5. EL GRAN SEMENTAL

191 22 0
                                    

-¿Me estás diciendo que mi reina tuvo un hijo?- Dice muy confuso el amante de la reina dragón.

-Si, y en pocos días estará en las puertas de esta ciudad buscando tu apoyo. Pero si te rehusas ya sabes lo que te esperará Daario Naharis- Dice en forma de advertencia la sacerdotisa roja.

Daario Naharis sigue sin poder creer lo que le están diciendo, pero no le parece algo tan descabellado. Por ello decide brindarle el beneficio de la duda y esperará a ver a este supuesto hijo de Daenerys para saber si verdaderamente es quién dice ser, si resulta ser una mentira lo tomará como un insulto a la memoria de su reina y amada por lo que matará al príncipe.

Mientras tanto, el rey Bran convoca una reunión de su consejo privado en la cual llevará a cabo la sugerencia de su hermana Sansa sobre enviarle un mensaje a su hermana Arya que se encuentra en Essos, para que acabe con la vida del príncipe Targaryen.

-Gracias por vernir, será algo breve- Dice el rey -Lord Olyvar requiero que utilice a sus aves para enviarle un mensaje a mi hermana Arya en Essos- Agrega Bran el roto.

-Por supuesto mi rey ¿que desea comunicarle a su hermana?- Pregunta el consejero de los rumores.

-Simple, que use sus habilidades de asesina y encuentre a Rhaego Targaryen y lo mate- Ordena el rey y todos en la sala del consejo se quedan sorprendidos ante su orden. El rey Bran se había caracterizado por siempre caminar el sendero de la paz y el diálogo, pero en esta ocasión fue directamente a la violencia.

-Majestad con todo respeto pero sería mandar a su hermana literalmente a la boca del dragón- Dice Tyrion Lannister.

-Confío en las habilidades de mi hermana, además este sería el método más rápido y menos sangriento de prevenir una guerra- Afirmó el rey Bran.

En Meeren, Kimbara ha había llegado pero no sola ya que como ordenó lord Corlys Velaryon, ella fue a la ciudad con su hermana mayor, lady Rhaena Velaryon. La misma se encuentra asombrada de la arquitectura de la ciudad y la gran pirámide del gobernante.

-Veo que le fascina esta arquitectura mi lady- Dice Kimbara a la joven doncella Velaryon.

-Si mi lady. Desde pequeña me ha interesado la arquitectura y el arte- Responde Rhaena.

-¡Que bueno! Tendrá mucho en común con el príncipe- Dice Kimbara refiriéndose a Rhaego.

-Me alegra eso ¿Cuándo vendrá por cierto?- Pregunta la doncella deseosa de conocer a su futuro esposo.

-Pronto...en unos días tal vez- Le responde la bruja roja.

Por otro lado, en el mar Dothraki se encuentra Rhaego con su ejército y sus dragones marchando hacía la ciudad de los jinetes hasta que las primeras filas se detienen y le informan al príncipe que ya se puede ver a la distancia la sagrada ciudad de los Dothraki. Al verla, el príncipe se asombra nuevamente a pesar de ya haberla visto desde los aires con Rhaegal.

Sir Kalus observa y se pregunta cómo harán para que el príncipe tenga una reunión con todos los khales que se encuentran en la ciudad sin que lo capturen o lo maten inmediatamente. Ante las dudas del caballero, el príncipe le dice que se tranquilice y ordena a los inmaculados que marchen hasta las puertas de la ciudad y esperen a que los khales y sus jinetes salgan para la batalla.

-¿Y usted que hará mi príncipe?- Pregunta Kalus.

-No te preocupes, irás con ellos y entablarán el diálogo. Yo llegaré minutos después- Ordena el Targaryen.

Los inmaculados marchan hacia las puertas de la ciudad preparados para cualquier enfrentamiento que se pueda dar. Una vez llegan sucede lo que esperaba el príncipe, los khales salen con sus jinetes de sangre y sus respectivos khalazar y antes de irse a la batalla hablan en su idoma natal, el dothraki, con Sir Kalus.

-¿Qué hacen en nuestra ciudad sagrada con armas?- Pregunta el Khal Orgus, quien dirige la ciudad en ese momento.

-Hemos venido porque tenemos al Khal de khales...el Gran Semental- Afirma con seguridad el caballero haciendo referencia a su príncipe Rhaego.

Las palabras del caballero no hacen más que causar risa a los khales y los jinetes a sus espaldas, pero las risas se ven opacadas por el rugir de los dragones del príncipe que descienden del cielo y se posan en las montañas cercanas. Desde lomos del gran Drogon y acompañado de los otros seis dragones, el príncipe Rhaego pronunció lo siguiente en el idioma Dothraki.

-Yo soy Rhaego de la casa Targaryen, hijo de Khal Drogo y Daenerys Targaryen la gran Khaleesi del mar de hierbas- Afirma el príncipe desde su dragón -Hoy les pido que la lealtad que le dieron a mi madre la pongan en mí, me sigan fielmente y sean mis jinetes de sangre. Soy el Gran Semental que cabalgará el mundo, quién derribará las casas de piedra de nuestros enemigos y los matará en sus trajes de hierro- Dijo el Gran Semental mientras empezaban a sonar los gritos de alegría y emoción de todo el khalazar que en el pasado había sido el de su madre. Todos le juraron lealtad siguiendo con el juramento que le hicieron a la khaleesi, pero hubo un khal, el más experimentado que se rehusaba a servir a un niño de dieciséis años.

-No pretendo postrarme ante ti- Dice Khal Orgus.

-¿Entonces tendré que matarte?- Pregunta el gran Khal.

-Si quieres a mis jinetes te los tendrás que ganar como un verdadero Khal- Afirma el jinete.

-Muy bien...Entoces te mataré en combate- Afirmó el joven Targaryen.

Ante esto, Gusano Gris y Kalus se rehusaron a permitir esto, era muy arriesgado que un adolescente como Rhaego que ha sido entrenado para la batalla pero que nunca ha estado en una se enfrente a un Khal con años de experiencia.

-Si quiero experiencia necesito ganarla...lucharé y ganaré- Dijo con determinación y dio inicio al combate.

Khal Orgus utiliza su hoz típica de los Dothraki mientras que Rhaego usa dos brazaletes que poseen dos afiladas hojas de acero valyrio en cada uno. El combate inicia y se ve la superioridad en velocidad y agilidad de Rhaego, pero Orgus logra acertarle un corte en el muslo derecho.

-Mierda...- Dice Sir Kalus preocupado sobre el aparente resultado de la batalla.

Mientras ambos combatientes luchaban, a su alrededor estaba el Khalazar que gritaba de emoción esperando al ganador. Rhaego no lograba acertar ni un solo golpe, tal vez por miedo a recibir uno peor, pero de un momento a otro el príncipe le lanza arena a los ojos de su oponente lo que le permite marcar dos heridas, una en la pierna izquierda y la otra en el hombro derecho por lo que Orgus se veía en una situación poco favorable para su victoria.

De repente, khal Orgus agarra desprevenido al príncipe Targaryen del cuello y está apunto de cortarle el cuello con su hoz hasta que se ve un hilo de sangre salir de su boca. El príncipe logró clavar su garras en el tórax de su oponente, luego las sacó y volvió a incrustarlas pero esta vez en su cuello lo cual produjo que salieran chorros de sangre y el joven Targaryen fuese bañado por dicho líquido proveniente de su enemigo. Luego de ver la victoria, todos los que tenían alguna duda sobre el liderazgo de Rhaego se arrodillaron ante él y Drogon sin recibir una orden más que la mirada de su hermano y jinete, quemó el cuerpo del oponente vencido. Luego de esto Rhaego se levanta como el Khal de khales...El gran semental que cabalgará el mundo.

Así, Rhaego tomó su caballo negro que llamó Katastros en honor al Dios de la muerte de Valyria y cabalgó al frente de sus ejércitos como el Gran Semental que cabalgará el mundo y con sus dragones volando en dirección a la ciudad de Meeren.

EL RENACER DE LOS DRAGONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora