Narra Ainhoa
Entre la falta de aire, las lágrimas acumuladas en mis ojos que me nublaban la vista y los tacones que se me enredaban en el vestido no podía ni caminar.
Alba se había tomado la molestia de esperarse conmigo un rato en el baño hasta que me clamara un poco y me viera capacitada para salir.
Con su ayuda logre levantarme y posponer un poco el llanto.
Salí del local hecha pedazos pero en mi mente solo ocupaba un pensamiento.
Claudia.
Necesitaba verla, ya.
Mi cabeza no llegaba a entender como había pasado, como había permitido que sucediera otra vez.
Me sentía humillada, destrozada, cabreada pero sobre todo decepcionada conmigo misma.
Hace tiempo me había jurado a mi misma que no volvería a suceder que ese monstruo con el que en algún momento de mi vida compartí mi cama, mis amistades, mi vida en general no volvería a ponerme ni una sola mano encima.
Y aquí estaba.
Llorando desconsoladamente sujetada por una mujer que acababa de conocer de cinco minutos y que se había ofrecido a ayudarme replanteandome mi vida mientras me alejaba y dejaba atras la que podría y devia ser la noche de mi vida.
Y lo acabó siendo, pero no de la forma de la que yo había esperado.
___________________________________________Media hora más tarde estaba un poco mas tranquila, pero las lágrimas traicioneras recordando el pasado seguían rodando por mís mejillas.
A los pocos minutos vi como un coche se acercaba a nuestra posición.
Al principio no reconoci el coche, más bien ni lo mire, pensaba que era un coche que simplemente pasaba.
Hasta que se paro a una distancia prudencial de nosotras y escuché como apagaban el motor rápidamente.
Al segundo una silueta se bajo corriendo del vehículo gritando.
- Ainhoa, Ainhoa!!! Gritó.
Al escuchar mi nombre instintivamente giré mi cabeza para ver quien era pero por el temor y nerviosismo en la voz supe de quien se trataba.
Cuando mis ojos se toparon con los suyos azules las lágrimas volvieron otra vez a inundar mis ojos.
Llego hacia nosotras corriendo como si estuviera en un partido de fútbol y al acercarse pude notar su preocupación inmediatamente.
- Amor. Dijo preocupada al verme.
Yo no respondí simplemente me lancé a sus brazos directamente y la abraze tan fuerte como si pensaba que se fuera a ir.
- Heyy, tranquila amor. No me voy a ir a ningún lado vale. Dijo mirándome a los ojos para seguidamente darme un corto beso que expresaba todo lo que las palabra no podían diciéndome que ella iba a estar para mi allí siempre.
Al separarnos vi como Claudia se acercaba a Alba tranquilamente.
- Alba, muchas gracias de verdad. No sé lo que habrá pasado pero de verdad, gracias. Dijo abrazándo a la cantante.
- No es nada Claudia, si necesitáis cualquier cosa solo tienes que llamarme vale? Dijo dispuesta a ofrecer su ayuda.Y tómatelo con calma, porque no se lo que le habrá hecho en el pasado pero yo la he encontrado casi al borde del colapso. Informo.
- Creo que necesita ir a casa me la voy a llevar, gracias. Se despidió de la rubia para subirme al coche.
El camino se me estaba haciendo larguísimo cuando entre el viento y el silencio del coche los ojos se me empezaron a cerrar y me acabé durmiendo ante la atenta mirada de mi novia que conducía lo más tranquila hasta casa pero que yo sabía que en el fondo estaba muriéndose por saber que había pasado.
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Predestinadas
FanfictionAinhoa García, la actriz del momento que está en boca de todos, regresa a su país natal, España. Después de un largo tiempo fuera en Estados Unidos consolidando su carrera decide dar marcha atrás para comenzar de nuevo. Lo tenía todo dinero, fama...