EL RENACER DE LOS DRAGONES

29. HIELO Y FUEGO

-Había esperado tanto por estar cara a acta con el hombre que mató a mi madre y juré que lo mataría, pero cuando por fin lo tengo frente mío no hice nada- Dijo Rhaego.

-Es normal- Dijo Lyanna.

-¿Lo es?- Preguntó el rey.

-Claro, muchas veces no hacemos escenas en nuestra mente de acuerdo a cómo nos gustaría que sucediesen. Pero muchas veces la realidad supera a la imaginación- Dijo la reina consorte.

-A la mierda la imaginación- Dijo Rhaego lo cual hace que ambos suelten una risa y queden así por un rato.

Al día siguiente el rey esta paseando por las llanuras cercanas a la capital cuando ve a Jon Snow con su lobo huargo, Ghost, cuando de repente aparecen otros tres huargos y Snow se alerta al igual que su compañero.

-Tranquilos- Dice Rhaego en alto valyrio para que los huargos se calmen pues son de él.

-¿Son tuyos?- Pregunta Snow.

-Si, los traje de Asshai. Se criaron conmigo- Respondió el rey.

-¿Como se llaman?- Preguntó Jon al rey.

-El de pelaje negro se llama Fenrir, el pelaje gris es Hati y el de pelaje marrón es Skoll- Dijo Rhaego.

-Son grandes y majestuosos- Afirmó Jon.

-Si- Dijo el rey y luego de decirlo se hizo un silencio un tanto incómodo entre ambos hasta que el rey le preguntó a Jon -¿Estás seguro que Sansa se arrodillará?- Pregunta el rey.

-No lo creo, pero tal vez lo haga si es por el bien del Norte y de sus hijos- Afirmó Snow.

-Sabes que si no se arrodilla tomaré el norte por la fuerza- Dijo Rhaego.

-Lo sé y espero no llegar a eso- Respondió Jon para luego partir a Winterfell con los hijos de Sansa y Sir Davos para convencer a la reina del Norte de arrodillarse anta Rhaego Targaryen.

-¿Han llegado cuervos de Jon, maestre Wolkan?- Preguna la reina norteña a su maestre.

-No, mi reina. Debemos suponer que aún está en negociaciones con el nuevo rey de Westeros- dijo el maestre.

-Espero que salga bien, la historia nos ha enseñado que cuando un norteño va a al sur no suele regresar vivo- Afirma la reina.

-Pero lord Snow no es un norteño propiamente, mi reina- Dijo Wolkan.

La reina Ellaria se encontraba en las calles de la capital junto con la reina Lyanna, ambas tenían la fama en Meeren de salir a los orfanatos para jugar con los niños y darles jugo y ropa, lo mismo lo hacían en los albergues de ancianos. La gente de King's Landing las acamala y saluda llenos de felicidad ya que a diferencia del rey Bran, Rhaego y sus esposas son más cercanos a la plebe y se toman el tiempo de escucharlos y entenderlos y comprender la situación en la cual vive cada uno de ellos.

-¿Y Solarius es tan hermoso como dicen, mi reina?- Preguntó un niño en el orfanato.

-Claro, el dragón de mi hijo Jacaerys, es dorado como el oro y brilla igual en el sol- Respondió la reina con una voz dulce y tierna.

-Wow, seguro debe ser increíble verlo de cerca- afirmó una dulce niña ahí presente.

-Si, tal vez algún día los llevemos a conocer a los dragones de los príncipes y princesas- Dijo la reina Lyanna.

-¡¿En serio?!- Dijeron todos los niños al unísono.

-Si, pero será otro día porque ya nos tenemos que ir- Dijo Ellaria mientras que todos los niños y niñas corren a abrazar a las reinas para despedirse de ellas.