-No son los únicos con dragones ¿Cierto amiga?- Menciona un joven desconocido merodeando en las cercanías de la ciudad de la arpía.
En el reino del Norte se sigue con los preparativos para cuando llegue el momento de enfrentarse a los dragones del rey Targaryen de Essos. Ya han pasado seis meses desde que los siete reinos se enteraron de la existencia de este joven rey y no por eso ha bajado el temor de las poblaciones en cada uno de los reinos que están en contra del Targaryen.
-Mi lord, ya los escorpiones han sido instalados en todo el castillo y están listos para cuando lleguen los dragones- Afirma el maestre de Dreadfort.
-Bien, aunque no creo que sean necesarios...- Responde Belthasar Bolton.
-¿A que se debe su comentario mi lord?- Pregunta intrigado el maestre de la fortaleza de la casa Bolton.
-Si todo sigue igual en el Norte, pronto se enterará de mis pensamientos maestre- Responde el joven lord Bolton mientras mira las llamas de la chimenea.
En Winterfell también se sigue con los preparativos, instalando escorpiones y reforzando las murallas de la fortaleza. La reina norteña, Sansa Stark se plantea el enviar a sus hijos lejos de Winterfell sabiendo que el castillo será uno de los primeros objetivos del rey dragón.
En King's Landing se observa la misma situación, los escorpiones se han instalado en todas las murallas de la ciudad y en los barcos de la flota real por la preocupación de un ataque de dragones.
-La ciudad ya está lista para cualquier ataque majestad- Afirma Sir Bronn.
-Entonces solo queda esperar a que el joven Targaryen se digne a atacar la capital- Menciona Sir Davos.
-¿Y porque antes de irnos a la guerra no buscamos la posibilidad de evitarla?- Sugiere el lord mano.
-¿Y cómo lord Tyrion?- Pregunta el rey deseoso de saber.
-Solicitemos una audiencia con Rhaego, ya sea en Meeren o aquí en la capital- Dice el Lannister.
-No creo que acepte tal cosa, tendría que movilizar su ejército y regresarlo posterior a la reunión si es que no decide conquistar los reinos en el momento- Dice el consejero de los rumores.
En Meeren Rhaego y Rhaena se reúnen en la gran pirámide con Dirgo, comandante de los hijos
de la arpía con la esperanza de llegar a un acuerdo de paz donde los dos bandos salgan beneficiados. Por un lado están los gobernantes de Meeren que desean acabar con la esclavitud y por el otro los hijos de la arpía que pretenden seguir con ella por muchos años más.-Comandante, un gusto conocerlo- Afirma la reina de Meeren.
-No puedo decirlo lo mismo mi lady- Responde el líder de las arpías.
-"Reina"- Dice Sir Kalus con la intención de corregir al comandante.
-Ella no es la reina de la ciudad...solo es una puta extranjera- Afirma con tono de ofensa.
-Cuide su palabra o lo mato- Dijo Rhaego defendiendo a su esposa y ya amada -Hablemos civilizadamente y realicemos esta reunión que tomó seis meses organizar- Agregó el rey.
-¿Y que es lo que quieren?- Pregunta la arpía.
-Fácil, que detenga sus ataques y se olviden de la idea de la esclavitud en la bahía de dragones- Responde la reina.
-¿Porque haría eso? No estoy en la obligación de seguir sus órdenes- Responde Dirgo.
-Cierto, pero nuestro ejército supera por mucho el suyo, además que poseemos siete dragones que nos dan aún más ventaja- Dice Rhaego.
-No trate de intimidarme...además su reinado está próximo a terminar- Exclama el comandante.
-Si se refiere al ejército de hijos de la arpía que marchan en los túneles de la ciudad no se preocupe, ya se están encargando de eso- Dice la reina -Solo es cuestión de tiempo para que mueran sus soldados-
-¡Ja! Debo admitir que es un verdadera fiera mi lady, pero no es suficiente...- Al terminar de decir sus palabras, dos de los cuatro guardias presentes agarran a la reina mostrando que son arpías. Los otros dos están listos para una pelea pero el rey los detiene ordenando que suelten a la reina o morirán.
-Al contrario, ella morirá- Exclama el líder arpía.
Luego del comentario, Rhaena logra clavar una daga que tenia escondida en uno de sus captores mientras que el otro muere a manos de Rhaego y Dirgo escapa. El rey ordena a los dos inmaculados que quedaron ahí que protejan a la reina mientras él sale en busca de los dragones, al primero que ve es a Viserion al cual monta inmediatamente y llama al los demás dragones y se dirigen a las puertas de la ciudad donde se encuentran una ejército de casi doce mil hijos de la arpía.
El gran Khalazar del rey entra en escena y empiezan a luchar contra las arpías mostrando una gran superioridad tanto numérica como en la destreza al momento de luchar. Los dragones dejan caer sus llamaradas de fuego contra los enemigos y miles de ellos empiezan a morir y caer al suelo, mientras que en la ciudad es perseguido el comandante Dirgo por Daario Naharis y Kalus quiénes buscan su cabeza.
Por otro lado, la reina Rhaena empieza a sentir ciertos dolores en su panza que ya cuenta con seis meses de embarazo y que según los curanderos en Meeren, la reina estaría a la espera de dos herederos para el rey.
-¿Se encuentra bien majestad?- Pregunta uno de los guardias.
-L¡lévame a mi habitación Lobo Gris...y traigan a las parteras!- Grita con fuerza y con dolor la esposa del rey.
En el campo de batalla sigue Rhaego y el Khalazar luchando contra los enemigos quiénes ya están agotados tras unas tres horas y media de batalla y por el calor producido por el fuego de los dragones de su majestad. De repente aparecen Daario y Kalus con la cabeza de Dirgo y las tropas enemigas se detienen y tiran sus armas al suelo.
El rey baja a lomos de Viserion para solicitar la lealtad de todos los soldados enemigos o aceptar su muerte ante los dragones y jinetes dothraki. Afortunadamente para sus vidas y para el rey, los cinco mil soldados sobrevivientes se arrodillaron ante el Targaryen sumando más espadas a su ejército, pero la alegría no dura tanto ya que el inmaculado Lobo Gris llega con prisa para informarle al rey que su esposa ya está dando a luz por lo que de inmediato voló con Viserion hasta la cima de la pirámide y entró a la habitación por el balcón y encontró a su esposa agonizando de dolor mientras sale el primero de los dos bebés.
Nació de primera una hermosa princesa de pelo platino, ojos violeta y piel blanca quién desde ese momento es la heredera del rey y tras ella llega su hermoso hermano de mismas características. Con su débil voz, la reina Rhaena y madre de los pequeños dragones le pregunta al padre que nombre se les pondrá a lo que él responde.
-Al varón se le conocerá como Aegon y a esta hermosa princesa la llamarán Rhaenys- Exclama con orgullo y felicidad al ver a sus hijos.
-Muy buena elección mi amor, nombres dignos de un príncipe y una princesa que en el futuro reinarán juntos- Dice un poco débil la madre de los infantes.
Desde las alturas, un dragón que no le pertenece al rey observa los cuerpos de los hijos de la arpía muertos ya sea por el fuego de los dragones o por las armas de los jinetes del Khalazar y en su lomo se encuentra su jinete, un joven de una edad similar a la del rey con ojos violeta y pelo castaño con mechones blancos. El jinete y la bestia se retiran a la ciudad libre de Qohor dónde son recibidos y el jinete se dirige a la fortaleza del gobernante.
-El príncipe Daeron Fuegoscuro- Exclama un guardia anunciando la llegada del jinete misterioso.
NOTA
Ojalá les esté gustando y que les guste la aparición de los Fuegoscuro que creo puede ser algo muy interesante para los fanfic :) TikTok: @jecarys
ESTÁS LEYENDO
EL RENACER DE LOS DRAGONES
RandomDespués de la muerte de la reina Daenerys, en Asshai su hijo Rhaego mismo que se creía muerto se prepara para empezar su campaña militar para tomar los siete reinos y restablecer la grandeza de su casa, pero en el camino se topará con desafíos que l...