33. LA DAMA BLANCA

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Más allá del reino del Norte, un hombre salvaje despierta en el suelo un poco confuso, casi como si no fuera el mismo. Luego de un rato analizando esta situación, el hombre se levanta y dice -Será difícil acostumbrarme a este nuevo cuerpo- Dijo el que realmente es el cuervo de los tres ojos pero ahora en su nuevo cuerpo. Cuando Rhaego acabó con Bran, el cuervo se movió a otro cuerpo de forma apresurada así que terminó en el de un salvaje lo cual no es muy de su agrado.

Cerca de ahí, se encuentra la dama blanca, la reina de hielo que personifica a la muerte misma. A la distancia observa como su hermano debe de recurrir a cambiar de cuerpo cada que el anterior muere y esta vez ocupa un cuerpo humillante para seres tan antiguos como ellos. La dama decide dirigirse a su hermano para hablar con el.

-¿Incomodo tu nuevo cuerpo?- Pregunta la dama.

-Eso no te incumbe- Respondió el cuervo avergonzado y humillado pro el cuerpo que esta ocupando.

-Entonces ese rey dragón te ganó. Te quitó el trono que conseguiste- Afirma la muerte.

Y tu haz logrado aumentar los números de tu ejercito- Dice el cuervo -No pensé que aún hubieran tantos cadáveres por aquí- Añadió.

-La muerte no discrimina. Para mi nadie es inservible o mas útil que otro- Respondió.

-¿Cuántos?- Pregunta el cuervo haciendo referencia al número de soldados con los que ahora cuenta la dama blanca -Cincuenta y tres mil soldados. Van desde humanos hasta gigantes y arañas de hielo- Le respondía la muerte a el cuervo de los tres ojos.

Ambos siguen charlando por un rato hasta que la dama afirma que para llenar el mundo de muerte y ella poder gobernarlo debe de acabar con la vida de los hombres. Aquello que impide la muerte absoluta, la memoria. Misma que es personificada por el cuervo de los tres ojos.

-Entonces en algún punto nos enfrentaremos hermana- Dijo el cuervo y la dama respondió -Si es que el no acaba contigo o conmigo antes de nosotros enfrentarnos- Respondió la dama a lo que el cuervo dice -O que acabe con los dos- Añadió el cuervo mientras veía al horizonte con una expresión en su rostro de preocupación.

-El no puede ser tan peligroso para deidades como nosotros- Dice la muerte.

-Deidades menores. No estaría tan preocupado si no fuera por eso y que parece que posee el apoyo de padre- Dijo el cuervo y la dama le respondió -No me importa. Lo apoye o no, yo gobernaré su mundo- Dijo la dama blanca para luego pedirle a su hermano que se fuera antes que ella quisiera matarlo ahí de una vez por todas.

En Essos los barcos Fuegoscuro se preparan al igual que el ejercito de Keion. Casi listos para zarpar junto con su líder con direccion a Westeros para iniciar con la rebelión Fuegoscuro y que su casa por fin obtenga lo que se merecen. En las cavernas debajo de la fortaleza de los Fuegoscuro están Aerys junto con su hermana Daenera y sus dragones, Hantu y Onyx respectivamente. Ambos son hijos de Casius y hermanos mayores de Aenar y menores que Daemos.

Aerys y Daenera se encuentran preparando a sus dragones pues con ellos irán a westeros junto con su tio para apoyarlo en la conquista con el fuego de sus monturas. En la entrada de las cuevas esta su hermano menor Aenar observándolos con admiración y envidia al ellos tener dragones y el no. Esto lo ve Daemos quien se acerca a su hermano para hablar con el y tal vez alegrarle el día con la noticia que le dará.

-¿Que pasó Daemos?- Pregunta Aenar.

-Convencí a padre que te dejara ir a Westeros con mi tío y nuestros hermanos- Respondió el hermano mayor.

-Pero yo no tengo dragón ¿Cómo los puedo ayudar?- Preguntó desilusionado y con tristeza en su cara.

-Cierto, pero también es verdad que eres un gran estratega así que puedes ayudar mucho de esa forma- Dijo el hermano mayor -Ademas tu eres más cercano a mi tío Keion que Aerys y Daenera, así que el te escuchara mas a ti que a ellos y puedes ser un intermediario- Agregó el príncipe Fuegoscuro.

EL RENACER DE LOS DRAGONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora