Sin prioridad.

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A veces Rosa siente que es como un faro en la costa, brillando con intensidad para guiar a otros de la oscuridad, pero siendo pasada por alto cuando ya han encontrado su rumbo.

En cada relación, parece que nunca es la prioridad, como si fuera el lugar cómodo al que recurren cuando no hay más opciones. Hay una tristeza profunda en sus ojos, una nostalgia por un amor que siempre parece esquivo.

Ella se ha dado cuenta de que es lo que muchos quieren, pero no lo que necesitan. Su forma de amar es demasiado intensa, demasiado real para aquellos que buscan algo pasajero. Su corazón sincero y abierto no encaja en los planes de aquellos que temen comprometerse. Es esa melodía dulce y nostálgica que escuchan con cariño, pero que nunca se atreven a hacer su canción principal.

Rosa no puede evitar sentir envidia de los que ha amado, porque vaya, a ellos sí los ha amado en serio. Ya quisiera y le ruega al cielo porque alguien la ame con tanto fulgor.

Su mayor temor es ser siempre una opción y nunca una prioridad, una estación de paso y no el destino final. No puede evitar preguntarse por qué no puede ser la primera opción. Por qué no puede ser esa persona que alguien elige sin dudar, esa persona por la que alguien lucha y se compromete. Quisiera ser esa prioridad, la elección sin reservas, el amor que alguien necesita tanto como quiere. Está harta de tener un "te quiero" hoy y mañana no.

"No estoy preparado para una relación" ella acepta el destino cruel, es que no están preparados para ella, pero nadie se digna ni siquiera un poco a estarlo.

Rosa, como la flor que lleva su nombre, es hermosa y compleja, pero no lo suficiente para ser cuidada y amada.  Sus pétalos suaves y su fragancia embriagadora atraen a muchos, hasta que la consume por completo, pocos se quedan para descubrir sus cualidades, porque la rosa no es sólo una flor, puede ser mil cosas, un perfume, un té y hasta medicina.
Se ha perdido en su afán de amar a los demás, olvidándose de sí misma en el proceso. Sueña con el día en que, como una rosa en plena floración, será finalmente apreciada y amada por todo lo que es, sin miedos.

Sabe que amar con tanta intensidad es doloroso, incluso peligroso, pero uno de sus más grandes miedos es que no le alcance la vida para dar todo lo que siente. No se imagina un mundo sin emociones, sin sentimientos, sin amor.

Rosas, espinas y sangre. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora