Tras la guerra [BKDK] 🔞

XXIII. El villano de tu historia

>> ¿Y qué esperabas...? Te creíste el héroe del cuento... pero no eres más que un vil villano que escupe veneno cuando habla. <<

Bakugo dejó el bolígrafo sobre la mesa y miró las hojas arrancadas de la libreta donde estaba escriviendo. Volteó a mirar el reloj. Eran las 2 de la madrugada. Mañana tenía clase. Se había pasado el fin de semana encerrado en su habitación, escribiendo sin parar.

Se había quitado la camiseta que se puso el sábado, le molestaba, le daba picores. Sentía la necesidad de rascarse la piel todo el rato. En su costado y cuello había marcas de arañazos, aún con sangre. Se dirigó al baño y se miró al espejo. Un ser desconocido le devolvió la mirada, una mirada hueca, como un vacío sin fin que acechaba para engullirlo. Su pelo, alborotado, mostraba haber sido estrujado y estirado mientras escribía en su libro.

>> Qué pena das, el Gran Dios de las Explosiones Dynamight reducido a cenizas, ¿romántico, verdad? Eres patético. <<

Volteó hacia la ducha y la encendió. Se quitó la ropa de cintura para abajo y se metió en la ducha. El agua arrastró la sangre que aún quedava por su cuerpo, no se había dado cuenta de cuantos arañazos tenía, algunos eran bastante profundos, incluso vió heridas causadas por el bolígrafo. Sus heridas dolían con el paso del agua por ellas, escocían. Tomó la esponja y puso jabón en ella para restregarla sobre su cuerpo. Quería limpiar esa sensación que invadía su cuerpo.

>> Eso es, intenta quitarte de encima esa mierda que eres. Por mucho que quieras, no vas a conseguir limpiar lo asqueroso que te sientes. Eres un villano venenoso, un cruel y egoísta crío que quiso jugar a ser feliz y le salió mal. <<

Algunas de las heridas volvieron a abrirse a medida que Bakugo se frotaba, quería sentir dolor, era mucho más agradable ese dolor que el que sentía apretar en su corazón. Cerró el agua y salió de la ducha, tomando una toalla para secarse. Ésta acabó llena de la sangre de las heridas abiertas de nuevo.

Vió un papel en el suelo. Mina había intentado ir a verle el fin de semana, pero no lo logró. Por respuesta siempre obtuvo el silencio. Suposo que le había dejado una nota. La abrió.

No estás solo.

Háblanos, te queremos, vuelve.

Kiri y Mina

Arrugó la nota y la tiró a la basura. Se vistió y salió de la habitación, dirigiéndose a donde fuera que le llevara su estado. Caminó durante media hora hasta llegar a un barrio que no reconocía. Las calles eran lúgubres, todo estaba aún medio derruido por la guerra, solo la luna iluminaba ese escenario.

>> Todo esto también es tu culpa. Fuiste débil. Si hubieras sido más fuerte hubieras protegido a todos. Izuku tuvo que perder el OFA por tu culpa, porqué eres un necio. Debiste aceptar la invitación de la Liga de Villanos. Debiste decir que sí y al menos así no hubieras estorbado. Al menos así seguro que Eri no hubiera tenido que sufrir por ti. <<

Se volteó al sentir que alguien lo observaba.

- Oye... ¿tu no eres uno de esos críos de la UA? -no le veía la cara.

- Si... es uno de esos niñatos que se cree mejor que el resto. -oyó una segunda voz tras de la primera.

- Dejadme en paz -su voz sonaba débil, lúgubre, ténue, sin fuerzas.

- Vaya un arrogante, ¿no podemos charlar un rato con uno de los grandes héroes que nos ha destrozado la vida? -dijo uno mientras lo agarraba por el brazo. Bakugo no se movió, no sentía la necessidad de hacerlo.

- Mira el gatito -esa palabra sí lo molestó, volteó a ver al que lo había dicho pero la oscuridad no le dejaba ver bien-, si parece que hasta va a permitir que lo toquemos.