En la capital han pasado días de miedo y pánico al ser de conocimiento público que el hijo de la madre dragones, misma que destruyó la ciudad años atrás, está en Essos con un ejército más grande que el de su madre y pretende conquistar el continente ¿Cuándo? No se sabe, por lo que el miedo sigue en constante incremento al no saber cuándo será el ataque del nuevo rey Targaryen.
El rey Bran en su habitación trata de buscar una salida a todo esto, no logra ver al joven dragón en sus visiones ni usar a los cuervos en Essos lo cual lo mantiene muy confuso e intrigado, preocupado también. Su consejo se mantiene en caos sin ver una opción segura para evitar una guerra.
En la recámara del rey Targaryen, se encuentra él y su nueva esposa en la cama sin ropa ya que acaban de consumar su matrimonio y comienzan una conversación agradable para ambas partes.
-Debo decir que esta es una de las mejores sensaciones que he experimentado en mi vida- Afirma el rey.
-¿Y cuál sería más satisfactoria Rhaego?- Pregunta intrigada la doncella Velaryon.
-Volar sobre un dragón y surcar los cielos- Responde.
-Seguro que si, aunque no tenga la dicha de poder hacerlo- Menciona con desilusión -Aunque esta noche he montando a un rey dragón- Afirma la reina de Meeren acompañada de las risas del rey.
-¡Si!- Dice entre risas el rey -Tal vez alguno de los dragones te acepte como jinete, tal vez en tu sangre haya algún rastro Targaryen- Afirma el rey.
-Tal vez- Dice la reina.
A pesar de ser un matrimonio arreglado por conveniencia de ambas casas, la pareja se ve feliz y han logrado llevarse muy bien en el poco tiempo que llevan de conocerse.
Posteriormente el rey convoca una reunión de su consejo para tratar el tema de los hijos de la arpía, un problema pequeño en el momento pero que puede volverse un gran desafío y dolor de cabeza su majestad.
-¿Rakharo y los demás se reportaron?- Pregunta el rey.
-Si, encontraron ciento cincuenta seguidores de la arpía. Asumimos que han de haber muchos más pero estarán ocultos- Responde Daario Naharis.
-¿Y porque atacan al rey?- Pregunta la nueva reina de la bahía de dragones.
-Los hijos de la arpía al igual que los antiguos amos, repudian el sistema de la reina Daenerys y que el rey Rhaego mantiene, la erradicación de la esclavitud- Responde Sir Kalus -Por ello lo quieren muerto Anel y todo aquel que siga su camino- Agrega el caballero.
-Entiendo...¿Y porque no hablamos con ellos? ¿Se ha intentado antes?- Sugiere la Reina.
-No mi reina, sería complicado ya que no se dejan ver a menos que estén por realizar un ataque- Responde Gusano Gris.
-Entonces hay que intentarlo, la sugerencia de la reina y buena. Si seguimos con estos enfrentamientos solo debilitaremos mi ejército y no llegaremos a nada- Afirma el rey ante la sugerencia de su reciente esposa.
-¡Perfecto! Entonces permíteme hablar con los que fueron capturados y haré que te consigan una audiencia con su líder- Afirma la reina ante el apoyo del rey hacía su recomendación.
-Bien, Daario te escoltará con ellos y les hablaras- Ordenó el rey.
Las órdenes del rey se hicieron cumplir por lo que la reina Rhaena se dirigió a las catacumbas custodiada por Daario Naharis y un grupo de jinetes dothraki. En el consejo, la esposa del rey ha empezado a mostra su apoyo y consejo, pues no pretende ser esa esposa que solo mira como su esposo lucha solo mientras ella se queda esperándolo para darle placer en la cama. Esto es algo que Rhaego ha de suponer después de sus intervenciones en la reunión y le gusta, le atrae la fuerza de su esposa y sabe que con ella tendrá príncipes y princesas fuertes.
-Ella es una excelente reina para usted majestad- Afirma la protector del rey, Sir Kalus.
-Si, es fuerte e inteligente. No se dejará pisotear por otros- Menciona su majestad.
Ya en las catacumbas, Rhaena se plantea que le dirá a los prisioneros de su esposo mientras observa a sus escoltas posicionándose de tal manera que puedan proteger a la reina.
-¿Alguien de ustedes conoce la lengua común?- Pregunta la reina al no dominar correctamente el valyrio y ese utiliza en Meeren.
-Yo- Afirmó uno de los prisioneros.
-¿Como te llamas?- Pregunta la reina.
-Ma llamo Qargo- Responde el hijo de la arpía.
-Muy bien. Te dejaré irte para que le des un mensaje a tu líder de parte del rey- Afirma la esposa del rey.
-¿Y que le hace pensar que haré eso?- Pregunta el prisionero con un tono agresivo.
-Que tu vida depende de mí y no quiero que se siga derramando sangre en las calles de esta ciudad- Afirma la dama.
-Mi vida no importa- Responde.
-Muy bien, Daario córtale la garganta- Ordena la reina mientras el guerrero sigue la orden y el prisionero empieza a suplicar por su vida mientras los demás prisioneros observan.
-¿Enconces si importa tu vida?- Pregunta la Velaryon.
-¿Qué mensaje le doy al comandante Dirgo?- Pregunta con un tono asustado el hijo de la arpía.
Luego de la conversación con el hijo de la arpía, la reina se regresa a la pirámide para reencontrarse con su lord esposo que está en el balcón de su habitación observando a los dragones que están volando sobre la ciudad.
-¿Han estado inquietos?- Pregunta Rhaena.
-Si, tal vez por el olor de la sangre que aún queda en la plaza de Meeren- Afirma el rey.
-Se les pasará e igualmente Drogon los mantiene a raya- Responde la dama.
-Supongo pero debe tener cuidado, madre no pudo controlar a mis hermanos en sus primeros años en Meeren- Menciona el rey -Asha me dijo algo que el rey Viserys I le dijo a su heredera..."La idea de que controlamos a los dragones es una ilusión"- Agrega su majestad Rhaego.
-Cierto...son criaturas poderosas que solo deciden seguir nuestras órdenes- Dice la reina mientras los dragones rugen en el cielo de Meeren.
NOTA
Probablemente el fin de semana no publique más capítulos porque estaré escribiendo los que siguen, pero el lunes ya sigo publicando los demás :)
ESTÁS LEYENDO
EL RENACER DE LOS DRAGONES
RandomDespués de la muerte de la reina Daenerys, en Asshai su hijo Rhaego mismo que se creía muerto se prepara para empezar su campaña militar para tomar los siete reinos y restablecer la grandeza de su casa, pero en el camino se topará con desafíos que l...