome a mirarla y me besó.

Me besó como había estado esperando toda la noche.

Fue un beso en el cual ambas nos quitamos todas las ganas acumuladas. Pero nos tuvimos que separar para poder entrar dentro.

Abri la puerta con la mirada penetrante de Claudia a mi espalda y con su mano en mi cintura.

CONTENIDO 🔞

Nada más entrar nos volvimos a besar cerrando la puerta de un portazo.

Caminamos hasta mi habitación sin dejar de besarnos en ningún momento.

Y nuestra ropa fue dejando un rastro por el camino.

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