EL RENACER DE LOS DRAGONES

15. SANGRE DE MI SANGRE

Las guerras son catástrofes no solo para los inocentes que se ven atrapados en el medio, también son perjudiciales para los bandos que las luchan. Quien desea comenzar una guerra debe de estar seguro que tiene lo necesario para ganarla y que las posibles pérdidas no sean en vano, después de todo en las guerras todo es válido.

Los Fuegoscuro se unen al juego en el que ya están Rhaego y Bran el roto, tres bandos con ejércitos fuertes con un objetivo claro...el gobierno de los siete reinos.

Rhaego permanece como prisionero en Blackstone pero a pesar de su posición como prisionero, no ha sido humillado o tratado de formas indignantes o inhumanas. Esto lo ha tenido un tanto confundido pero no lo ve como algo malo ya que su estancia en Blackstone le puede ayudar a conocer a su enemigo.

-Majestad- Dice un criado de Blackstone a Rhaego -El príncipe Daeron y el rey Casius requieren de su presencia en la caverna del castillo- Agrega el criado.

-Bien- Responde Rhaego quien ya lleva unos días desde que lo capturaron.

Por otro lado, en King's Landing llegan las noticias del nacimiento de los hijos de Rhaego y de su desaparición. Ambas noticias dejan confusos al consejo del rey Bran ya que por un lado, Rhaego está desaparecido y tal vez muerto pero por el otro lado ya tiene herederos.

-Si solo son bebés pues hay que matarlos y ya...su hermana majestad, no ha dicho nada así que debemos suponer que murió- Dice Sir Bronn.

-No podemos matar a bebés, seríamos monstruos y el pueblo se pondría en nuestra contra- Afirma el maestre Samwell.

Sería fácil matar a un par de bebés y esperar a que su padre muera pero, de hacerlo el pueblo de King's Landing y de los siete reinos en general se pondría en contra de la corona tal y como pasó en su momento con Rhaenryra Targaryen después de los sucesos del 'hijo por hijo'.

-Debemos seguir preparándonos para la guerra que es algo que pasará inevitablemente, ya sea tarde o temprano pero pasará- Afirma el rey Bran y termina la reunión del consejo.

En Meeren, es día de atender las peticiones del pueblo, tarea que le corresponde al rey pero en su ausencia la tarea cae bajo la reina regente Rhaena Velaryon quien está abrumada por atender a casi trescientas personas y seguir con la búsqueda de su esposo el rey.

-¿Cuantos faltan?- Pregunta le reina ya desesperada.

-Ese fue el último mi reina- Responde Daario Naharis.

-Bien, iré con los niños entonces- Dice la reina.

-La acompaño, majestad- La intención de Daario es comentarle a la reina sobre los últimos comportamientos de los dragones del rey, desde su desaparición se han mostrado muy inquietos en especial Thanator pero se han mantenido a raya gracias al gran Drogon. Daario le comenta esta situación a la reina mientras van de camino a los jardines donde juegan Aegon y Rhaenys y ven a Mysandria volar cerca de ahí. La dragona se ha mostrado muy vigilante con los niños y les permite acercársele para jugar con ella lo cual pone nerviosa a Rhaena pero comprende que Mysandria no les hará daño.

Zerqolat y Rakharo siguen su camino en búsqueda de su Khal, mismo del que han encontrado otra de las plumas de su daga, esta pluma estaba en un árbol cerca de un pequeño lago que estaba a más o menos tres días de la cabaña en la que habían descubierto la primera pluma por lo que se siguen convenciendo que van por la dirección correcta.

-Vamos bien- Dice Zerqolat.

-Si, pero tenemos que seguir y apresurarnos- Afirma Rakharo con preocupación por Rhaego.

Ambos jinetes de sangre del gran semental siguen con su búsqueda la cual tardará un poco, en dragón se puede llegar en algunas horas días desde Meeren hasta Blackstone pero a caballo tarda unas dos semanas o un poco menos dependiendo de la velocidad con la que se realiza el viaje.

Mientras en el castillo de los Fuegoscuro, Rhaego se dirige a la caverna de la fortaleza en la cual duerme Dhagara y están Casius y Daeron observando a la bestia.

-Querían verme ¿Para que?- Dice Rhaego.

-Solo quería que charláramos sobre estas bestias majestuosas- Afirmó Casius con la intención de saber más sobre los dragones y cómo usarlos para su causa.

-Si pretendes que les enseñe a domar a los dragones y mostrarles sus secretos y habilidades estas equivocado. Por cierto...prefiero morir antes que ponerme de tu lado- Respondió Rhaego mientras se va de la caverna y Casius ordena que lo lleven a los calabozos.

-Entonces no tengo razones para darte comodidades en mi hogar. Llévenlo a los calabozos y me lo tratan bien- Ordena el rey Fuegoscuro mientras su sobrino ve como se llevan a Rhaego y siente lástima por él y tal vez otras cosas que no debería sentir por su enemigo.

En el mar Dothraki, Rhaerro encuentra al Khalazar de Jaquel quienes lo llevan con el Khal que al mirarlo sabe que sigue a Rhaego. Ambos empiezan una conversación en su lengua materna.

-¿Qué haces aquí traidor?- Dice Jaquel haciendo referencia a que Rhaerro abandonó a Jaquel por seguir a Rhaego.

-Pensé que habíamos superado eso...pero vine para saber si tenías a mi Khal- Responde Rhaerro quién había tenido unas experiencias amorosas pero pasajeras con Jaquel.

-Supe que fue capturado por otro dragón y su jinete, pero lastimosamente yo no lo tengo- Responde con arrogancia el Khal rebelde.

-Entonces no tengo nada más que hacer aquí- Dice Rhaerro mientras se retira pero Jaquel se lo impide agarrándolo del brazo mientras le dice al oído -Tú no te vas a ir nunca más de mi lado...tú eres mío- Afirmó con deseo en su voz.

-Yo ya no soy tuyo Jaquel- Exclama con fuerza mientras trata de soltarse.

-Te equivocas amor mío- Dice susurrándole al oído al jinete de sangre de Rhaego mientras lo comienza a besar en el cuello sosteniéndolo con fuerza mientras Rhaerro forcejea para liberarse pero le es imposible, a pesar de su gran habilidad para luchar con dos hoces, Rhaerro carece de fuerza bruta por lo que no logra librarse de Jaquel.

Está situación más que incómoda resulta dolorosa para Rhaerro, quien era el juguete preferido de Jaquel antes de la llegada de Rhaego. Cuando Rhaerro se enteró de la ascensión del Gran Semental decidió irse a servirle pero Jaquel se lo impidió pero afortunadamente Rhaego llegó a su Khalazar para seguir reclutando jinetes. Al ver la situación de Rhaerro quien tiene unos diecisiete años, siendo controlado y abusado por Jaquel de treintena y tres años, decidió reclamar a Rhaerro como un regalo para mantener la paz entre ambos Khalazar.

Después de ese momento Rhaego le dijo a Rhaerro que es libre de hacer lo que desee y no es propiedad de absolutamente nadie. El joven dothraki eligió seguir fielmente al gran semental quien posteriormente lo nombró como uno de sus jinetes de sangre.

-Te juro que morirás gritando- Susurra con furia Rhaerro y con lágrimas en los ojos mientras Jaquel se deleita con su cuerpo lleno de juventud y belleza.

Rhaerro está en una situación complicada de la cual puede que no salga otra vez pero su único objetivo es salvar a quien lo salvó una vez en el pasado.

-No te fallaré sangre de mi sangre- Dice aún más susurrado mientras es sometido por su abusador.

En Meeren, la reina seguía en los jardines con Daario Naharis, los niños y algunos sirvientes hasta que Mysandria decide descender al suelo y empezó a acercarse lentamente a los niños por lo que reina se alarmó y se interpuso entre la dragona y sus bebés. La poderosa Mysandria se acercó a Rhaena y empezó a olerla cuidadosamente para posteriormente bajar su cuerpo con la intención de permitirle que se montara lo cual la reina comprendió e hizo inmediatamente.

Una vez en lomos de la dragona, ambas emprendieron el vuelo y surcaron el cielo juntas mientras los niños observaban con emoción y alegría en sus ojos y Daario Naharis solo dijo -Ahora tenemos a una nueva jinete- Rhaena es la primera jinete de dragón que hay en la casa Velaryon desde la danza de los dragones. Esto es algo que la llenara de orgullo y le permitirá seguir apoyando a su esposo desde una postura más activa en las guerras por venir.

NOTA
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